El momento en el que un avión consume más cantidad de combustible por minuto es sin lugar a dudas, durante la fase de despegue y ascenso. Es en ese momento cuando los motores deben generar una gran cantidad de empuje para superar la resistencia del aire y la gravedad; factores que provocan un mayor consumo de combustible por minuto transcurrido. Y si bien es la fase de crucero durante la cual el avión pasa la mayor parte del tiempo, y por consiguiente la fase en que se termina consumiendo más combustible, es esa fase de crucero la que genera menor consumo de combustible por minuto; dado que es en ese momento cuando se alcanza la mayor altitud y se estabilizan los motores, permitiendo que éstos trabajen de forma más eficiente al llevar una velocidad constante. Es en ese punto de mayor altitud cuando la resistencia del aire es menor, debido a una combinación óptima de temperatura y presión que reduce la potencia necesaria para mantener la velocidad, y permite una combustión más eficiente.
Debido a las distancias que recorren y la potencia que necesitan, serán entonces los aviones los medios de transporte que mayor consumo de combustible demanden; y por lo tanto, que mayor contaminación generen.
Hacia una menor generación de dióxido de carbono
La industria de la aviación lleva ya algunos años trabajando para reducir las emisiones de dióxido de carbono, y alcanzar un consumo de combustible más eficiente.
Ese esfuerzo se vio impulsado por regulaciones más estrictas, mayor conciencia climática y avances tecnológicos.
Producto de ello serán los diseños más aerodinámicos y el uso de materiales más livianos para las aeronaves, el desarrollo de software de navegación más eficiente e implementación de técnicas como “continuous descent” o taxi eléctrico, mayor eficiencia en los motores, avances en aeronaves eléctricas e híbridas aunque actualmente solo existan prototipos, y el uso de combustibles sostenibles de aviación (SAF).
Los SAF (Sustainable Aviation Fuels), son biocombustibles que pueden reducir las emisiones de CO2 hasta en un 80% a lo largo de su ciclo de vida, comparados con los combustibles fósiles. Lo más interesante de estos biocombustibles, es que están compuestos por materias primas como aceites usados de cocina y grasas animales, residuos agrícolas, forestales o cultivos no comestibles que producen biomasa lignocelulósica, azúcares, almidones, entre otros componentes. Este tipo de combustible puede mezclarse hasta en un 50% con el combustible fósil sin necesidad de adaptar motores, lo que reduce el impacto ambiental que producen las aeronaves.
Dados los beneficios que ofrecen los combustibles SAF, y el alto grado de contaminación que producen las aeronaves mediante el uso de combustibles fósiles, desde el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea se estableció un marco jurídico para incrementar el uso de Combustibles de Aviación Sostenibles (SAF) en la Unión Europea, mediante el Reglamento (UE) 2023/2405 más conocido como ReFuelEU Aviation, cuya entrada en vigor fue el pasado 1 de Enero de 2025, y que a modo de resumen, tiene como objetivo garantizar un campo de juego equitativo para el transporte aéreo sostenible en la Unión Europea; y para ello los proveedores de combustible deben garantizar que al menos el 2% del combustible de aviación suministrado sea SAF. A su vez, este porcentaje irá aumentando gradualmente durante los próximos años hasta lograr a partir del 2050, que al menos el 70% del combustible de aviación utilizado en vuelos que salgan de aeropuertos de la UE sean Combustibles de Aviación Sostenibles (SAF). Es aquí donde se abre una puerta para la entrada de capitales que buscan invertir en una industria en auge, con un claro potencial de crecimiento para los próximos años.
El potencial de las energías renovables más allá de los nubarrones a la vista
A las bajas rentabilidades que venían manteniendo los valores vinculados con la sostenibilidad debido a las subidas de tipos de interés para frenar la inflación, se les sumó el cambio radical en política energética que adoptó la Casa Blanca a partir de Enero de 2025, cancelando miles de millones de dólares de subvenciones para alrededor de 300 proyectos de energías renovables que actualmente se encuentran bajo revisión de la Administración Trump, y dar así prioridad a la explotación de combustibles fósiles.
Pero a pesar de esas bajas rentabilidades generadas por los valores de energías sostenibles a lo largo de los últimos años, entre los años 2019 y 2023 la capacidad de energías renovables se incrementó en un 52% a nivel mundial según datos de la Agencia Internacional de la Energía. El 80% del incremento de la generación mundial de electricidad vino de fuentes renovables durante el año 2024; y ese mismo año justamente en Estados Unidos, más del 90% de su incremento provino de energías renovables.
Aun así, desde la llegada de Donald Trump al poder los inversores han dejado de lado el sector de las energías limpias por temor a los cambios regulatorios; aunque no todo dependerá de la política, dado que la demanda de los usuarios de este tipo de energías es igual de relevante.
