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Desastre de Obra de baño y atención al cliente del Leroy Merlin
Ha sido una auténtica decepción contratar a Leroy Merlin para la reforma del baño. Desde el inicio, los problemas no hicieron más que acumularse: retrasos injustificados en la entrega de productos equivocados, repartidores maleducados y poco higiénicos, plazos de ejecución ampliamente superados sin justificación alguna. A pesar de nuestras instrucciones detalladas, los instaladores las ignoraron por completo, llegando al punto de gritarnos por teléfono. Nos vimos obligados a aceptar y pagar extras no deseados debido al pésimo acabado. Al haber abonado el importe por adelantado, Leroy Merlin se desentiende de los numerosos fallos y deficiencias, dejando la reforma a medias y negándose a subsanar los desperfectos. Su atención al cliente es verdaderamente lamentable, sin responder a nuestras llamadas o directamente colgándonos. Me siento profundamente frustrado e indefenso al no poder reclamar nada después de pagar tanto dinero por un servicio tan deficiente. Una experiencia para olvidar.