En el pasado he hablado mucho sobre lo que puede hacer el ciudadano español para superar el pesimismo, y empezar a cambiar su mundo. Argentina es otro mundo, muy diferente, pero igual tiene problemas serios que deben ser cambiados, resueltos.
Lo primero es comprender el presente y algunas cosas que no andan bien hoy, sus causas, para ver qué puede hacer el ciudadano para cambiar el futuro del largo plazo argentino.
Argentina no tiene opciones fáciles, pero tiene que moverse. El endeudamiento fue lo que llevó a Argentina a su peor crisis. Y aunque las recetas de ideólogos americanos tradicionales prometían reducir la deuda, en realidad la aumentaron. Se suponía que la fórmula libertaria reduciría en la década de los 1990 la deuda a punta de recorte de gasto, pero eso no fue lo que ocurrió. De hecho la deuda aumentó (Evolución de la Deuda desde la gestión de Menem hasta el final de la gestión de Kirchner)
Resumiendo lo que dice Domingo Cavallo:
- 1989 deuda pública: $92.400 millones (63.700 registrados y 28.700 por registrar)
- 1996 deuda pública: $91.700 millones
- 1999 deuda pública: $111.800 millones. Aumenta el costo de los intereses al doble respecto de 1996.
Cuando la deuda aumenta sin parar, ocurren varias cosas:
- Uno es amo de lo que posee y esclavo de lo que debe. Argentina pierde soberanía.
- La salida al excesivo endeudamiento es hiperinflación o default.
Cuando un país, por deuda, entra en la categoría de abierto a la especulación, por lo general los especuladores buscarán empujarle una recesión al país, porque la deflación aumenta la rentabilidad de los bonos, y también el aumento de la prima de riesgo de las descalificaciones crediticias suma otro tanto.
El gobierno de Cristina, entre sus aciertos, apuntaba a la idea un cepo cambiario, porque si has de financiar el gasto, necesitas abaratar ese gasto, para no pagar caprichos cuando el dinero no alcanza. Con el tema de pago de deuda, una deuda en dólares se paga en dólares. Los especuladores saben eso. Y entonces juegan a cerrar el grifo de dólares para ponerle en aprietos, para que el país tenga que ir al mercado de bonos a colocar deuda a precio de usura. ¿De donde más puede sacar Argentina unos dólares para pagar deudas? Pues de las reservas. La lógica es que no tiene sentido que pidas un préstamo con altos intereses para pagar tus deudas, porque eso agrega intereses sobre intereses, y lo mejor es sacar dinero del colchón para pagar. ¿No es lógico?
Bueno, eso hace que si el gobierno necesite dólares, esos dólares no se usarán para otra cosa, y así los dólares que entran a Argentina se quedan en Argentina en la medida de lo posible, y se destina a pagar deuda y no a otras cosas, dando lugar a un cepo cambiario. Como el gobierno no quiere pagar caros los dólares, debe imponer un tipo de cambio. Y al ver la escasez de dólares, algunos oportunistas los venden a precio de usura a quienes quieran comprarlos. No e4s demasiado problema si no se trata de dólares destinados a comprar para producir, o comprar para exportar.
Lo grave es que hubiese funcionarios argentinos que sacaban dinero público de la reserva y se abrían su negocio de venta de dólares. Es algo que nos recuerda Malvinas, cuando los oficiales argentinos destacados allí tenían a sus soldados como mendigos, porque ellos se dejaban la comida. Y grave también es que los fondos buitre quisieran venir a desestabilizar a Argentina, forzándole a endeudarse.
