No estoy de acuerdo Rsanjose. Tanto la compra como el alquiler son gastos por un servicio si lo que haces es vivir en la vivienda. Si alquilas, estás gastando la cuota del alquiler en tu solución habitacional (y tienes controlados los gastos y a veces incluidos otros, pero este es otro tema). Cuando te compras una casa, gastas una cantidad de dinero en el momento de la compra y si la financias se distribuye en las cuotas (parte llamada capital). Otra cantidad de dinero que sigues debiendo es variable y aumenta o disminuye (esto es un alquiler de dinero o también llamado intereses). La ratio intereses-capital de la cuota es variable y actualmente es fácil ver más intereses que capital amortizado. Es decir, pagas más alquiler de dinero que capital y muchas veces, más que lo que pagarías por el alquiler de la misma casa. Pero lo realmente importante es que cuando compras una vivienda sobrevalorada (situación generalizada desde el año 2003) estás gastando mucho más en la compra que lo que realmente vale. Si compras para vivir, y quieres materializar tu "inversión", debes venderla (muy difícil en un entorno de sobreoferta) y más cara de lo que te gastaste (normalmente 15% mínimo). Y buscarte otra solución habitacional, claro. Pero, ¿y si el precio de venta que te ofrecen es menor que la hipoteca? ¿Qué haces con tu "inversión"? Pues entonces te das cuenta de que es un gasto y lo único que se ha invertido es el color de tu dinero en el banco. Así que si puedes pagar tus cuotas, pues disfruta de tu gasto mensual. Si no, preocúpate mucho porque te tendrás que buscar otra solución habitacional y seguirás pagando la deuda.
Por cierto, vivo de alquiler y no pago comunidad, ni IBI, ni reparaciones, ni muebles y no he pagado ni IVA/IGIC, ni comisión de inmobiliaria, ni gastos de constitución de hipoteca, ni gastos de notaría, ni gastos de tasación, y si me quiero ir no tengo que pasarle el muerto a otro.
Bueno, perdón por el rollo. Si compras una vivienda y tu intención es no vivir en ella sino revenderla, podría considerarse una inversión, muy mala por cierto.