Jesús Huerta de Soto propone implantar el patrón oro. ¿Realmente podría el patrón solucionar algo o sólo implica agregar más problemas a los que ya existen? Si no se atienden las causas de un problema, el problema no se soluciona. ¿Acaso usar el oro vendrá a resolver los problemas, porque su ausencia fue lo que causó la crisis de 2008? ¿O simplemente se trata de una agenda ideológica para traer beneficios sectoriales a determinados intereses?
Por alguna razón que no entiendo, este señor es objeto de culto, porque sus propuestas no están a la altura de la divinidad que le profesan algunos. Sus charlas siempre comienzan hablando de que en clase era un profesor muy exigente, y enumeran una lista de cosas en un currículum para impresionar, lo que de alguna manera parece agregar credibilidad. Lo que pasa es que si nos concentramos en el personaje, podemos desatender sus ideas, y podemos dejar de cuestionarlas.
El primero en cuestionarlas es Jim Rogers, quien fuera socio de Goerge Soros. En una entrevista a Jim Rogers dijo:
P: ¿Patrón oro?
R: No, nunca ha funcionado en largos periodos de tiempo.
Jim Rogers: "El euro no sobrevivirá a esta década"
Sin embargo, como no nos gusta que nos den las cosas predigeridas, ¿por qué no usar el pensamiento crítico para analizar la propuesta? Después de todo lo importante es ver si se trata de una buena idea o una mala idea.
Control de la inflación
En una economía se produce valor agregado mediante la transformación física de materias primas inútiles en cosas útiles. Si tomas materiales con un valor de 1 euro porque no es muy útil y produces algo útil que vale 10 euros porque es muy útil, entonces tienes un valor agregado de 9 euros y de allí puedes sacar una ganancia, y de allí es donde empresas de manufactura y servicios sacan su ganancia. Convertir arena en un microprocesador es un ejemplo en manufactura. Convertir un pollo crudo (que la mayoría de las veces está cubierto por bacterias de Salmonella) en un plato para gourmet es un ejemplo de un servicio.
Supongamos que estamos en un planeta imaginario con 10 habitantes donde sólo se produce un sólo commodity (bien de consumo) llamado "comida" y allí usan euros. Cada día producen 10 unidades de comida y en esa economía existen sólo 10 euros, por lo que cada unidad cuesta 1 euro. A alguien se le ocurre la genial idea de "hacerse rico" imprimiendo 10 euros más para comprar más comida, y entonces hay 20 euros para 10 unidades de comida, por lo cual el precio de cada unidad sube a 2 euros. El que imprimió los euros compra la mitad de la comida con el dinero recién impreso, y a todos los demás les bajó el poder adquisitivo de su euro, por lo cual la desigualdad social se incrementó. Esa subida de precios nos deja ver que hubo inflación. Entonces a otro se le ocurre que va a producir 10 unidades más y ser emprendedor, por lo que la producción llega a 20 unidades para 20 euros y así los precios vuelven a 1 euro otra vez. Como puedes ver, si crece la producción de valor agregado y a ello le viene una impresión de dinero equivalente, se mantiene el precio.
Actualmente los gobiernos están imprimiendo dinero sin que creciera la producción. Y de allí viene la idea de que no debería dejarse que los gobiernos impriman dinero. En realidad la cantidad de dinero debería ir de la mano con la producción, y si la producción varía debería variar la cantidad de dinero en la economía. Si no se puede imprimir dinero para estar a la par de la producción, eso significa que habrá inflación (causada por exceso de dinero) o deflación (por exceso de producción). Cabe hacer notar que ese exceso de producción no tiene que ver con que lo producido sea innecesario, sino con el problema de la gente para tener acceso al dinero.