“Tras la salida del cepo y la quita de retenciones, queda ver cómo se encaran los problemas de competitividad y crecimiento que tiene el país. Es algo que está por verse. De todos modos, lo peor que podemos hacer frente a esta coyuntura es retornar a la lógica del endeudamiento como estrategia de resolución”, subrayó. - "Con los fondos buitre hay que negociar sin miedo y desde una posición soberana"
Desafortunadamente, si bien el cepo y la ayuda a los damnificados de la crisis fue un acierto inicial, y de alguna manera podría seguir siéndolo con moderación, el desacierto de Cristina fue no promover la creación de PYMEs con la fuerza debida, porque con más PYMEs habrá más producción de la que necesita Argentina, y habiendo mayor exportación, entrarían más dólares (divisas) tan necesarias para pagar. Una especie de American Dream Argentino.
Pero eso no ocurrió, porque el líder ideológico era Chávez, quien de alguna manera suguió la receta de Franklin D. Roosevelt en la etapa inicial de la crisis, pero no supo que la segunda etapa era lograr un American Dream de emprendedurismo en el mercado local. Cristina era ejecutora, Chávez era el de las ideas, pero al morir Chávez, el coche siguió en línea recta sin chofer. Y lo que fue acierto se convirtió en problema.
Macri tiene desafíos importantes, y si bien ha liberado un poco el cepo cambiario, aún enfrenta a especuladores con intención desestabilizadora, a los que llaman "fondos buitre", y tendrá que empezar a hacer a como pueda, un American Dream argentino, exportar para atraer divisas, y seguir tratando de pagar deuda sin acudir a endeudamiento. Argentina necesita exportar los calzones de la abuela si es necesario, pero debe atraer divisas (dólares), y eliminar en la medida de lo posible la salida de divisas.
No todo está perdido para Argentina, pero tampoco tiene una salida fácil. Argentina parece tener como enemigos a los propios corruptos, y a algunos que ven en Argentina la ocasión de seguir sacando un botín.
El gran desafío de Argentina no está tanto en la política como en las actitudes cotidianas. Da igual un dictador que mate a su pueblo con deuda, que un oficial militar que mate a sus soldados de hambre, o un argentino que mate con subvenciones a los demás argentinos pagadores. El argentino necesita mirar un poco más a través del lente del bien común, sin el cual, un cambio de funcionarios o un cambio de partido, será cambiar por cambiar, y poner en la silla de nuevo al que va a venir a hacer más de lo mismo. Esas corrupciones cotidianas tienen que comenzar a ser exterminadas por los propios ciudadanos argentinos.
¿Cómo hacerlo? Censura al que cometa pequeños actos de corrupción, como si esa persona fuera a convertirse en presidente. Así cuando llegue a ese alto cargo de grande, no va a cometer los mismos pecados de sus ancestros. Empieza a concientizar al argentino acerca de cómo es que los cambios de actitud que propones, benefician al que te escucha. Es tiempo de echar a andar una bola de nieve cultural, una cultura sin corrupción, donde ser ladrón, deshonesto, corrupto, sea razón para avergonzarse ante el colectivo nacional.
La corrupción del ciudadano argentino es como una manguera con agujeros. El agua se sale y por más presión que le metas, no llega suficiente agua a los molinos. Es en esa parte en la que el argentino puede empezar a cultivar el futuro. Cuando miras la diferencia entre el "gringo" y el argentino, observas que el "gringo" tiene a alinearse con su bando anglosajón sin andar fanfarroneando con nacionalismos, y termina trabajando en equipo con los suyos. El argentino en cambio suele querer venderse al mejor postor, porque no ha descubierto que la conducta alineada y en equipo, favorece más que la postura individual del latino.
La situación de Argentina ha sido una larga sucesión de mangueras con agujeros donde el agua ha llegado a todos lados, menos a la Argentina primermundista y desarrollada soñada de la cual el argentino podría ufanarse con todo mérito. Pero en este momento Argentina es apenas un viajero a medio camino, y el lugar donde está hoy aún no es el lugar al que desea llegar, y no debe dejar que las malas actitudes de sus conciudadanos frenen la media de la marcha.
Si Argentina va a ser primermundista o tercermundista, eso o va a estar determinado por la economía, ni los fondos buitre, sino por la manera en que el argentino sea capaz de portarse a la altura de país desarrollado.