Bueno, a ver si me voy poniendo al día con los comentarios, llevo una temporada bastante complicada, pero gracias por seguir entrando al blog...
Sí, en efecto China ya va un poco caro para ciertas cosas y eso "ya lo decía yo" hace diez años. Hemos visto una escalada de deslocalizaciones con el objetivo de reducir costes y ajustar las cuentas de resultados (lo cual es legítimo, racional y factible en una economía globalizada), pero se trata de una estrategia miope, insostenible a largo plazo. El ahorro tiende a reducirse con el tiempo y está dejando nuestras economías como un desierto, teniendo en cuenta que nuestros modelos productivos siguen instalados en el gran consumo y en el "usar y tirar".
Ya que mencionas a Zara, te pongo el ejemplo del sector textil. Cuando yo era niño (no hace tanto), la ropa duraba años y, aunque la moda ya imponía unas pautas de consumo, la ropa se compraba por temporadas, no cada 15 días. Lo que han hecho las "multinacionales" ha sido adaptarse a los nuevos patrones de compra: las familias tienen mayor poder adquisitivo, han cambiado las proporciones de gasto (se gasta menos en alimentación y más en ocio), se exige más cantidad por menos dinero, aunque sea en detrimento de la calidad... A medida que una economía crece, las familias ahorran en productos de consumo básico y liberan recursos para adquirir bienes o servicios que antes estaban vetados a las clases medias (tecnología, un segundo coche en el garage, vacaciones o escapadas de fin de semana...). Por supuesto habrá familias que se puedan permitir comprar ropa cara o alimentos ecológicos pero el común de los mortales nos conformamos con las camisas del Alcampo o del Carrefour... y claro, eso tiene consecuencias. Las empresas tienen dos opciones: o dan servicio al gran público (produciendo más por menos) o "se rebelan" y se especializan en productos de calidad dirigidos a públicos más reducidos.
Por cierto, me alegra saber que Bangladesh ya dejó el furgón de cola hace unos cuantos años, al menos en Indice de Desarrollo Humano. La actividad económica que generan las "multinacionales" y los programas de desarrollo basados en cooperativas y microcréditos están sentando bien, por lo que se ve. Lo digo sin ningún tipo de cinismo. Como digo en el post, no es justo exigir que estos países tengan el nivel de bienestar de Noruega para que empiecen a competir en el comercio global.
La economía española necesita nuevas ideas para seguir creciendo, no podemos competir en costes (salvo que nos dediquemos a devaluar nuestros nivel de vida de manera continua). Exigir mayor regulación nos puede dar algo de protección durante algún tiempo pero me temo que las costuras siempre van a acabar rompiéndose. Y no me refiero sólo al comercio internacional, también a sectores domésticos como el transporte de viajeros, el turismo o la producción cultural. Los nuevos modelos de negocio van a acabar imponiéndose nos guste o no.
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