Efectivamente, Gurúmarabú. La deuda es insostenible y se ha convertido en una burbuja descomunal. Por ahora, esa burbuja aún no ha estallado. Cuando lo haga, entonces sí será el momento de preocuparse de verdad.
La reacción ha sido desmesurada, pero el sector financiero reacciona muy mal a este tipo de noticias, aunque en realidad no es para tanto. Sin embargo, su dependencia del dinero barato se ha vuelto excesiva. Ese es el gran problema.