Mi experiencia con las devoluciones alemanas ha sido la siguiente desde el año 2009: - Hasta el 2012, Alemania aceptaba una simple carta con los extractos del banco donde se realizaba el ingreso de los dividendos. En mi caso era ING, que en una carta ING ponía los distintos dividendos y la sellaba con un sello del banco. No cobraban nada. Y de esta manera se podían pedir todas las retenciones, por pequeñas que fueran. El BsF contestaba y pagaba en tres/cuatro meses. Se notaban que eran alemanes, gente cumplidora. - El año 2013 también fue así. Pero la Agencia Fiscal Alemana (BsF), en su contestación aceptando la devolución, ya me advirtió que era el último año en aceptar ese tipo de certificados del broker/banco depositario. - A partir del 2014 hay que pedir un certificado de la entidad pagadora, que suele ser un banco o entidad financiera alemana. Este certificado lo tiene que pedir el broker español a la entidad pagadora alemana. Aquí empezaron los problemas. Para retenciones pequeñas ya no era posible recuperar la retención porque el coste del certificado (uno por apunte o pago de dividendo) es superior al exceso de retención a devolver. Y conseguir el certificado no era fácil, ni siquiera en ING. Decenas de llamadas solicitándolo y cartas quejándome a la entidad. Así estuve 4 años más con ING. Conseguía los certificados, pero era un sufrimiento. Y la máquina burocrática alemana empezó a fallar. Se pasaron de 3-4 meses del 2009 a poco a poco irse incrementando los plazos. - A partir del 2017, traspasé las dos posiciones más importantes alemanas a Interactive Brokers UK. Con IBUK, el proceso era muy fácil, en 15 días tenía los certificados de Clearstream (Deutsche Börse Group) por correo en casa. La Hacienda alemana aceptaba los certificados sin problemas. Todo iba sobre ruedas. Así durante los siguientes tres años. - Para los años 2020 y 2021, solicité la devolución de los años en un mismo formulario. Y me ha ocurrido lo mismo que comenta Truner. Mi solicitud enviada a principios de enero del 2022 ha sido contestada a mitad de abril del 2013. Han tardado un año y tres meses en contestar. Y encima la solicitud ha sido denegada. Un trámite que venía haciendo desde hace 11 años ahora es denegado. Se sacan de la manga que los Tax Vouchers emitidos por Clearstream (Deutsche Börse Group) no se ajustan al formato demandado por BsF. Certificados que llevaban aceptando desde hacía cuatro años, resulta ahora que no son aceptables.En mi caso estoy hablando de varios miles de euros de devoluciones. Y que me afectan no solo a los años 2020-2021 sino también me afectará al año 2022 ya enviada la solicitud y a los dividendos de este 2023 pagados esta semana.Además, IBUK funcionaba muy bien. Desde el Brexit, la cuenta se pasó a IBIE (Irlanda) y el cambio ha sido a peor. IBIE se desentiende de los certificados de Clearstream. En fin, patético.Conclusión:Financieramente, la Europa del Euro es una maquina burocrática que necesita exprimir a sus ciudadanos todo lo que pueda para funcionar. La burocracia es una forma de robar, tiempo y dinero, a sus ciudadanos. Alemania, ya no es el país serio que era antes. Así me lo ha demostrado su evolución en este asunto. Con la guerra, la subida de intereses, la crisis, …. debe andar mal de dinero para no pagar las devoluciones de dividendos y buscarse burdas excusas. Los miles de millones en dividendos de los pequeños ahorradores que se quedan en las arcas de los países europeos es una vergüenza. ¿Para que se firman Convenios de Doble Imposición bilaterales, si luego no se establecen mecanismos adecuados para evitar la doble imposición? Estamos hablando en la era de internet y de las comunicaciones, con los servicios financieros interconectados.Y en España por supuesto más de lo mismo. En Alemania nos retienen un 25 % + 1,375% del impuesto de solidaridad. Al hacer la declaración de la renta, la casilla 588 para evitar la doble imposición, la agencia tributaria española hace el cálculo suponiendo que solo se ha tributado un 15 % en Alemania, y no el 26,375 % real. Con lo cual, el resultado es que tendremos que tributar otro 4-5 % más en España por esos dividendos. O sea, en mi caso, que es el de la amplia mayoría de ahorradores, como no conseguiremos la devolución alemana, pagaremos un impuesto del 26,375 % en Alemania y otro 5 y pico % de tributación en España. Y así es para todos los dividendos en Europa. Los ciudadanos europeos deberíamos decir “basta ya” bien alto y claro.