Hola, mi experiencia personal - de hace unos cinco años- es que a la hora indicada por el juzgado nos presentamos en la puerta de la vivienda: el secretario judicial y otra persona por parte del juzgado, mi abogada, la procuradora un cerrajero y yo. Tras llamar y nadie contestar yo les dije que tenía unas llaves y no recuerdo quien de ellos las cogió, abrió la puerta y procedieron a entrar con cautela porque comentaron que se puede encontrar cualquier cosa o animales en el interior, se procedió a revisar la vivienda, intercambiamos los papeles y el cerrajero cambió la cerradura a petición mía. Eso sí, prepárate porque el golpe que te da el cerrajero es de los que suenan, aún recuerdo el comentario que posteriormente me hizo la procuradora. Esto es lo que ocurrió, por cierto, olvídate de cobrar nada de lo que te adeuden porque la justicia que tenemos funciona fenomenal, en mi caso eran dos mujeres las inquilinas y ambas con pensiones de la administración y no he visto un duro.
Suerte y no te envenenes mucho la sangre, no merece la pena.