Strauss Kahn cobrará una pensión de por vida del FMI de más de 250.000 dólares
Nuevos datos sobre el contrato que mantenía el francés Dominique Strauss Kahn con el Fondo Monetario Internacional salen a la luz, después de que el imputado haya conseguido la libertad bajo fianza, previo pago de un millón de dólares en efectivo.
Según han informado fuentes de la institución, con sede en Washington, a la CNBC, el que fuera director gerente del FMI cobrará una pensión anual de por vida por valor de 250.000 dólares.
Esta remuneración está basada en los años de servicio prestados por el galo al frente del FMI y supone entre el 60 y el 70 por ciento de su salario base anual que, recordemos, ascendía a los 420.930 dólares. Es decir, la cifra resultante rondaría los 252.000 dólares.
Lo más sorprendente de todo es que además del dinero que se ha destinado a su plan de pensiones, y que todos los empleados del FMI poseen durante su periplo en la organización, Strauss Kahn recibirá otra compensación adicional a su sueldo de por vida y a los demás incentivos obtenidos durante su trabajo en Fondo, donde comenzó a trabajar el pasado 30 de septiembre.
Esta remuneración excepcional es también de una suma que supone entre el 60 y el 70 por ciento de su salario base y corresponde al "término del contrato y separación de ambas partes" tras la dimisión presentada ayer por el francés.
Por resumir el asunto, Strauss Kahn recibirá, de momento, un sueldo de por vida de 252.000 dólares anuales más una compensación adicional por término de contrato, de otros 252.000 dólares aproximadamente. A lo que habría que añadir otros incentivos destinados a su plan de pensiones mientras todavía estaba a bordo de la institución internacional.
Hasta la fecha, no se ha aclarado si esta compensación se verá afectada por el caso judicial en marcha tras la acusación oficial que pesa sobre Strauss Kahn. Durante la audiencia mantenida en el juzgado de 100 de Centre Street se dio a conocer que la fortuna del galo ascendía a los 2 millones de dólares. Sin embargo, el francés se vio obligado a pagar un millón de dólares en efectivo, además de costear un seguro por valor de cinco millones de dólares para poder abandonar su celda en Rikers Island.