El patrón oro
Con el patrón oro, el emisor de la divisa garantiza que puede dar al poseedor de sus billetes la cantidad de oro consignada en ellos. Jesús Huerta de Soto propone:
- Quiebra de los bancos insolventes
- Coeficiente de caja de un 100%
- Eliminar al banco central
- Vuelta al patrón Oro
Al volver al patrón oro lo que significa es que el oro se vuelve la nueva moneda, el nuevo dinero. Lo del coeficiente de caja de 100% lo que hace es que los bancos no puedan imprimir dinero en sus libros contables como lo hacen hoy con el sistema de reserva fraccional, porque es obvio que luego ellos no podrán imprimir oro, con lo cual esto se vuelve un requisito para usar oro como dinero.
Huerta propone eliminar el banco central que imprime dinero, y así se evita que cualquiera imprima dinero. El dinero impreso por el banco central es la base monetaria y el que imprimen los bancos con el sistema de reserva fraccional es lo que termina de completar la diferencia para calcular la oferta monetaria, que es todo el dinero que circula en la economía. Si se decide que la Reserva Federal desaparece, como propone Ron Paul y en concordancia con las idea de Huerta, entonces el dólar desaparece y el Euro sería la nueva moneda de reserva mundial, y si el BCE desaparece, sería el yen, y así sucesivamente. Huerta tendría que desaparecer a todos los bancos centrales del planeta. Aún así imaginemos que lo logra.
Entonces si ya nadie imprime dinero, porque ahora el dinero es oro, ¿qué sería un billete? Como ya no hay banco central que imprima billetes, los billetes serían impresos por cada banco, por el banco en que depositas el dinero. De esta manera, en Goldman Sachs tendrías billetes de Goldman Sachs, en HSBC tendrías billetes de HSBC, y si alguno de esos bancos quiebra, los billetes que tienes perderían su valor, porque en realidad no eran dinero, sino que eran meros certificados de que tenías oro en la bóveda del banco y lo que tendrías que hacer es ir al banco para retirar tu oro que debería estar en la bóveda, pues sin el coeficiente de caja 100% tu billete es 100% convertible a oro, y no como pasa con coeficientes más bajos, donde sólo podrías recuperar una fracción de tu oro, al menos a como lo imaginamos en teoría.
Supongamos que tu depositaste 100 monedas de oro en el banco y ese es el único dinero que el banco tiene porque tú eres el único depositante. Supongamos que vino un deudor subprime que no puede pagar, y pidió prestados 100 monedas de oro para comprarse un coche en una venta de autos, y el coche terminó despedazándose en un accidente aunque el dueño salió ileso. Si fueras a retirar tu dinero, sólo podrías hacerlo en la medida en que el deudor ha devuelto el dinero al banco. Si se trata de un deudor subprime que no tiene empleo y que puso el coche como garantía o colateral del préstamo, evidentemente tu oro se esfumó, y el banco tendría un faltante, un activo tóxico, y tú perderías tu dinero si el banco quiebra hoy. Es decir, el billete de 100 que tenías que hacía constar que tenías 100 monedas de oro en el banco deja de tener valor. ¿Acaso no se trataba de que al usar patrón oro ya no perderías dinero? Si ibas a comprar algo con varios miles de monedas, no vas a andar cargando todas esas monedas, pues es impráctico. Mejor usas los billetes o las tarjetas, pero si quiebra el banco, tanto billetes como tarjetas dejarán de tener valor.
¿Acaso en el pasado ya se vió eso? Sí. Antes de que existiera la banca central y los billetes se convirtieran en dinero, los billetes eran meros certificados emitidos por cada banco, y con cada pánico financiero y cada quiebra de banco, los depositantes perdían su dinero y los billetes dejaban de tener valor. Y como los bancos competían entre ellos por dinero, entonces habría gran interés en crear rumores para que la gente sacara dinero del banco vecino y se pasara al propio. Es decir, perder dinero es algo que surge de los rumores de bancos competidores. Lo que propone Huerta es volver al siglo XIX, excepto por el hecho de que el coeficiente de caja es 100%.
Cuando hay pánico o cuando un país quiere usar su dinero depositado en un país extranjero para enfrentar un déficit, los bancos se podrían quedar sin oro y el sistema financiero podría derrumbarse y quebrar, pues existe el faltante de las deudas no cobradas.
