Cuando el barco se hunde, esperarías que los que están abordo se unan para salvar el barco. Pero miras el Titanic y lo que ves es más de lo mismo, los de arriba peleándose, mientras los de abajo se ahogan encerrados.
Con el virus no es diferente, es sólo otro Titanic. Si un bando sale a la calle, el lema es que se trata de una causa justa, pero si son del bando contrario, entonces se rasgan las vestiduras.
Lo mejor aquí es hablar con imágenes.
Marcha progre
Marcha no progre
Riesgo de contagio
Parece que una marcha parece más riesgosa que la otra. Así que lo mejor parece comparar con las medidas de distancia social que prevalecen en los lugares donde el gobierno ya mantiene las medidas sanitarias, que sería la línea base para juzgar lo que es aceptable o no.
Si lo piensas bien, la manifestación no progre usa coches. El coche es tu mascarilla, si pones la ventilación en modo de circulación interna y cierras las ventanas. ¿Cual es la distancia social recomendada para que un coche no enferme a otro coche (ojo, que no hablamos de distancia entre personas como en la marcha progre)?
Queda claro que el riesgo de salir de casa, de cualquier manera, es más peligroso que quedarse en casa. Lo que no parece justo es juzgar de manera desigual, sobre criterios politiqueros, los eventos de uno o de otro.
¿Quién y de que manera se quejaron con la marcha progre, y quien se ha quejado con la no progre? Lo que revela esto es que hay una politización del virus. Está bien arriesgar las vidas de los ciudadanos si obedece a proselitismo de un bando, pero no se justifica si es por proselitismo del otro bando.
Marcha contra el racismo
El racismo es repudiable. Es el resultado de que una persona que se siente inferior proyecta sobre otra persona diferente su inferioridad. Y lo hace sobre alguien de apariencia distinta para poder distanciar su propia inferioridad de sí mismo.
Pero una marcha no va a eliminar el problema del racismo. El racismo no va a partirse de miedo con una marcha. Lo triste es que los enemigos del racismo se convierten en candidatos a enfermar o a enfermar a sus seres queridos. La marcha en Madrid fue abrumadora. Eso estaría muy bien si no hubiese pandemia.
Esta marcha no fue como una de coches, donde los coches ponen distancia social. Y si el virus iba a ser un problema, al menos con la reapertura la gente comería un día más, hasta que se decretara la siguiente cuarentena.
Muerte por COVID o muerte por hambre
Lo que tiene que pasar es que los políticos deben entender que la gente con hambre va a salir de casa, y por eso hay que reabrir la economía. Pero no se puede abrir tanto como para que la gente se muera por COVID. Es que si la gente se contagia, no va a querer salir de casa a mover la economía.
Al virus poco le importa la política. Y mientras unos se dedican a trabajar para resolver los problemas de la economía, otros prefieren hacer algo distinto.
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¿Cuál debería ser la adecuada respuesta de los políticos ante la pandemia?