El mundo sería muy simple si dijéramos idealmente que un producto se fabrica en un país A y se vende en un país B. El país de origen sería A y el país destino sería B Cuando miramos los comentarios de Trump sobre el caso de empresas americanas que producen en el exterior, posiblemente nos estamos refiriendo a las normas de origen. Ciertamente estamos hablando de comercio exterior.
Las normas de origen son los criterios necesarios para determinar la procedencia nacional de un producto. Su importancia se explica porque los derechos y las restricciones aplicados a la importación pueden variar según el origen de los productos importados. Las prácticas de los gobiernos en materia de normas de origen pueden variar considerablemente. Si bien se reconoce universalmente el criterio de la transformación sustancial, algunos gobiernos aplican el criterio de la clasificación arancelaria, otros, el criterio del porcentaje ad valorem, y otros, incluso, el criterio de la operación de fabricación o elaboración. - Información técnica sobre las normas de origen
Si miramos casos como el de las baterías de litio para coche, se extrae minerales en Chile, se envían a China para refinar, luego a Japón para crear las celdas y luego a Nevada para fabricar la batería. ¿Cuál es el país de origen de esas baterías? Ya no tenemos tan claro el origen.
Si miramos la Gigafábrica en Nevada, vemos que todo menos la minería de Chile se hace en un sólo lugar. Hay una ganancia en eficiencia para la fábrica, porque se evita todos los problemas y costes de transporte y la burocracia aduanera. ¿Por qué entonces una fábrica decidiría pasar por una cadena tan larga y tantas molestias? Porque hay otros costes que no son de transporte que son inferiores en otros países que pueden caer en tres categorías:
- Mano de obra (trabajadores baratos)
- Materiales (si hay abundancia de recurso local, vale, pero si no podría haber problemas de dumping, una política de precios preferenciales que distorsiona el mercado)
- Gastos indirectos (gastos administrativos, servicios públicos)
Esos tres costes suelen venirse abajo afuera de los EUA cuando el dólar sube. La subida de dólar, especialmente si es repentina, trae dificultades a las gentes del país donde hubo devaluación de la moneda, pero a la larga provoca que esos tres costes mencionados arriba se vengan abajo. La política de dólar caro fue bautizada por el controversial congresista Ron Paul como "dollar hegemony". Lo que pasa es que no hay nada de hegemónico en abaratar los negocios afuera de los EUA.
Cuando vemos los casos de Ford, Toyota y General Motors alrededor del tema de fabricar coches en EUA o en otros países, vemos que los impuestos que Trump propone parecen un paliativo contra un problema monetario.
- La revaluación del dólar fomenta la fabricación afuera de EUA porque baja costes a las empresas.
- Los impuestos de entrada a "productos extranjeros" pagarán un impuesto.
Al determinar si es "extranjero" no sólo se trata de ver si físicamente el producto viene de un país, sino de determinar el país de origen del producto. ¿Qué metodología de normas de origen usarán las empresas? Por ejemplo, un producto es fabricado en China, y lo mandan a México, le ponen una etiqueta, y luego lo mandan a EUA. ¿Es producto mexicano o es chino? ¿Se juzgará el origen por el hecho de que cruce la frontera geográfica con México o que desembarque desde China? ¿Y si el barco viene de otro país que no es China, aunque los productos sean fabricados en China?
Sospecho que Trump en su problema de repatriar empleos podría enfrentar deseos de empresas y países de evadir controles de normas de origen. Es que si la fábrica de coches construye todas las piezas en otro país y sólo hace ensamblaje final en los EUA, ¿eso es fabricar los coches en EUA o no? Sospecho que a futuro empezará a haber un debate sobre el tema de normas de origen. Y cuando eso reviente, y haya quienes no quieran pagar impuestos, habrá una burbuja monetaria queriendo reventar. De este modo, si los bancos centrales quieren estar en paz con Trump, tendrán que decir a los CEOs que hagan repatriación de tanta manufactura como puedan, sin chistar, porque de lo contrario los financieros podrían ver el fin de su "dollar hegemony".
Si el dollar hegemony no es abolido, lo que haga Trump será solamente un pache temporal, porque la brecha de costes en EUA y los otros países será tan significativamente alta como para devolver empleos afuera de los EUA cuando Trump llegue al final de su periodo como presidente. Y el siguiente presidente podrá congraciarse con los empresarios bajando el impuesto que Trump les puso.
Bueno, Trump está aprendiendo a ser presidente. Hay que darle una oportunidad a ver qué hace. Hasta el momento sólo hay palabras en Twitter. Lo que sí veo es que el tema de normas de origen vamos a ver interesantes debates si empieza a haber empresas que se nieguen a repatriar empleos.