¿Acaso con una deuda como la del 2008 ocurriría algo distinto? No. Al inicio se trataba de una burbuja subprime hipotecaria que reventó. Se emitieron múltiples derivados sobre una sola deuda, por lo que lo incobrable de las deudas empujó pérdidas que se multiplicaron varias veces en el mercado de derivados en todo el mundo y así fue como se contagió la crisis en el mundo financiero. Como no había mucha regulación y no había certeza de los montos de incobrables en ecada banco, el mercado de crédito interbancario se paralizó y ni la gente ni las empresas podían tener acceso a crédito, y como mucho del crédito se usa para capital de trabajo, eso obligó a despedir a mucha gente, lo que empujó una recesión mundial. Nada de esto cambiaría por el hecho de usar dólares, euros u oro como moneda. La falta de ética que causó que los bancos apostaran contra sus propios inversionistas en el mercado de derivados, no cambiaría. El patrón oro no tiene vela en este entierro, y su implementación no solucionaría nada.
Activos tóxicos
Como vimos antes, si aumenta la producción debería aumentar la cantidad de dinero, y si dismunuye debería haber equivalente en dinero. En el caso del oro, ¿habrá que enterrar el oro si hay una desindustrialización mundial? Es que si no es así, habría una inflación mundial. Como los bancos no producen nada y ya no pueden inventarse dinero en sus balances con el sistema de reserva fraccional, entonces todo el dinero ganado será dinero que le quitaron a alguien. ¿A quién se lo quitarán? Pues tendrá que ser a los clientes del banco. Las ganancias de los inversionistas y las ganancias del banco vendrían de lo que le quitan a los deudores o de lo que le cobren en comisiones a los depositantes. De esta manera, los activos tóxicos por deudas incobrables se compensan arrebatando a los clientes del banco el dinero faltante.
En lugar de patrón oro, funcionaría mejor una nacionalización, no del tipo donde el banco es privado y el 51% de las acciones son estatales, sino una nacionalización completa, donde las ganancias del banco son ingreso fiscal y donde el banquero es un empleado público. Como el banco no produce nada, no hay problemas con la producción de valor agregado, ni problemas con la calidad del producto porque el inventario del banco es dinero y el dinero no pierde calidad, a diferencia de los productos físicos. La ventaja de un banco público es que los intereses serían una suerte de impuesto, y el dinero creado por el sistema de reserva fraccional estaría respaldado por el valor agregado generado con las compras de productos y servicios que hace el gobierno. Claro, Huerta se opondría a la nacionalización, porque no comprende que la banca no produce valor agregado, ni que son entes que confiscan las casas a la gente, igual que un régimen comunista. Si te han de confiscar es mejor que sea un gobierno que algo devuelve en infraestructura o servicios públicos en lugar de un confiscador privado que no devuelve nada, además del hecho de que con la banca nacionalizada no se produce activos tóxicos.
Claro, con el patrón oro más bien se privatiza la emisión de dinero, de modo que los bancos centrales de los gobiernos pierden poder para imprimir dinero (extraer oro) y ese poder se le pasa al gremio de las empresas mineras, que terminarían siendo una especie de banco central privado mundial. ¿Acaso no era que Huerta decía querer eliminar la banca central? En realidad esto sólo termina siendo privatizar ganancias y socializar pérdidas, porque el gremio de mineras no tendrá la economía del mundo y de sus habitantes, en su agenda de prioridades, sino sólo los beneficios, igual que hoy pasa con los bancos. Las mineras serían la nueva Reserva Federal.
Otros problemas del patrón oro
El dinero en billetes y monedas no valen por el valor de las monedas metálicas como en el pasado, sino por un valor facial del billete o la moneda. Como son fáciles de producir, se le llama fiat money, en contraposición al commodity money que toma un bien de consumo y lo convierte en dinero. Usar commodity money nos trae la imagen de usar monedas de oro o de usar frijoles mágicos como dinero.
