Con el párrafo "A veces lo aburrido visualmente, puede llegar a ser divertido. Todo depende del color del cristal con que se mira, de la intención con que se mira, del ánimo, de las ganas, de tantos factores...", me has hecho recordar una frase del libro "El Principito": «Sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos». Libro muy recomendable para volverlo a leer en horas bajas, es de los que se podrían catalogar como libro-botiquín. ¡¡¡No dejemos que muera el principito que todos llevamos dentro!!!
¿Los Teleñecos? Claro que los conozco, marcaron una época dentro de la programación infantil en televisión. Antes con dos canales había programas buenos para todas las edades, y ahora con infinidad de canales, es un churro lo que hay. No sé si soy objetivo, o sólo se trata de inocente nostalgia manriquiana de que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero es lo que pienso.
Sí, de las participaciones "de a peseta" que regalaban los comercios, me acuerdo muy bien, ya que en su día, por curiosidad, calculé lo que correspondía si tocaba el Gordo, y me salía 10.000 ptas. de premio por una peseta de participación. Y yo decía que mejor que no me tocase, porque el colmo del gafe no es que no aciertes ni el reintegro, el colmo de los colmos es que te toque el Gordo jugando una peseta, y no te de ni para invitar a una mariscada a los más allegados, jajajaa.
Esto que quede entre nosotr@s y no salga del hilo de Lisboa, pero para que toque el Gordo, hay que invocar a las fuerzas de la termodinámica, a través de un conjuro bioenergético, para que los vientos de la entropía nos sean favorables con las leyes de la probabilidad. No sólo haylas; haberlos, haylos, jejeje...
Un saludo.