El timo de la estampita
Las claves del 'timo de la estampilla'
Los altos intereses que pagaban Fórum Filatélico y Afinsa y su 'seriedad' con los pagos atrajo a miles de inversores
Prometían altas rentabilidades sin correr riesgos. Y cumplían religiosamente con los pagos. Así es como Fórum Filatélico y Afinsa han construido , durante más de 25 años, una enorme estructura piramidal en la que más de 350.000 ahorradores han quedado atrapados. Ahora que se ha derrumbado como un castillo de naipes, la atractiva inversión en sellos se ha convertido en el gran 'timo de la estampilla', el mayor fraude de la historia española.
Fórum Filatélico y Afinsa funcionaban de una forma muy similar. Ofrecían a sus clientes lotes de sellos a un precio hasta un 900% superior al de compra. El contrato contemplaba la recompra de estos timbres después de unos años, con el 'gancho' de un interés anual de entre el 6% y el 12%, que, según decían, procedía de la revalorización de las estampillas. Pero las investigaciones apuntan a que en realidad atendían estos compromisos con las aportaciones de nuevos inversores, en lo que constituye una estructura piramidal.
En principio, sí. El problema es que su valor es muy inferior al precio al que las dos sociedades filatélicas se los vendieron a sus clientes. En las querellas presentadas por la Fiscalía Anticorrupción consta que Afinsa compró entre 1998 y 2002 a su principal proveedor, Francisco Guijarro, sellos por valor de 58 millones de euros, y los vendió a sus clientes a 723 millones, un importe 12 veces superior. Normalmente se trataba de colecciones europeas editadas fuera de España, con lo que los inversores no podían cotejar el precio pagado por ellos con la valoración que se les atribuía en los catálogos. La Inspección Tributaria está, además, comprobando si hay timbres falsificados.
Tanto Fórum Filatélico como Afinsa se ofrecían a sus clientes para actuar gratuitamente de depositarias de los sellos que ambas empresas les habían vendido, tras advertirles de que si ellos se los llevaban a casa y los extraviaban, se los robaban o se deterioraban, perderían su inversión. Ante este riesgo, la mayor parte de los inversores optaba por dejar los timbres al cuidado de las entidades y se limitaban a recibir un extracto en el que se les informaba sobre las estampillas compradas con su dinero.
Anticorrupción estima que el fraude cometido con la venta masiva de sellos sobrevalorados ha generado un desfase patrimonial de 3.521 millones de euros, de los que 2.416 corresponden a Fórum Filatélico y 1.105 a Afinsa. Este descuadre coloca a ambos grupos, a su juicio, «en una situación de absoluta insolvencia».
El 'gancho' de intereses de entre un 6% y un 12% anual logró atraer cada año al número de inversores necesarios para alimentar la estructura piramidal sin problemas y atender los compromisos de los clientes más antiguos sin fallos ni demoras. Esta 'seriedad' en los pagos hizo que se generara una gran confianza en las dos filatélicas ahora intervenidas, que llevan ya más de 25 años funcionando con absoluta normalidad. De hecho, han sido numerosos los clientes que han manifestado su apoyo a las sociedades incluso después de haberse destapado la presunta estafa. Ellos han sido, además, su principal vía de expansión al comentar a sus familiares y amigos las bondades de un sistema que, supuestamente, permitía obtener altas rentabilidades sin correr riesgos. Algunos de estos inversores se convirtieron en agentes comerciales que captaban a posibles interesados en entrar en el boyante negocio a cambio de una comisión.
Fue la investigación de Hacienda la que puso a la Fiscalía sobre la pista de las dos sociedades, tras descubrir distintas irregularidades en sus declaraciones de impuestos entre 1998 y 2001. Al detectar este fraude, los inspectores extendieron sus pesquisas al resto de años no prescritos; es decir, desde 2002 hasta la actualidad. En julio de 2005 se presentó un primer informe