Venta de carteras de vida en extinción
La industria española del seguro se prepara para la aparición de un tipo de transacción inédita aquí pero habitual en otros países europeos, como Reino Unido, desde hace años: la venta de carteras de vida en extinción o run-off.
Entidades del sector están analizando el traspaso de estos portfolios en situación vegetativa, es decir, que no admiten nuevos clientes y viven condenados a perecer con el vencimiento de las pólizas y la salida de asegurados. Y según indican fuentes del mercado, el sector asistirá el próximo otoño a varios anuncios de desinversión de estas características.
Fondos de inversión internacionales, entre los que se incluyen gigantes de la envergadura de Apollo, CVC, Cinven o JC Flowers, llevan meses buscando generar y aprovechar oportunidades de adquisición en España de carteras de vida sin actividad comercial. Y con ese objetivo han conseguido establecer contacto con diversas compañías de seguros.
Para estos compradores, el atractivo de las carteras en extinción está vinculado a las posibilidades de optimizar la gestión de activos. El negocio reside, por tanto, en el valor que consideran obtendrán a través de la aplicación de herramientas y procedimientos de gestión propios, capaces de reportar rentabilidades más altas. Además, se basan en la construcción de sinergias y economías de escala al comprar múltiples carteras.
La parte vendedora también encuentra motivaciones para acudir a este tipo de operaciones. Transferir portfolios vegetativos proporciona a las compañías una válvula de escape rápido de un negocio que agoniza, a cambio de un capital que puede ayudar a satisfacer las exigencias introducidas por la directiva europea Solvencia II o reutilizarse en el lanzamiento de otros proyectos.
De hecho, la nueva regulación que pesa sobre el seguro europeo -y que será de absoluta aplicación en enero de 2016- estaría actuando como importante acicate para que las aseguradoras den el paso hacia la cesión de estas carteras, explican en la industria. «Mayores requisitos de capital para ciertos productos estimularán las desinversiones de paquetes cerrados y run-off», apunta un informe reciente de la reaseguradora Swiss Re sobre fusiones y adquisiciones en el seguro.
A disposición
En España, la reestructuración financiera acometida en los años de crisis ha contribuido a revolucionar el mapa del canal banco asegurador, movimiento que asimismo ha provocado la entrada en run off de una cantidad nada despreciable de carteras aseguradoras. Las entidades protagonistas de la consolidación del sector han acogido bajo su paraguas pólizas de vida derivadas de antiguas alianzas de las cajas de ahorros desaparecidas.
Ergo Vida, la cartera fruto del acuerdo de bancaseguros de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) con DKV es uno de esos portfolios run-off, en los que ya no hay nueva producción pero que siguen necesitando gestión. Idéntico estatus tiene Mediterráneo Vida, bajo dominio de Banco Sabadell después de que en 2013 el banco catalán comprara a Aegon su 50% en la joint venture constituida con la CAM. Las carteras de Aseval (Aseguradora Valenciana) y Laietana Vida, controladas por Mapfre, también responden a este patrón.
Dada la abundancia de ejemplos, no extraña que España se haya convertido en un caladero sobre el que poner el foco de actividad para los fondos interesados en comprar activos de este tipo. Ahora, solo queda ver con qué intensidad materializan esas operaciones.
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