Para mi la cuestión es: ¿puede el mundo, con sus restricciones en cuanto a recursos disponibles y limitados, generar la producción necesaria para poder pagar la enorme deuda que ha contraído y sigue contrayendo?
Sin una innovación tecnológica sin precedentes me temo que será imposible. Hay que ponerse manos a la obra, no hay tiempo que perder.
En cuanto al impago de la deuda, totalmente de acuerdo: tendría repercusiones muy poco previsibles y muy probablemente generaría inestabilidades para nada deseables.