"...que los muy simplones hubieran llegado a pensar que con su actividad fueran a ser capaces de impedir los lanzamientos y de paso de cambiar el mundo"
Pues sí, otros simplones antecesores suyos y nuestros, con su lucha y su sacrificio han conseguido que la sociedad cada vez sea un poco mejor. Aún queda mucho, mucho por hacer, que estos simplones o sus sucesores conseguirán, no lo dudes.
Lo siento, me produce pena y tristeza tu post, al cual no iba a responder por simple, pero al final lo he hecho.
Estimado Tomás, el factor común ya es muy importante: ¡INDIGNADOS! (les han/hemos quitado la dignidad). Son tantos los motivos: corrupción, vivienda, empleo, salarios, precios, expectativas...etc. Sin ilusión y esperanza no hay vida. Y ese es su problema. Ven un futuro incierto ante un presente tan horroroso, que no me extraña tengan una verbena de ideas y pensamientos que le desborde para poder concretar.
Por lo demás, inmejorable su movimiento, su ejemplo, su esfuerzo y su razón.
Saludos
Así es Franlodo. Suscribo integro tu comentario. Hay que votar en conciencia y no por afición o simpatía. En mi caso, si me he inclinado por uno de los dos grandes partidos es por que se les ha hecho pasar como los responsables de todos los males que nos acucian y en todo caso se les debería haber reprochado que no se enteraron, mientras se dedicaban a otras labores e incluso pensaron que esto era jauja. Luego, el hecho de haber tomado medidas poco sociales pero algunas necesarias, en contra de sus principios teóricos, demuestran un hecho inequívoco:arrepentimiento y ganas de corregir la situación. Cuestión que tampoco he visto en el otro partido y al cual yo le he sacado tarjeta roja por su pasividad y dejadez en esta ocasión.
Hay momentos en que las legitimas ambiciones de poder se deben de aparcar, remangarse uno y ponerse a trabajar, aunque solo sea por esos 5.000.000 de conciudadanos a los que más fuerte les ha golpeado esta crisis. Después ya veremos.
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Adan esmit02/05/11 01:22
Ha comentado en el artículo Una crisis anunciada
Sin entrar en tecnicismos, sólo quiero hacer ver que con independencia de los factores que pueden desequilibrar la economía, nuestro comportamiento, el de la sociedad en su conjunto, en vez de reaccionar de una forma serena y tratar de corregir esos factores, alimentamos la crisis y la hacemos insostenible, favoreciendo los intereses de quienes la han propiciado y no la sufren.