Cerramos nuestra tríada de burbujas financieras con una historia que ha marcado a una generación de economistas conductuales.
¿Cómo se puede perder la cabeza y pensar que un tulipán vale lo mismo que una casa?
Toda burbuja necesita una irracionalidad colectiva y un activo al que darle un valor muy por encima de lo que sus características intrínsecas ameritaría.
Aunque se ha escrito mucho sobre esta burbuja financiera, veamos en detalle la fiebre del tulipán.
Cronología de la Tulipomanía
Los tulipanes no nacieron en Europa. Su primer avistamiento se remonta a mediados del siglo XVI en un jardín de Augsburgo.
Rápidamente se convertiría en un símbolo de estatus tener un bulbo traído desde Constantinopla para la burguesía europea.
La clase media también se obsesionaría con tener bulbos raros y competir en belleza con los jardines de los nobles.
No había Instagram pero aún así el mercader quería tener la misma vida que la Duquesa Pombo de turno.
Holanda y los tulipanes
Y Holanda perdió la cabeza por una flor…
En 1634 el furor de los holandeses por poseerlos era tan grande que las personas dejaban sus tareas diarias para embarcarse en el comercio del tulipán.
Los precios seguían a la narrativa
Variedades de tulipanes
Según la variedad del bulbo se pagaban enormes sumas de florines:
- Variedad Admiral Liefken de 400 perits valía 4.400 florines
- Admiral Van der Eyck de 446 perits valía 1.260 florines
- Childer de 106 perits valía 1.615 florines
- Viceroy de 400 perits, 3.000 florines
- Semper Augustus (La más valiosa) de 200 perits valía más de 5.500 florines
De esta última variedad solo había dos raíces en Holanda y no de la mejor calidad pero aún así fueron vendidas a cambio de las siguientes propiedades:
- 4 hectáreas de terreno edificable
- 4600 florines, un carruaje, dos caballos y un juego de arneses
Curiosidades alrededor de la Tulipomanía
Una de las historias más curiosas de esta locura es la del marinero que informa a un coleccionista de que ha recibido una preciada carga de Oriente.
El marinero es invitado en conmemoración a su noticia a desayunar en las dependencias del comerciante. Cuál fue su mala fortuna que confundió una cebolla con un bulbo de tulipán valorado en 3000 florines.
Y así pasaría a los libros como uno de los desayunos más caros de la historia. Un desayuno con cuyo coste se podría haber agasajado a la tripulación completa de un barco mercante durante un año.
No le saldría gratis al marinero. Ante la denuncia del comerciante pasaría varios años en la cárcel
Mercados organizados de futuros
La demanda de variedades raras aumentaron tanto que se crearon mercados organizados donde negociarlos en la Bolsa de Amsterdam, en Rotterdam, Harlem, Leyden, Alkmar, Hoorn.
Los brokers vieron una oportunidad de un nuevo activo para especular y empleaban todos los medios para provocar fluctuaciones en el precio.
La confianza era máxima.
Se hacían grandes sumas de dinero comprando cuando bajaba el precio y vendiendo cuando subía (a lo value investor de manual) y muchos brokers pasaron a ser ricos de la noche a la mañana.
Toda la sociedad, de los más ricos a los más pobres, vendían todas su propiedades para con ese dinero comprar bulbos.
Era el fin de la pobreza en Holanda.
Se redactó incluso una normas para regular el comercio de tulipanes y se crearon puestos de trabajo de notarios y comerciantes.
Ya no se compraban tulipanes para decorar suntuosos jardines, sino que solo se hacía para especular.
Es así cuando en cualquier burbuja se entra en su fase final.
- Recuerdas cuando tu primo se compraba la casa porque en el peor de los casos la vendería más cara si perdía el trabajo en 2008.
- O cuando ya no se hablaba de la reserva de valor del bitcoin y el titular era el ATH nuestro de cada día
- O cuando Tilray se valoraba a 100 veces ventas, sin beneficios y con el CEO aparcando el Ferrari en la puerta del polígono
Explosión de la burbuja de los tulipanes
De un día para otro se extendió el temor de que los precios habían tocado techo y se esfumó la demanda.
Los precios se desplomaron. Los contratos de futuros se comenzaron a incumplir por todas partes en Holanda.
Si un bulbo de Semper Augustus antes de su cosecha valía 4000 florines, unas semanas después a la entrega solo se pagaban 400. Todos buscaban culpables de la especulación.
Los que se enriquecieron se apresuraron a invertir en fondos ingleses para sacar el dinero del país.El gobierno se desentendió y dijo que los propietarios de tulipanes se pusieran de acuerdo entre ellos.
Se llenaron todos los tribunales de reclamaciones, pero fueron desestimadas por ser consideradas pérdidas derivadas de la especulación.
Conclusiones
Y así se acabó con la fiebre del tulipán.
Pero nunca se olvidaría. Hoy cualquier burbuja en precios de un activo se titula como la “nueva Tulipomanía”.