Ante la subida el pasado mes de enero del IVA del 18% al 21% las patronales del sector educativo y las AMPAs de toda España han anunciado su malestar ante dicha medida, ya que supone un incremento de la factura de hasta 15 euros mensuales. A ello hay que añadir la subida que también sufrirán otros servicios, como la acogida matinal u otras actividades extraescolares, que ahora tampoco aplican el tributo.
Asociaciones de AMPA y empresas reclaman quedar libres de pagar este tributo, es decir la exención, ya que consideran que en los comedores también se presta un servicio educativo.
La factura del comedor consta de dos partes: la comida, gravada con un 10% de IVA y el serivio de los monitores, gravado con un 21%. Esta segunda parte es la que ha causado el conflicto. Según la interpretación de la Dirección de Tributos, que es vinculante, a la parte de los monitores sí se les debe aplicar el impuesto: un 10% cuando se trata de menores de seis años y un 21% para niños mayores de esta edad.
También preocupa el efecto que la aplicación del 21% de IVA pueda tener en otros servicios, como la acogida matinal o las actividades extraescolares. Aquí, a diferencia del comedor, no hay un precio máximo fijado por ley.
Las empresas que prestan dichos servicios se encuentran en una situación complicada, ya que no pueden subir los precios, los cuales son como máximo de 6.2 euros fijados por el departamento de enseñanza. Así que, aseguran que ante dicho aumento del coste se verán obligados a ofrecer productos de menor calidad o despedir monitores, en concreto señalan que deberán prescindir del 15% de los monitores.
Según empresas y familias la aplicación del 21% de IVA al servicio de monitores contradice la propia ley del IVA y una directiva europea que deja exenta de impuestos los servicios educativos y de protección de la infancia.
En medio de tanto revuelo la comisión europea afirma que España aún tiene margen para subir el IVA y los impuestos de la energía, alegando que, “España sigue teniendo uno de los tipos de IVA y uno de los impuestos medioambientales más bajos de la UE”.
Es cierto lo anteriormente comentado, pero no es menos cierto que España posee un salario mínimo interprofesional cifrado en 645,30€ que dista mucho de la media europea.
En caso de cumplirse la recomendación y se suba el IVA, se agravará la situación actual, protagonizada por la escasez de renta disponible por parte de los consumidores a causa de los bajos salarios y las altas cargas a asumir en proporcion de él, lo cual disminuye la capacidad de consumo y por ende el aumento de la recesión.
Cual es vuestra opinión , ¿ Debería realizarse alguna exención ?
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Jose Antonio Soler
CIRO Consulting