Para un perfil así, sin necesidad del dinero a corto plazo y con ganas de mantenerlo muchos años, intentaría montar algo sencillo y equilibrado, sin complicarse. Si no quiere estar pendiente del mercado, una cartera tipo “permanente” puede funcionar muy bien: reparte el dinero entre activos que se comportan de forma diferente según el ciclo económico, y eso le da estabilidad sin renunciar del todo a la rentabilidad.
Por ejemplo, podría hacer algo así (a partes iguales o con ligeros ajustes según el perfil):
Renta variable global (crecimiento a largo plazo)
- Amundi MSCI World AE-C EUR (ISIN: LU1437016972)
Fondo indexado global, bien diversificado por países y sectores.
Renta fija (estabilidad y protección en recesiones)
- iShares Global Government Bond Index Fund D Acc EUR (ISIN: IE00B2NPKV68)
Bonos globales de gobiernos, bien diversificados.
Oro (protección en épocas de inflación o crisis)
- Invesco Physical Gold ETC (ISIN: IE00B579F325)
Replica el precio del oro físico.
Liquidez o monetario (colchón para oportunidades o estabilidad)
- Morgan Stanley Liquidity Fund EUR Liquidity Fund (ISIN: LU0073232471)
Fondo monetario estable, sin grandes sobresaltos.
Con esto ya tendría una cartera diversificada, resistente y muy fácil de mantener. Puede rebalancear una vez al año si alguna parte se desvía mucho, y listo. Si más adelante quiere complicarse un poco más, puede añadir algo de renta variable emergente o un fondo temático, pero como punto de partida, esta estructura es más que suficiente.