http://www.expansion.com/2010/04/05/empresas/banca/1270502536.html
La banca calcula sus costes. Los primeros, los financieros, los que inciden directamente en el margen de intereses. En el último año y según datos del Banco de España, los gastos financieros del sector se han situado, de media, en 16.400 millones de euros al trimestre.
De éstos, unos 13.200 millones son intereses que la banca paga por los depósitos de sus clientes. El resto, el coste de remunerar las emisiones de deuda e instrumentos híbridos que ayudan a obtener liquidez y mejorar la solvencia.
En este capítulo, el de las emisiones, las participaciones preferentes, los bonos convertibles y la deuda subordinada han adquirido un creciente protagonismo en el último año. La retribución que el sector abona por estos títulos ronda los 1.000 millones de euros al trimestre, es decir, unos 4.000 millones al año. Esta cifra representa el 20%del beneficio obtenido por bancos y cajas en 2009 (19.500 millones de euros). También supera, por ejemplo, la capitalización bursátil de Bankinter, con un valor de mercado de unos 3.000 millones.
Más capital
El afán por reforzar la solvencia (ver gráfico) ha multiplicado estas colocaciones. Buena parte de ellas se ha comercializado entre minoristas. Desde 2008, los pequeños inversores han comprado 12.000 millones en preferentes; otros 2.500 millones en convertibles; y 3.000 millones más en deuda subordinada.
Ante esta tendencia, los pasivos subordinados de bancos y cajas se han incrementado hasta 105.000 millones de euros, desde los 95.000 millones de finales de 2008. El sector destina a remunerar estos títulos el 4,3% de los ingresos que genera con su cartera de préstamos e inversiones. En términos de coste, estos intereses representan el 7,94% de los gastos financieros de la banca, frente al 4,82% de principios de 2009.
Aunque el euribor y el libor, al que se referencian la mayoría de estas colocaciones, han caído con fuerza, el mayor número de títulos en circulación y el mayor coste de las últimas emisiones han incrementado la carga financiera. Ésta, además, debería seguir subiendo en los próximos meses. Por una parte, los tipos de interés ya han tocado mínimos.
Por otra, las emisiones más recientes, que se comercializaron en avalancha a mediados del pasado año, sólo se remuneraron en 2009 durante medio ejercicio. Pero desde ahora, el coste se extenderá los 12 meses del año.
“La coyuntura conllevará un elevado coste de las emisiones de deuda subordinada y preferentes que el sector ha llevado a cabo para reforzar su solvencia”, explica una entidad en su memoria anual, a la hora de detallar los riesgos de 2010.
Inversor minorista
Esta incertidumbre afecta a la banca, pero también a los inversores, especialmente a los que han comprado preferentes. El pago de sus intereses está condicionado a que la entidad tenga beneficios suficientes. Los resultados de 2009 han asegurado la remuneración en 2010, pero serán las cuentas de este ejercicio, muy difícil, las que marquen los abonos en 2011.
Entre las entidades que comercializaron preferentes el pasado año, Caja Duero y Caja Madrid han visto caer su beneficio más de un 65% en 2009. Caixa Galicia, el 58%. Caja España, CAM y Caja Granada, más del 40%. La rebaja en Caja Navarra, Murcia, Cajasol y Caixanova oscila entre el 23% y el 28%. Por lo que respecta a los bancos, la horquilla se mueve entre un comportamiento plano del resultado (Santander) y una disminución del 38% (Pastor).
Con todo, distintas entidades consultadas esperan no tener dificultades para pagar las preferentes. Entre ellas, varias cajas que tienen previsto pedir ayudas al fondo para la banca (Frob). Hay que considerar, además, que el sector tiene coberturas de tipos de interés con productos derivados, que rebajan el importe efectivo de los intereses.
El Frob, sin límite a las preferentes
Las entidades que acudan al fondo de reestructuración (Frob) podrán remunerar las preferentes si sus resultados se lo permiten. La norma sólo menciona las preferentes al referirse a las integraciones con mayores necesidades de ayudas.
“Estas entidades no podrán remunerar instrumentos de recursos propios de naturaleza híbrida en tanto no sea en cumplimiento de una obligación legal o de un compromiso contractual”. En la práctica, se da vía libre a que las entidades paguen los intereses, en línea con la pauta marcada en otros países. “Sólo se ha prohibido el pago cuando las ayudas han sido muy altas y hay un daño serio para la competencia”, explican en el mercado.
http://www.expansion.com/2010/04/05/opinion/1270498024.html
El riesgo de las preferentes
La apremiante necesidad de obtener liquidez y mejorar la solvencia ha llevado a las entidades financieras, en particular a las cajas de ahorros, a pisar el acelerador de instrumentos como los bonos convertibles, la duda subordinada y las participaciones preferentes.
El sector necesita contar con 4.000 millones de euros para retribuir este tipo de títulos este año, lo que representa nada menos que el 20% del beneficio obtenido en 2009.
El empeño de las entidades por comercializar este tipo de productos se ha hecho notar sobre todo en las colocaciones de preferentes, de las que los pequeños inversores han asumido 12.000 millones desde 2008. Este sofisticado producto financiero, en un escenario de mayores necesidades de capital, permite mejorar los recursos propios del sector.
Pero las certezas en las ventajas que suponen para las entidades se tornan en incertidumbres sobre el atractivo, más bien dudoso, que pueden tener para el pequeño inversor desde el momento en que se trata de activos perpetuos –el ahorrador no tiene un horizonte temporal de su inversión– y el relativamente elevado tipo de interés que pagan, uno de sus principales ganchos, no está garantizado porque depende de que la entidad obtenga beneficios.
Los resultados de 2009 han asegurado la remuneración en 2010, pero serán las cuentas de este ejercicio, que se plantea muy complicado para la banca –muchas entidades podrían entrar en pérdidas–, las que marquen la pauta para los abonos el próximo año.
Será curioso comprobar si, llegado el caso, el Banco de España aplicará a otras entidades el mismo criterio que en Cajasur, a la que autorizó a abonar el cupón trimestral de sus preferentes pese a registrar pérdidas de casi 600 millones en 2009.
La intención del regulador era engrasar la prevista fusión de la entidad cordobesa con Unicaja, pero lo que debería entender como una excepción es un precedente no exento de riesgos pues se da el caso de que aquellas entidades con riesgo de pérdidas, y por tanto no obligadas a pagar preferentes, son también carne de fusión.
Dada la complejidad de las preferentes, sobre las que la CNMV ha exigido máxima cautela, debería establecerse un régimen de comercialización con el máximo rigor y asesoramiento al minorista, a menudo sin la suficiente cualificación financiera.
Las redes de oficinas de bancos y cajas no parecen la vía idónea para captar la inversión. Los bancos tienen una alternativa clara a las preferentes para reforzar su solvencia: las ampliaciones de capital.
Pero las cajas no cuentan con esta baza y las cuotas participativas no parecen la solución, sobre todo en un momento en el que la desconfianza hacia este sector está en máximos, lo que ilustra, como recordaba recientemente Fernández Ordóñez, la necesidad de implementar nuevas fórmulas para que las cajas puedan captar recursos propios.