Me parece que empezamos a ver las consecuencias de la moda aquella de guardar el dinero en casa por el miedo al corralito.
Veo claro que fue un niño de muy corta edad. Unos rotos, otros cortados con tijeras... Por la ventana y hala, el viento repartiéndolos por las calles.
Seguramente el padre o madre tenían el fajo escondido en algún lugar cercano al suelo.
El progenitor no aparece porque al enterarse, en el arrebato se habrá suicidado, o habrá estrangulado al niño o ambas cosas. Vecinos, atentos a su olfato los próximos días....
:)