Si usáramos manzanas como dinero, el dinero crecería en los árboles, pero su vida útil como dinero sería muy corta. Se suele pensar en el oro por el hecho de que no se deteriora, porque no se herrumbra como otros metales. Se habla de que el oro es una cosa inútil, pero no lo es. El oro se usa en aparatos electrónicos y otros productos. En virtud de eso se dice que es mejor el commodity money que el fiat money que no tiene un valor intrínseco. Es decir, en caso de que el oro como moneda se venga abajo, su valor como commodity se mantiene, mientras que con el fiat money se termina teniendo papeles y monedas sin valor. En otras palabras, es útil para el que tiene dinero, para que no lo pierda todo, pero no es bueno para todos los demás.
Imaginemos que una moneda se cae, y todo el mundo saca el oro de los bancos y el precio del oro se dispara. Las empresas que usen oro como materia prima tendrán problemas de aumentos de costos, en este caso las tecnológicas. Si tienes oro en una burbuja, en lugar de vendérselo a la empresa tecnológica, seguro querrás ponerla a ganar intereses, y así ocurre un desabastecimiento de oro y una subida de precio.
También se señala los siguientes problemas:
- La producción de oro (actividad minera) no está relacionada con el suministro global de bienes (actividad económica y no sólo minería).
- Las reservas de oro están mal repartidas en relación con la actividad económica de cada país en el mundo. Beneficia a los países que poseen oro.
- El uso del patrón oro es inestable frente a cualquier decisión gubernamental que en un momento dado decida suspenderlo (como ocurre con la Primera Guerra Mundial). Aumenta los desequilibrios debido a la falta de liquidez de cada territorio.
Derechos humanos y oro como moneda
¿Recuerdan la manera en que en tiempo de la conquista de América se hacía un Quantitative Easing para imprimir dinero? Se hacía extrayendo oro con mano de obra forzada. Además sabemos de los daños ambientales que provoca la extracción de oro, como los drenajes ácidos y contaminación de depósitos de agua subterráneos lo que les convierte en inútiles para consumo humano.
Environmental Network for Central America (ENCA) en su boletín 52 de marzo de 2011 (Boletin en PDF) denunció que en El Salvador, activistas ambientales que se oponen a la minería de oro han sido amenazados, secuestrados y asesinados. La controversia empezó en 2004 por la extracción de oro por parte de la empresa canadiense Pacific Rim.
Cuando hablamos de minería, se trata de un tipo de empleo que se presta para el trabajo forzado, pues se trata de poner a un montón de personas bajo tierra, sin voz ni voto, como es el caso de los esclavos que extraen Coltán en África para financiar milicias e industria de armas (lee mi post Inversiones en tecnología y el Coltán (mineral de sangre)). Son esclavos a la vieja usanza, sus mujeres son violadas y les asesinan como si fueran animales. Ampliar este tipo de problemas con el oro como moneda de reserva mundial, empujaría un crecimiento de la esclavitud, y de todas las violaciones de derechos humanos asociadas. Si recuerdas lo que ocurría con el trabajo forzado de los prisioneros de los alemanes en la segunda guerra mundial, que laboraban bajo la regencia de Albert Speer haciendo partes de vehículos para las divisiones alemanas de General Motors y la Ford, tendrás una idea de lo que es ese tipo de esclavitud.
Epílogo
Este tipo de incidentes podrían multiplicarse en todo el mundo. ¿Acaso no es mejor imprimir fiat money en un QE, en lugar de esclavizar a miles o millones de personas y destruir el ambiente sólo para imprimir commodity money? Es que si están decididos a imprimir dinero, lo harán de todos modos. Y el oro, al igual que cualquier otro commodity, está sujeto a burbujas y a una pérdida de valor, igual que las casas en una burbuja inmobiliaria. De este modo, el commodity money realmente no parece presentar muchas ventajas.
Las ideas de Jesús Huerta de Soto parecen buenas para un cuento de hadas, donde la magia reina sobre la realidad, donde la actividad humana se rige por las ideas narrativas de un escritor que escapa del mundo real para sumergirse en una fantasía imaginaria. Pero tristemente no sirven para el mundo real.