¿Para qué exploración espacial? ¿Para qué vivir en otros planetas? Son algunas de las preguntas que algunos se hacen. Otros sostienen que es un imperativo, por una variedad de razones. Unos quieren ir al espacio, otros quieren tesoros, otros aventura, y otras razones (We must become a multi-planet species). Algunos quieren que colonicemos asteroides o que los perforemos y los usemos como nave, y el asteroide se convierte en un escudo contra la adversida espacial (Científicos rusos: "Los asteroides deben ser colonizados o usados como transporte").
Actualmente el diseño económico globalizado tiene una falla estructural. Está diseñado para crecer permanentemente dentro de un sistema cerrado. Un ejemplo claro es la deuda, que crece exponencialmente frente a un mundo físico que decae exponencialmente. Ese mundo físico, el sistema cerrado se llama planeta Tierra. Las empresas exigen crecimiento perenne, y si ayer produjo 10 de ganancias mañana le piden 15. Cada vez la tecnología va absorbiendo trabajo, pero lo compensa con alza en volumen, pero cuando el volumen no pueda crecer, el desempleo será el resultado, y como el capitalismo deja funcionar cuando hay alto desempleo, esto obligaría a un diseño económico donde el ingreso no está ligado al trabajo, o puede empujar movimientos que surgen del alto desempleo, como el chavismo y el kirchnerismo.
Actualmente economistas como John Bellamy Foster están tratando de ver cómo se puede replantear la economía mundial para que quepa en este sistema cerrado del ecosistema planetario.
Pero aquellos acostumbrados a destruir y hacer dinero, difcilmente van a querer cambiar y opondrán férrea resistencia al cambio. Para los que están acostumbrados al modelo de negocios no amigable con el ambiente, para los acostumbrados al desperdicio y al inadecuado uso de los recursos, o a los que se han perdido en el abstracto mundo numerológico de las finanzas, las ideas que John Bellamy Foster presenta son chocantes o simplemente aterradoras, porque les obliga a derribar su ideología, y les obliga a limitarse. Las ideas de Foster presenta un panorama que a pesar de ser lógico, derivado de la restricción de ambientes cerrados, va contra las ideologías predominantes.
A como vayamos hacia el futuro, sólo tenemos dos alternativas. O rediseñamos una economía apta para sistemas cerrados como la de Foster, o expandimos la economía a otros planetas. No hacer ninguna de las dos empuja hacia hiperinflación o default. En el pasado la carrera espacial se basó en un concurso tecnológico que tenía como telón de fondo el desarrollo de tecnología para misiles balísticos intercontinentales. Pero hoy es distinto.