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La tulipomanía: la primera gran burbuja financiera de la historia. Burbujas financieras (III)

La tulipomanía: la primera gran burbuja financiera de la historia. Burbujas financieras (III)

Holanda, invierno de 1634. En una taberna de Ámsterdam, iluminada por la tenue luz de las velas y con el aroma a cerveza rancia impregnando el aire, un mercader con las manos aún manchadas de tinta firmaba un contrato que prometía hacerle rico. “Un lote de diez Semper Augustus. Pago garantizado a la entrega”. Al otro lado de la mesa, un prestamista asentía con una sonrisa maliciosa. Aquel trozo de papel le aseguraba que, cuando la primavera llegara y los bulbos florecieran, su inversión se habría multiplicado por diez. O quizás no...



El origen de una fiebre colectiva


Los tulipanes no nacieron en Europa. Su historia comienza en los jardines del Imperio Otomano, donde eran símbolo de lujo y poder. Llegaron a Europa en el siglo XVI, adornando primero los jardines de Augsburgo antes de convertirse en el capricho de la aristocracia holandesa. Tener un bulbo raro significaba prestigio, y la clase media, contagiada por el deseo de emular a la élite, comenzó a participar en la caza del tulipán.

Sin redes sociales ni selfies, pero con un insaciable deseo de estatus, los mercaderes holandeses ansiaban demostrar que podían permitirse los mismos lujos que los nobles. Y así, en cuestión de años, un simple bulbo pasó de ser una flor exótica a la moneda más codiciada de los Países Bajos.

El mercado de los sueños: Especulación, brokers y contratos a futuro


Para 1636, la fiebre era incontrolable. Los precios se disparaban día tras día. La demanda era tan alta que se crearon mercados organizados en ciudades como Ámsterdam, Rotterdam y Haarlem. 

Según la variedad del bulbo se pagaban enormes sumas de florines:

  • Variedad Admiral Liefken de 400 perits valía 4.400 florines
  • Admiral Van der Eyck de 446 perits valía 1.260 florines
  • Childer de 106 perits valía 1.615 florines
  • Viceroy de 400 perits, 3.000 florines
  • Semper Augustus (La más valiosa) de 200 perits valía más de 5.500 florines

Pero lo realmente novedoso fue la irrupción de los contratos de futuros. El frenesí era tal que los contratos de compra y venta de tulipanes futuros se cerraban en tabernas, sin que los bulbos hubieran salido de la tierra. La confianza en que 'siempre subiría' era absoluta. Cualquiera con un poco de ingenio podía hacerse rico de la noche a la mañana. Hasta que no fue así. 

Los brokers se convirtieron en los nuevos reyes del comercio. Apostaban a la baja y a la alta, manipulaban precios y convencían a artesanos, panaderos y hasta taberneros de que invirtieran sus ahorros en un puñado de flores. Un Semper Augustus, el más raro de todos, llegó a venderse por 5.500 florines, el equivalente a una lujosa mansión en Ámsterdam.

Las historias de fortunas hechas de la noche a la mañana alimentaban la codicia de la gente. Como aquel panadero de Leyden que vendió su negocio para comprar bulbos y se volvió rico en semanas. O el notario que hipotecó su casa para especular en tulipanes y terminó comprando otra aún más grande. Pero detrás del festín, algunos observaban con desconfianza.

Un desayuno que costó una fortuna


Entre las muchas anécdotas que han perdurado de la Tulipomanía, pocas son tan reveladoras como la del marinero que, sin saberlo, protagonizó uno de los desayunos más caros de la historia. Tras regresar de un largo viaje, fue invitado por un comerciante a desayunar en su casa. En la mesa, confundió un pequeño bulbo con una cebolla y se lo comió acompañado de pan y arenques. Lo que no sabía es que aquel bocado le costaría su libertad: el bulbo valía 3.000 florines, y el comerciante, furioso, lo denunció. El marinero terminó en la cárcel, y su historia se convirtió en leyenda.

Ya no se compraban tulipanes para decorar suntuosos jardines, sino que solo se hacía para especular.

Es así cuando en cualquier burbuja se entra en su fase final.

Recuerdas cuando tu primo se compraba la casa porque en el peor de los casos la vendería más cara si perdía el trabajo en 2008. O cuando ya no se hablaba de la reserva de valor del bitcoin y el titular era el ATH nuestro de cada día. O cuando Tilray se valoraba a 100 veces ventas, sin beneficios y con el CEO aparcando el Ferrari en la puerta del polígono.

El colapso: Cuando el miedo se apodera del mercado


Como toda burbuja, la Tulipomanía entró en su fase final cuando el entusiasmo se tornó en pánico. Una mañana de febrero de 1637, un lote de tulipanes quedó sin comprador en una subasta en Haarlem. El rumor se extendió rápidamente: los precios habían tocado techo. De un día para otro, nadie quería comprar bulbos. El mercado colapsó.

