El alza de pensiones alemana choca con la mala salud del Sistema en el sur de Europa
Mientras los países de la Unión Europea que están inmersos en las reformas dictadas por la Troika para reducir su déficit no tienen mucho margen de maniobra para revalorizar las pensiones, Alemania rompe la tónica y ha anunciado la mayor subida en 23 años. El incremento será de un 4,25% en el oeste y de un 5,95% en el este del país. Esta diferencia entre zonas se produce debido a la histórica diferencia en las pensiones en detrimento de los pensionistas del este frente a los del oeste, que reciben una cantidad más elevada.
Cuando se produjo la reunificación alemana, en 1990, se introdujo un impuesto llamado Impuesto de solidaridad para garantizar la reconstrucción de la parte este y esto ha contribuido a la equiparación de las regiones que formaban parte de la antigua República Democrática de Alemania con el resto, mucho más desarrollado.
Para recibir la pensión de larga duración es necesario haber trabajado 35 años. Sin embargo, la de vejez ordinaria se consigue simplemente con cinco años cotizados. En el caso de los autónomos, el pago del seguro de las pensiones no es obligatorio y puede comenzar a realizarse si la persona lo desea y así se lo comunica a la Hacienda alemana.
En 2014 se introdujo una reforma en las pensiones, que se traducía en que era factible jubilarse a los 63 años si se habían cotizado 45 años. Esta reforma le costará a Alemania 11.000 euros anuales hasta el año 2030, financiados con el seguro obligatorio de pensiones que todo trabajador tiene que abonar, salvo la excepción de los autónomos.
La instauración de la Agenda 2010 por parte del excanciller socialdemócrata Gerard Schröder supuso un alargamiento en la edad de jubilación que podía llegar hasta los 67 años, medida que fue rebajada hasta los 63 como la primera que anunció la Gran Coalición de Angela Merkel con los socialdemócratas. Este anuncio sorprendió a la eurozona en un momento en el que se estaba incrementando la edad para jubilarse en países como España, Italia o Grecia.
Medidas paliativas
Con la Agenda 2010 también se instauraron los servicios de empleo públicos y se crearon nuevos tipos de contrato, como los minijobs, ocupaciones parciales con las que no se puede cobrar más de 450 euros al mes. Con la implementación del salario mínimo alemán de 8,5 euros a la hora a partir de enero de 2015 la modificación que sufrieron fue la reducción de horas, pero no la dotación de los mismos. También se redujeron los meses en los que se cobra la prestación por desempleo con motivo de eliminar el paro de larga duración.
Para ello se combinó la prestación por desempleo con la aprobación del Hartz IV, o ayuda social básica, que combina las ayudas al alquiler con una renta mínima. Para recibir este subsidio los extranjeros tienen que tener alguna ocupación remunerada, no así los alemanes. Sin embargo, todo aquel que la perciba tiene la obligación de buscar activamente trabajo y de cumplir con unos requisitos de formación mientras intenta reinsertarse en el mercado laboral.
Las agencias de empleo cuentan con asesores en materia laboral y asumen los costes derivados de entrevistas en otras ciudades, por ejemplo. Debido a que la industrialización alemana se concentra principalmente en las regiones sureñas de Baden-Württemberg y Baviera, el paro sigue una proporción desigual, siendo más acusado en regiones del este y en su capital, Berlín, que a pesar de ser sede administrativa y gubernamental, es una de las ciudades más pobres de Alemania.
El sistema de pensiones alemán se engloba dentro del modelo Bismarck, con el que las pensiones son de ámbito público, pero que al mismo tiempo convive con el modelo de salud mixto, en el que la Seguridad Social no es universal y gratuita, sino que se financia por las cotizaciones de los trabajadores, los jefes, o se paga individualmente, con un coste de unos 160 euros al mes de media. La diferencia con respecto a España en este sentido es palpable, ya que puede dejar excluida del sistema sanitario a gente que no pueda hacer frente a estas cuotas o a quienes la ayuda social se les deniegue. No asumir la cuota del seguro sanitario mensual es, además, penalizable retroactivamente.
La sostenibilidad del sistema de pensiones en Alemania es un debate que lleva tiempo puesto sobre la mesa, ya que según pasa el tiempo, más envejece la población. La inmigración y el fomento de la natalidad son otras de las vías básicas para conseguir que pueda mantenerse en el tiempo.