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Riders - Cuando una empresa se salta todas las normas y pretende que le hagan encima una ley a la carta
Esto no tiene desperdicio, y recomiendo su lectura para ver cómo una empresa utilizando argumentos que no van a ningún lado, se salta a la torera la normativa laboral española, ignora una sentencia del Tribunal Supremo y además pretende con una jeta descomunal que se haga una ley a la carta para validar todos sus incumplimientos en materia laboral, de seguridad social y las obligaciones fiscales que llevan aparejadas.
falsos autnómos
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Glovo se resiste a regularizar a sus ‘riders’ pese a la sentencia del Supremo: “Calma, el modelo actual seguirá”
La empresa catalana trata de mantener sus “ventajas operativas y laborales” pese a la ley que prepara el Gobierno para impedir que los repartidores de las plataformas trabajen por cuenta propia
Dos repartidores de Glovo y otro de Deliveroo caminan por la Gran Vía de Madrid, en abril.KIKE PARA
Madrid - 21 nov 2020 - 08:24 CET
Glovo está decidido a mantener su sistema laboral, basado en unos repartidores que trabajan por cuenta propia. La empresa catalana defiende un modelo que ha merecido el varapalo del Tribunal Supremo —el pasado septiembre falló que sus riders son en realidad falsos autónomos— y que llevó a la Inspección de Trabajo a forzar la regularizaron en octubre de 11.013 trabajadores. “Calma, el modelo actual seguirá”, reiteró este jueves el cofundador de la plataforma Sacha Michaud a los repartidores de la compañía en una reunión interna y telemática a la que tuvo acceso EL PAÍS. “El modelo actual no contradice ahora mismo la legislación española”, justificó más tarde el director de políticas públicas de Glovo, Miguel Ferrer, a este periódico.
La empresa se enfrenta también a la regulación del trabajo en las plataformas digitales, la conocida como ley rider, que prepara el Gobierno desde octubre con los sindicatos y la patronal para acabar con los falsos autónomos en negocios puramente digitales, con el foco puesto en las aplicaciones de reparto. “Hay una propuesta del Gobierno para cambiar la forma de trabajo, pero hay muchas piezas por debatir todavía”, aseguró el jueves el cofundador de Glovo.
La empresa reconoció que está preparada para asumir todos los escenarios, pero dice que en caso de que les obliguen a contratar a sus repartidores, buscará la manera de mantener el sistema actual. “Si al final se precipitan las cosas a un modelo laboral, buscaremos la forma más adecuada para que ambas partes, colectivos de repartidores y Glovo, puedan mantener sus ventajas operativas y laborales como actualmente existen”, aseguró Miguel Ferrer a los trabajadores en la reunión telemática. “Glovo lo contempla [una nueva legislación laboral] y actuaríamos para dar cabida a las personas que actualmente trabajan. Eso implica buscar mecanismos y métodos para que, de la forma que sea, podáis seguir realizando vuestra actividad”, añadió.
Más tarde, Glovo concretó a este periódico que se compromete a acatar la futura normativa del Ministerio de Trabajo, incluso si les obliga a contratar a los riders, pero la empresa no especifica qué cambios se acometerán en las 220 ciudades en las que operan si se llega a esa situación. “Vamos a operar en este país de la forma que sea y vamos a respetar la legislación en todo momento. Si hay una nueva ley que establece una serie de requerimientos que cambien nuestra forma de operar, la vamos a observar”.
Pese a que la compañía mantiene esta fórmula de “colaboración flexible”, como ellos la denominan, desde hace cinco años, la directiva mantiene ahora que está a favor de la regulación de sus repartidores. “Estamos trabajando activamente en que la regulación sea lo mejor posible y en mantener la flexibilidad que demandáis la gran mayoría, con un refuerzo de las garantías y los derechos”, comunicó este jueves el cofundador de la empresa barcelonesa en la reunión interna. Miguel Ferrer aseguró que, aunque prospere, la reforma de Trabajo no estará operativa hasta dentro de unos meses. “Si escucháis a la ministra de Trabajo decir ‘esto se va a aprobar antes de Navidad’, no es cierto”, dijo.
El cofundador de la compañía, Sacha Michaud, aprovechó la ponencia para llamar a la movilización y recomendar a los repartidores que se agrupen para presionar al Gobierno en favor del trabajo por cuenta propia. “Parece que se pueden tomar decisiones sobre lo que es mejor para los repartidores sin consultaros. Y esto tenemos que intentar cambiarlo... o tenéis que intentar cambiarlo”, matizó. “Haceros oír va a permitir que las administraciones entiendan que hay muchas personas que quieren seguir haciendo su trabajo como lo hacen actualmente”, añadió el encargado de políticas de Glovo.
Glovo sobre la sentencia del Supremo: “A día de hoy no os afecta”
Más allá de los cambios que introduzca la futura reforma de las plataformas digitales, Glovo se enfrenta estos días al escrutinio público a raíz de la reciente sentencia del Supremo y las actas de la Inspección por el uso de falsos autónomos para el reparto de alimentos y paquetes a domicilio.
En la reunión de este jueves, Miguel Ferrer fue preguntado por la sentencia del Tribunal Supremo de septiembre, en la que se confirma que los repartidores de esta plataforma son asalariados. “Glovo no es una mera intermediaria en la contratación de servicios entre comercios y repartidores. Es una empresa que presta servicios de recadería y mensajería fijando condiciones esenciales para la prestación de dicho servicio”, señalaron los magistrados sobre el caso de Isaac Cuende, quien trabajó durante dos años llevando paquetes en bicicleta. Ante las inquietudes de los autónomos presentes en la asamblea, preocupados por si el dictamen del Supremo supone un punto de inflexión en la tecnológica, la directiva expuso su opinión: “Esta sentencia a día de hoy no os afecta. Es una resolución vinculada a un repartidor en el año 2016 en base a unos elementos operacionales que a día de hoy han cambiado”, se limitó a comentar el alto cargo.
En la misma línea, en octubre la Inspección de Trabajo dio de alta en la Seguridad Social a 11.013 trabajadores que Glovo no tenía en plantilla y reclamó a la empresa 16,2 millones de euros en cotizaciones no pagadas. Acto seguido, la Seguridad Social comenzó a dar de alta de oficio a los riders que considera empleados de la compañía, lo que también confunde a los repartidores. En este caso, la empresa volvió a lavarse las manos: “Lo que tenéis que hacer es pedir que os den de baja en la Seguridad Social. Glovo no puede hacerlo porque es un tema que depende de vosotros”. La tecnológica aún no ha pagado la cantidad requerida porque, según dice, se tratan de procedimientos abiertos que aún no tienen una resolución definitiva.
La cúpula de Glovo también aprovechó la reunión para dirigirse a la competencia. Concretamente a los cambios anunciados esta semana por Just Eat Takeaway, que introducirá en España un modelo que asegura la contratación de los riders a través de una red en la que también participarán los restaurantes con sus propios repartidores. “El modelo de Just Eat no es 100% cierto. ¿Cuál es? ¿Que le pasen la contratación de vuestra actividad a un restaurante? ¿O que contraten a un 10% o un 15% de los repartidores?”, se preguntó el responsable de políticas de Glovo, quien descartó implementar esta fórmula.