Las bolsas europeas cierra la sesión con subidas (más discretas en el Ibex 35), alentadas por las noticias provenientes de EE. UU. Durante la mañana, los números rojos fueron la tónica dominante, especialmente en el Ibex 35 (con caídas superiores al 1%), castigado por los rumores que apuntarían a una posible rebaja del rating de España por parte de S&P.
El selectivo español se comporta como uno de los peores en Europa durante los últimos días. Desde el 8 de julio, cuando la cotización del Dax alemán superó a la del selectivo español, el diferencial entre ambos se ha abierto hasta los 450 puntos, comportamiento más abrupto que el que ha mostrado el mercado de deuda. El lastre de las compañías eléctricas, junto con el moderado empeoramiento del riesgo país contagiado por la inestabilidad del Gobierno portugués han sido los dos principales motivos de este peor comportamiento. Todo ello, sin que el “Caso Bárcenas” haya provocado ningún efecto realmente destacable por el momento, pese al enorme potencial negativo que tiene.
Cuando se acercaba la apertura de Wall Street, los resultados de Bank of America y, sobre todo, las palabras de Bernanke en el Congreso han sido los catalizadores para dar la vuelta a las cotizaciones.
El presidente de la FED, siguiendo la estela de la semana pasada (cuando dijo que incluso con un paro por debajo del 6,5% podrían continuar los estímulos), pero con un sesgo más moderado, ha hecho un discurso muy complaciente con los intereses del mercado en el Congreso. Ha vuelto a deslizar la idea de que en un escenario normal, los estímulos se reducirán antes de que termine el año, y finalizarán completamente a mediados de 2014; pero ha edulcorado este hecho rodeándolo de matizaciones, vinculando cualquier cambio de política monetaria al ritmo de la economía y a las perspectivas sobre éste, enfatizando la idea de flexibilidad total en el enfoque, lo que podría llevar a mantener o incluso aumentar las compras.
De esta forma, Wall Street se consolidad de nuevo en máximos históricos. El escenario más probable pasa por la continuidad del rango de movimiento durante el verano, con unas bolsas europeas periféricas haciéndolo peor que las den centro de Europa y Wall Street.