EB: El Banco de España ya instó a Eurobank a disolverse en 1999
EL ÚLTIMO ESCÁNDALO FINANCIERO
El Banco de España ya instó a Eurobank a disolverse en el año 1999
El supervisor conocía las irregularidades hace cuatro años, pero tardó tres en sancionarlas
El Banco de España ya conminó en 1999 a los gestores de Eurobank a regularizar su situación o disolver la entidad. El supervisor aún tardó tres años, hasta mayo del 2002, en sancionar al banco, pese a que éste no atendió a sus exigencias, y esperó a que los administradores lo pidieran para acordar la intervención.
En 1998, Pascual aportó 672 millones de pesetas de capital; poco antes, el banco le había comprado inmuebles por 669 millones
La operativa de la entidad “hace inviable el negocio del banco”, dijeron los auditores en 1999 a la institución de Caruana
ENCARNA PÉREZ - 01/09/2003
Madrid
El 16 de marzo de 1999, la comisión ejecutiva del Banco de España llegó al acuerdo, tras analizar un informe de sus servicios de inspección, de otorgar un plazo máximo de tres meses a los administradores de Eurobank para que incrementaran los recursos propios de la entidad hasta los 3.000 millones de pesetas. “De no alcanzar dicha cuantía mínima, teniendo en cuenta lo dudoso de su viabilidad como entidad independiente, deberán considerar su ordenada liquidación, atendiendo, en primer lugar, a la salvaguarda de los interes de los depósitos de los clientes”, dice el acta del acuerdo, a la que ha tenido acceso “La Vanguardia”.
Lo que los inspectores del Banco de España relatan en esa acta constituye un completo catálogo de malas prácticas bancarias y maquillajes contables. Comienza el informe describiendo la principal actividad de Eurobank, esto es, una serie de operaciones cruzadas con las tres mutuas (Norton Life, Caja Hipotecaria Mutual y Personal Life) propietarias entonces de un 11% del banco. La operativa, según el Banco de España, reportaba grandes beneficios a las mutuas, controladas por Eduardo Pascual, presidente de Eurobank, pero implicaba para el banco “contingencias patrimoniales cuantificables por importe muy elevado”· Y “a pesar de haberse requerido su cese”, continuaba el informe, Pascual prosiguió con esa operativa, por lo que en 1999 “persistían dichas contingencias”.
El informe precisa asimismo que la entidad financiera presentaba pérdidas “muy significativas”, superiores a los 200 millones de pesetas en 1998, a pesar de que parte de sus ingresos eran ficticios y obtenía plusvalías falsas en operaciones intragrupo. En concreto, se refiere a los 85 millones de pesetas contabilizados a diciembre de 1998 en comisiones por apertura de créditos, que no se ingresaron de forma efectiva, y a los 140 millones de beneficios extraordinarios por la venta de un inmueble, controlado por el grupo de Pascual. El banco reincidía en lo de las plusvalías intragrupo, pues, como recuerda el informe, en 1997 ya se había apuntado 70 millones por este procedimiento.
Sobre la operativa habitual de la entidad, la inspección advierte de un desfase entre los créditos concedidos a unos titulares, sobre los que nada se conoce respecto a “su capacidad de pago”, y los depósitos afectados como garantía a esos préstamos, a consecuencia de no estimar la retención que aplicar en dichos depósitos. Ya en 1997, el Banco de España ordenó a Eurobank que no formalizara ninguna operación más de este tipo hasta que se constituyera un fondo de 158 millones de pesetas para cubrir ese desfase. Pascual hizo caso omiso del requerimiento y, como señala el informe, dos años después “no sólo no se ha efectuado la dotación, sino que la operativa ha seguido desarrollándose, incrementándose la contingencia mencionada”.
Pascual tampoco atendió “el reiterado requerimiento de situar los recursos propios del banco en el nivel mínimo necesario”, exigencia que el supervisor le planteó en julio de 1996, y le reiteró en diciembre de ese año y en marzo del 97, ante “la aparición de accionistas nuevos”, esto es, el grupo de Pascual.
En marzo de 1998, Pascual y sus socios desembo