Se acabaron los villancicos electorales. Yo no necesito el cambio
Ya se acabaron los cansinos estribillos, sonando de fondo, llenos de promesas incumplibles (la realidad no depende ni de ellos mismos) intentando ilusionarte para que le des cierto sentido a tu voto, el cual, una vez una vez depositado, interpretaran según su conveniencia haciéndonos volver a la realidad: Nuestra lucha diaria únicamente depende de nosotros mismos, y la de ellos también (ahí es donde aún conservamos el poder)
A mí no me hace falta el cambio, sino que nuestra Constituciónlo se cumpliera a rajatabla, definiendo y asegurando expresamente, los derechos, libertades y obligaciones de todos, lejos de interpretaciones interesadas de partido.
Demasiado cántico prometiendote el cambio para luego afanarse tanto en quedarse con él.