Empezar algo no es tarea fácil y llevar a cabo una aventura empresarial mucho menos. Generalmente los emprendedores se encuentran con muchas trabas a la hora de sacar adelante su idea. Ideas para las que trabajan las 24 horas del día, 7 días a la semana. Los comienzos son difíciles para todo el mundo.
Muchas de las personas que en su momento, sin saberlo, fueron emprendedores, hoy son grandes empresarios de éxito. Dirigen empresas fabulosas que funcionan igual que lo hace un reloj suizo. Debido a que en muchos de los casos, estos empresarios, saben el esfuerzo que les ha costado alcanzar la cima, suelen dar algún consejo a los emprendedores que hoy intentan alcanzar el éxito empresarial.
1. Juan Roig, presidente de Mercadona
Cuando tengáis una idea, no os va a apoyar nadie. Los apoyos llegarán cuando llegue el triunfo. Muerto el toro, todos quieren ser Manolete.
En 1977, Juan Roig quiso modificar la gestión de los primeros supermercados Mercadona, que habían puesto en marcha su padre y su hermano Paco Roig. Esto supuso que Juan terminase fuera de la empresa, constituyendo su propia cadena, Supermercados 2001. Gracias a los resultados que obtuvo con este proyecto, consiguió volver a la empresa para liderarla.
2. Amancio Ortega, cofundador de Inditex
Amancio Ortega es el cuarto hombre más rico del mundo para la revista Forbes en 2014. Amancio Ortega pasó de chico de los recados, a comercial de la empresa de confección La Maja, donde conoció a su ex mujer, Rosalía Mera. A partir de ese momento comenzó a gestarse Zara. El primer éxito de la empresa fue la venta de batas acolchadas de guata que la pareja cosía por las noches.
Para Amancio Ortega uno de los puntos más importantes a la hora de gestionar una empresa es evitar el endeudamiento.
Tanto tienes, tanto gastas.
3. Bill Gates, cofundador de Microsoft
Bill Gates abandonó la Universidad de Harvard a los 20 años para fundar Microsoft. En junio de 2008 abandonó sus labores al frente de Microsoft cediendo el control de la empresa a Steve Ballmer, amigo suyo desde la época en la que fundo la compañía.
El mayor asesino de una compañía es el rechazo a adaptarse al cambio.
Aunque las compañías fracasan por muchas razones, algunas veces porque son administradas de forma deficiente, otras porque simplemente no crean los productos que los clientes quieren, no saber adaptarse es el peor error de un empresario. No se puede mirar sólo al pasado o al estado actual del mercado. También hay que mirar adónde va y hacia dónde puede dirigirse bajo ciertas circunstancias.
4. Jeff Bezos, fundador de Amazon
Jeff Bezos es uno de los padres fundadores del comercio electrónico, gracias a su visión de cómo crear una empresa global y a su capacidad para innovar y ponerse por delante del mercado. Para Jeff Bezos una de las claves es olvidarse de la competencia:
Hay que tener miedo de los clientes, porque son ellos quienes tienen el dinero. La competencia nunca va a enviar dinero.
5. Mark Zuckerberg, cofundador de Facebook
Si no tienes experiencia, rodéate de talento.
6. Nikles Zennström, fundador de Skype
En 2003, Nikles Zennström, revolucionó las telecomunicaciones con su servicio gratuito de llamadas por Internet (Skype). Mas tarde se lo vendió a eBay por 2.100 millones de euros. A día de hoy se dedica a invertir en nuevos proyectos emprendedores. Para él, ser emprendedores es una forma de vida.
Piensa en global.
Ahora el mundo es más pequeño. Antes, si eras una empresa española, te expandías en España y luego, a lo mejor, a otros países de habla hispana. Con el avance tecnológico y el mercado online hay una oportunidad para ser global. Pero hay que ser fácil entender para el consumidor, esa es la clave del éxito.
7. Larry Page, cofundador de Google
Larry Page creó Google en 1998 junto con su compañero de doctorado en Stanford Sergey Brin. En estos años Google se ha convertido en una de las compañías más valoradas del mundo. Larry Page hace hincapié en la importancia del equipo. Larry Page comparte la toma de decisiones con Sergey Brin y el directivo Eric Schmidt.
Rodeate de las personas más adecuadas.
Para Larry Page cuando se emprende una aventura empresarial, es muy importante que rodearse de las personas adecuadas. Es importante rodeárse de gente que con la se es compatible y, además, no acomodarse y dejar de buscar nuevas personas que puedan aportar valor a la empresa.
8. Richard Branson, fundador del Grupo Virgin
No hay que tener miedo al fracaso. De los fracasos hay que aprender y rápidamente moverse a otra cosa.
Durante su vida Richar Branson ha fundado más de 360 empresas. Es el perfecto ejemplo de emprendedor arriesgado. Branson justifica toda su actividad emprendedora en los buenos consejos de su madre, que le enseñó a no temer al fracaso. En el mundo empresarial hay que estar hambriento, buscando continuamente nuevas metas.
Richar Branson confía en su instinto a la hora de tomar decisiones, lo que hace que muchas veces haga lo contrario de lo que le indica su equipo.
9. Daniel Ek, cofundador de Spotify
Daniel Ek junto con Martin Lorentzaon son los creadores de la plataforma Spotify. Ambos empresarios comprendiron que el futuro de los contenidos en Internet se encontraba en el streaming u otras formas que permitan acceder a ellos sin necesidad de conservarlos.
Si eres pequeño, busca tu oportunidad en un nicho.
Los negocios a los que sólo se puede acceder de forma online a través del ordenador van a tener serios problemas en el futuro. El camino se dirige hacia la conexión a la red de todo tipo de dispositivos: televisiones, coches, frigoríficos. Hay grandes oportunidades para nuevos negocios, pero a la vez existe miedo a fracasar en el intento.
10. Steve Jobs, cofundador de Apple
Durante su vida Steve Jobs llevó a cabo multitud de intervenciones públicas en las que, de todas ellas, se podría extraer algún mensaje que ayude a los emprendedores a buscar la excelencia como él lo hacía.
La calidad como religión.
Hacer un trabajo de calidad es fundamental para desarrollar una idea. El compromiso con la idea es esencial. No se pueden dejar las cosas a medias y conformarse con “es lo que hay”. Aspirar a más es importante, siempre que se haga buscando la excelencia.