Para mí tener un activo como el oro en una cartera de inversión me parece imprescindible. Como valor conservador, su comportamiento históricamente supera a la mayoría de los productos conservadores que suele utilizar la gente como las cuentas corrientes, las de ahorro, los fondos monetarios, los depósitos y como la renta fija no me gusta porque no me fío del nivel de deuda desbocado que tiene los países actualmente, ni me gusta invertir en deuda corporativa, me parece el valor más adecuado para estar invertido en él.Pero hay que saber con qué objetivo lo tienes, para qué y para cuando lo quieres usar, y decidir en qué porcentaje lo debes tener dentro de tu cartera.
Analizar el momento para tomar las mejores decisiones en cada situación, promediar a la hora de entrar a los mercados guardando algo de liquidez para aprovechar oportunidades por el camino, tener claro el horizonte temporal de tus inversiones para escoger los productos correctos a cada objetivo, pensar en medio y largo plazo es una receta que te permite asumir volatilidades para aumentar la posibilidad de tener las rentabilidades positivas que necesites para alcanzar tus objetivos.
Hay que buscar todas las alternativas posibles para tener máxima diversificación y así disminuir el riesgo y la inversión en diamantes es una inversión atractiva a corto plazo.
Conocer todas las alternativas legales para reducir la factura con hacienda es bueno para todos. Las deducciones, las desgravaciones y demás que hay disponibles, están ahí porque son positivas para el Estado, para las empresas y para los contribuyentes.
Las crisis son inevitables, pero la experiencia nos ha demostrado que de todas las crisis se sale y de todas las crisis se aprende algo. La diferencia es lo preparado que estés para afrontar la próxima crisis y cómo te vas moviendo cada año en función de las circunstancias.Si planificas correctamente, guardas un colchón para imprevistos, no te gastas el 100% de tus ingresos en el día a día si no que una parte de esos ingresos la pones a trabajar para ti y te proteges por el camino por si te ocurre algo que te impida trabajar ya sea temporalmente o para siempre, estarás mucho más preparado para afrontar la próxima crisis que inevitablemente acabará llegando.
Apredender de la experiencia y adaptar cada año las planificaciones y estrategias financieras para estar, de una forma activa, donde haya que estar en cada momento, es lo que a la larga hace que esa línea que no es recta en el corto plazo por los vaivenes de la economía se convierta en una línea recta de tendencia positiva con el paso de los años.
Analizar los momentos para no dejarte llevar por las mareas del mundo de la inversión, es lo que te permite actualizar tu cartera a los activos más adecuados en cada situación y optimizar los resultados en función de tus objetivos y del tiempo que tengas para alcanzarlos