Fondos de distribución vs fondos de acumulación

Existen básicamente dos modalidades de fondos, los de acumulación y los de distribución (o de reparto), en cuanto a reinversión de los intereses.

 

Para aquellos que vienen de depósitos un fondo de reparto sería lo más similar, pues nos entregaría en nuestra cuenta una cantidad cada cierto tiempo, por ejemplo trimestralmente, semestralmente, anualmente, etc.

 

En este caso debemos tener en cuenta que debemos tributar por los intereses generados, es decir, todo lo que genera el fondo y pasa a nuestra cuenta genera un beneficio, por lo que al igual que pasa con los depósitos, debemos pagar a hacienda la parte correspondiente.

 

 

En el caso de que vayamos a reinvertir los intereses, existe la posibilidad de hacerlo sin tener que pasar por hacienda, ya que en un fondo de distribución cada vez dejaremos de invertir la parte proporcional que se va a hacienda, por lo que nos puede interesar la ventaja de los fondos de acumulación, donde el propio gestor del fondo se encargará de reinvertir en el propio fondo los intereses y/o dividendos correspondientes a las inversiones del fondo, por lo que estaremos reinviertiendo sin pasar por hacienda.

 

 

Normalmente cada fondo de inversión tiene distintas clases, dependiendo de la cantidad mínima a invertir, los gastos de gestión, la divisa, y entre otras cosas, si es de distribución o de reparto, por lo que en muchas ocasiones podemos suscribir un mismo fondo tanto en su versión de acumulación como en su versión de reparto.

 

Muchos fondos en el propio nombre del mismo puede leerse "Acc" por lo que nos indica que es de acumulación, pero lo mejor es siempre consultar la ficha del fondo, a través del ISIN, o consultarlo en nuestra gestora.

 

Tambén podemos hacer una búsqueda en Morningstar, donde veremos en el caso de ser de distribución, con qué frecuencia y en qué fechas se produce el reparto de intereses.