Muchas industrias y sectores económicos se irán convirtiendo en grandes demandantes de energías limpias, tales como los centros de datos, dado que éstas suponen la mejor alternativa energética desde el punto de vista financiero. Y así quedó demostrado incluso durante el primer mandato de Donald Trump, en el que la capacidad de energía solar se incrementó notablemente. Y es de esperar que la transición energética siga su rumbo con o sin el apoyo del Gobierno de Estados Unidos. Será Europa entonces la que siga liderando esa transición, debido no solo a la conciencia climática sino a su necesidad de alcanzar cuanto antes la independencia energética; lo que se traduce en una cuestión de soberanía.
La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) es otro de los factores que está disparando el consumo de energía a través de los centros de datos que mencionaba anteriormente, y éstos serán grandes demandantes de energías limpias, y también se esperan inversiones en el sector de almacenamiento de baterías.
Esas bajas valoraciones que afectan a los activos vinculados al sector de las energías renovables, con valores que cotizan actualmente con descuento, seguramente representan una gran oportunidad de inversión para posicionarse a largo plazo en un sector que se espera que experimente un crecimiento de la mano de la energía solar, cuyos costes de instalación se han visto reducidos y ofrece soluciones de almacenamiento de energía más fiables y rentables que años anteriores.
Pero no todo vale dentro de este sector, y habrá que ser muy cuidadosos a la hora de elegir los valores, dado que éstos tendrán que cotizar a un buen precio. Y si no eres especialista en la materia para saber cuándo una acción cotiza a buen precio, lo más recomendable será invertir en un Fondo que se especialice en el sector de las energías renovables, delegando así esa tarea de búsqueda a los gestores especializados.
Robeco Smart Energy
Animado por el potencial que ofrecen las energías renovables debido a múltiples factores como el aumento de la conciencia de los consumidores sobre la necesidad de reducir los niveles de contaminación, o el incremento de las regulaciones, o la búsqueda de esa soberanía energética para el Viejo Continente entre otros motivos, una vez más decidí acudir al Supermercado de Fondos de Inversión de EBN Banco, con el fin de identificar la clase más barata de un Fondo vinculado a la transición energética; y en esta ocasión me decanté por el Fondo Robeco Smart Energy.
Este Fondo de Inversión en Renta Variable Global de Energías Alternativas con fecha de lanzamiento en Octubre de 2020, presenta una volatilidad del 25% y una beta de 1,44 con respecto al Morningstar Gbl Renew Enrg NR USD. A su vez, su nivel de riesgo está catalogado en un 5 dentro de la escala del 1 al 7, en la que 7 es el nivel de mayor riesgo.
Con cinco estrellas Morningstar, el Fondo invierte en empresas de todo el mundo que ofrecen tecnologías para producción y distribución de energías limpias, infraestructuras de gestión de la energía y eficiencia energética. Estas empresas hacen posible la electrificación y la descarbonización de la cadena de valor de la energía, tales como las tecnologías renovables, las redes eléctricas inteligentes, el almacenamiento de energía y las soluciones energéticamente eficientes para los sectores de la construcción, el transporte, la industria y los macrodatos. La selección de estos valores se basa en el análisis por fundamentales.
El fondo tiene como objetivo la inversión sostenible, y su estrategia integra criterios de sostenibilidad en el proceso de selección de valores.
De las ocho clases que presenta el Fondo, a continuación te facilito los datos y condiciones de la más barata, si la contratas por medio del buscador de Fondos de EBN:
Para comparar su desempeño, el Fondo utiliza como referencia el MSCI World Index (Net Return, EUR), al cual incluso tiene como objetivo superar en rentabilidad. A continuación, puedes ver la evolución de la rentabilidad del Fondo desde su lanzamiento hasta el 25 de Abril de 2025.
Las rentabilidades anualizadas del Fondo, son las que se expresan en el siguiente cuadro:
A continuación, te presento al equipo gestor del Fondo:
Todos ellos, gestores de Robeco Institutional Asset Management B.V.
La cartera del Fondo se construye sobre la base de un universo de inversiones elegibles, que incluye empresas cuyos modelos de negocio contribuyen a los objetivos de inversión temáticos. Al 31 de Marzo de 2025, su cartera estaba compuesta por las principales posiciones que se exponen a continuación:
Y por hoy me despido, dado que tengo que tomar un vuelo hacia el otro lado del Atlántico. Y quizás, cuando alcancemos la fase de crucero y se estabilicen los motores, me invada la idea de pensar que estoy viajando gracias a un chorrito de aceite de cocina reciclado… ¡Quién diría que ese mismo aceite que hace unos días sirvió para freír unas patatas, hoy me ayude a cruzar el Atlántico!
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