Good Year se le atravesó al tren de Donald Trump, se metió a hacer política en lugar de vender llantas.
En un entrenamiento a empleados de Good Year, se pone como aceptables unas cosas, y todo lo que tiene que ver con Donald Trump es mostrado como inaceptable. Todo bajo el lema corporativo de "cero tolerancia" por parte de la empresa.
Esto ha llegado a oídos del presidente que ha solicitado a sus seguidores no comprar llantas de Good Year.
En lugar de disculparse, la empresa tomó una postura distinta de justificar lo hecho. Dicen que cuando estás hasta el cuello de porquería, si te mueves, te hundes y tragas porquería.
El audio de la sesión de entrenamiento se ha filtrado.
Good Year no parece haber dicho la verdad. En el audio se establece que::
- Sólo se permite ropa de LGBT y Black Lives Matter.
- Nada de blanco, azul o MAGA (lema de Trump "Make America Great Again", hacer grandioso a EEUU de nuevo)
Como las izquierdas no son buenas para echar la culpa a otros, empezaron a asociar a Trump con la "cultura de la cancelación" que consiste en el modus operandi de las izquierdas de censurar personas o boicotearles y arruinarles la vida.
Pero en esta ocasión no hay tal cancelación. Trump no censura a nadie, sino que condena la censura sin razón de la empresa (en realidad sí hay razón, meterse la empresa e interferir en la política), y además la acción de Trump no va dirigida a boicotear personas, sino votar por productos de compañías (no personas) por medio de la compra, para corregir el comportamiento de la compañía.
Esto ha dado pie a memes.
Fuente: Goodyear Announces They Will Only Sell Tires For Left Side Of Car
El efecto Goya
El efecto Goya entró a regir. Sabemos el poder de convocatoria que tuvo el apoyo de los productos latinoamericanos Goya, cuyo CEO apoyó a Donald Trump. Los demócratas izquierdistas impulsaron campaña mediática para sabotear las ventas de Goya. Pero en vez de caer, las ventas de Goya se dispararon. Pasó de "boycott" a "buy-cott".
Quedó claro que el poder de compra de los izquierdistas es mínimo, y que el poder de compra de los conservadores es brutal. Esto ha dado pie a que hoy los académicos hablen de la "compra política" donde la compra entrega un mensaje político a las empresas.
Y ahora, con la solicitud del presidente, es posible que las ventas de Good Year no sean buenas debido al efecto Goya. Esto ha causado una caída repentina en el precio de las acciones de Good Year el 19 de agosto de 2020.
Este caso ahora se usa como referente para ilustrar una vez más el dicho "get woke, go broke" (vuélvete progre y ve a la bancarrota). Habría sido mejor que la empresa se dedicara a vender llantas, porque la política no es su negocio. Sea como sea, el resultado de todo esto no parece prometer nada halagüeño para Good Year en este año electoral 2020.
