COMENTARIO DE CIERRE
Cuando parecía que tras el acuerdo alcanzado para articular los nuevos tramos de ayuda a Grecia se disipaban los temores de la Eurozona, y la atención del mercado se reconducía hacia Estados Unidos, ha aparecido en escena un nuevo imprevisto.
La noticia de la dimisión de Mario Monti forma parte de la categoría de factores imponderables, de los que en 2012 hemos tenido unos cuantos (desde la Primavera Árabe hasta el Huracán Sandy) y ha provocado una fuerte tensión en la deuda italiana, que, a través de las correlaciones, se ha contagiado a la bolsa transalpina y a la renta fija y variable española.
Esta nueva amenaza, además, cuenta con una característica que la convierte en especialmente indeseable: no es probable que desparezca rápidamente. Faltan dos meses para que se celebren los comicios italianos, y el peligro de que Berlusconi pueda erigirse de nuevo en Primer Ministro (dada la animadversión que suscita en los mercados financieros), supone un foco de inestabilidad constante, con una capacidad de alterar los mercados de deuda en cualquier momento durante las próximas semanas.
Al otro lado de estas nuevas tensiones (que sin duda tienen más recorrido), está el bálsamo que supondría la precipitación de la solicitud de asistencia por parte de España. A tenor de la estrategia que está siguiendo el Tesoro, acelerando las emisiones para financiar los vencimientos del próximo año, parecía poco probable que se produjese la solicitud de ayuda con una prima de riesgo en el entorno de 400 puntos, niveles en los que el Tesoro parecía muy cómodo. Pero si el spread de deuda se proyectase claramente por encima de los 450 puntos (desde que el programa OMT fue anunciado en septiembre, los 450 puntos ya fueron visitados), estaríamos ante un cambio de escenario. Además, desde un punto de vista político (mucho más importante que el meramente financiero en esta cuestión), España gana una baza moral, al verse contagiada por inestabilidades ajenas.
Así pues, aunque la tensión se ha ido reduciendo a medida que ha avanzado la sesión, entramos en una fase marcada por la incertidumbre. Desde Alemania y Francia se han apresurado a desdramatizar la dimisión de Monti, y a mostrar cierta confianza. Pero, en el corto plazo, estas últimas novedades han restado muchas posibilidades al rally navideño.
Mañana terminará el plazo para completar la recompra de deuda griega, y el miércoles, además de continuar con las negociaciones sobre presupuestos y Unión Bancaria en Europa, finalizará la reunión de dos días de la FED, en la que puede haber nuevos anuncios que enlacen el final de la Operación Twist con una ampliación del QE3 hacia títulos de deuda pública. Pero la atención ahora se centrará en primera instancia en los titulares que se desprendan de la situación política en Italia.
ESTRATEGIA DEL DÍA
ITALIA 40
El anuncio de la dimisión del actual Primer Ministro italiano, Mario Monti, después de que el partido de Silvio Berlusconi le haya retirado su apoyo, está convulsionando el mercado de deuda periférica. La prima de riesgo de Italia y España suben con fuerza a estas horas, en paralelo a la subida de la rentabilidad de los títulos de deuda en toda la curva y a la cotización de los CDS.
El fuerte empeoramiento en el mercado de deuda se traslada a la cotización de los bancos italianos (que se desploman más del 5%), y al índice de Milán, que en estos momentos cede un 3,5%, perforando su media móvil de 50 sesiones y girando a la baja a indicadores como el MACD. La dimisión de Mario Monti era un factor imponderable, que no apareció en escena hasta finales de la semana pasada, y que puede restar muchas posibilidades a que las bolsas europeas tracen un movimiento alcista hasta finales de año.
En estos momentos, el 68% de los clientes de IG que mantienen posiciones abiertas en este índice están largos, pero a lo largo del día de hoy, los cortos se están incrementando con fuerza (más del 63% de las posiciones nuevas).