Los contratos de futuros se incumplieron en masa. Si un Semper Augustus valía 4.000 florines antes de su cosecha, semanas después apenas alcanzaba los 400. Los tribunales se llenaron de demandas, pero el gobierno se desentendió. “Arreglen sus contratos entre ustedes”, fue la única respuesta oficial.

Mientras la clase media veía desvanecerse sus fortunas, los grandes comerciantes ya habían movido su dinero. Los más astutos habían convertido sus ganancias en propiedades, en inversiones en Inglaterra o en nuevos negocios. Como siempre, los pequeños inversores fueron los más golpeados. Muchos lo perdieron todo. Otros simplemente volvieron a sus oficios, con menos dinero y más cicatrices.

 
Evolución del precio de los tulipanes
Evolución del precio de los tulipanes
 

Detrás de la burbuja


Pero aquí es donde la historia se vuelve aún más intrigante. ¿Realmente fue una histeria colectiva o hubo alguien moviendo los hilos en las sombras? Algunos historiadores sugieren que los grandes comerciantes y prestamistas fomentaron la especulación, inflaron los precios y, cuando la burbuja estaba en su punto máximo, se retiraron con las arcas llenas, dejando al resto con las pérdidas. Una jugada maestra de los que entendían cómo manipular mercados.

En cada crisis financiera, en cada burbuja, siempre hay quien se enriquece mientras otros pierden todo. Desde los tulipanes hasta el bitcoin, pasando por la burbuja inmobiliaria de 2008, la historia se repite. Y mientras el mundo sigue buscando nuevas oportunidades para enriquecerse rápido, la Tulipomanía sigue siendo el ejemplo clásico de hasta dónde puede llegar la codicia humana.

Porque toda burbuja necesita una irracionalidad colectiva y un activo al que dar un valor mucho mayor de lo que realmente vale. Y en el siglo XVII, fueron los tulipanes los que nos enseñaron esta lección que, siglos después, seguimos sin aprender.  Hoy cualquier burbuja en precios de un activo se titula como la “nueva Tulipomanía”.

Artículo publicado en la newsletter dominical de Bolsa de Rankia

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  1. Top 100
    #5
    28/08/22 11:05
    Los tulipanes es el clásico de los clásicos, al ser una de las primeras documentadas.

    Hagamos un poco de Patria, y revindicar por hacer que tengamos el "mérito", de que sea una de las nuestras, la primera documentadas
    El investigador Victor Gómez, esta pujando por ello con su tesis, sobre la picaresca española, y sobre cómo se creo una burbuja, con el traspaso de PUESTOS DE TRABAJO:
     
    " Durante el reinado de Felipe III y IV puede calificarse de burbuja, es decir, un proceso en el que el precio de un activo se desvía de forma desproporcionada de su valor fundamental. 
    Se llegó a pagar 382.352 reales por un puesto con un sueldo anual de 450
    Una vez dado ese paso, ya solo le queda asegurarse de que el alza de precios en Valladolid, Zamora y Sevilla comenzó a principios del siglo XVII, varias décadas antes de la crisis de los tulipanes. En ciudades como Granada o Málaga la burbuja tardaría algo más en llegar, después de la holandesa. 

    Artículo completo de hace unos años
    https://elpais.com/economia/2017/07/21/actualidad/1500639917_726301.html

  2. en respuesta a Betaca3
    -
    #4
    26/08/22 17:12
  3. en respuesta a Euratom
    -
    #3
    26/08/22 17:06
    Cada año hablan del apocalipsis con la burbuja inmobiliaria china y luego nada.
  4. #2
    26/08/22 00:17
    Buen trabajo, me acuerdo del gestor del fondo Numancia patrimonio, buen cripto bro, el evento de este finde del metaverso BTC, los motivad@s, que iban a presentarlo.. venga a comprar Terras y Astrocs que se acaban. 
    Si Ruiz Mateos levantase la cabeza y viera esto.. pensaría que pocos pagarés vendió.
    A todo chicharro le llega su brasa, serán abrasasitos los especuladores con humo digital.
  5. #1
    25/08/22 01:01
    Enhorabuena!
    Una gran serie sobre burbujas.
    Estoy deseando leer la siguiente. La historia está llena de burbujas y sin embargo seguimos siendo incapaces de detectarlas ni de saber el momento en que se pincharán.
    Mercado inmobiliario chino? Criptodivisas? Deuda de los estados? Nueva puntocom? 
    Lo dicho. Deseando leer el siguiente.
Definiciones de interés