El caso de Battletech: Memorias de un lío colosal de derechos de autor

Imagina varias franquicias peleando por cosas de las que no son dueñas, compartiendo recursos de otras franquicias, y no poder hacer grandes lanzamientos porque el copyright está fragmentado.  Esa es la enredada historia de Battletech que poco a poco se ha ido asentando.

Este lío trae una enseñanza que analizaré al final.

Todo el mundo vió el éxito de Gundam, y la empresa japonesa de publicidad Big West no quería quedarse atrás. El impulsor del proyecto Macross era amigo de un diseñador de la empresa Studio Nue quien diseñaría los mecas.  Y aunque el producto audiovisual fuera creado por Big West, Studio Nue es el legítimo dueño de los derechos por esos mecas.

Como Big West sintió la presión financiera, decidió compartir costes con Tatsunoko Productions que recibiría los derechos de distribución a cambio de su aporte para crear Macross.

Tatsunoko le vendería "todos los derechos" (todos los que tenían claro, que eran derechos de distribución solamente) a Harmony Gold, y con esa frase, Harmony Gold se sentía amo y señor de todo el material de la franquicia de Macross con mecas y todo, y por supuesto la barrera del idioma no ayudaba mucho a aclarar las cosas.  Y así Harmony Gold empezó a tener una postura de litigación legal muy agresiva.

¿Sabes por qué el juguete de Jet Fighter de la generación 1 de Transformers es el veritech de Roy Fokker con colores rojos pero en la fábula se ve muy diferente?  Esto es porque Hasbro vio a Harmony Gold demandando gente y tomó la opción segura desde la perspectiva legal, hacer que el robot en la caricatura no se parezca al juguete.

¿Y quien era "esa gente"?  Pues FASA Corporation, dueña de Battletech.  Exigían los de Harmony Gold que no se usara varios mecas usados en Macross que serían vistos en el remezclado de Macross llamado Robotech que Harmony Gold cocinaba en español.  Esos mecas se conocieron como los "unseen" y videojuegos como Mechwarrior 2 Mercenaries ya no los incluían por temor a represalias legales.

FASA Corporation habiá licenciado los mecas a una empresa llamada Twentieth Century Imports. Y por supuesto estar acarreando costes legales no ayuda a hacer crecer el negocio.  Así que FASA terminó apagando su luz.

Sin embargo, FASA llegó a tener uno de los juegos de mesa más populares con Battletech, y también un centro de entretenimiento con cápsulas donde te metías a combatir contra otros, era un juego multijugador puro antes de que eso existiera.

Cierto día fatídico, Big West demanda a Tatsunoko Productions, y de destapa la caja de Pandora.  Toda esta historia se ventila en tribunales y ahora se conoce las piezas perdidas de información en occidente.

De este modo, Transformers, Macross, Robotech, y Battletech, comparten diseños de mecas.  Y con todos los líos legales ninguna de las partes es el dueño de los mecas.

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De este modo, hay varias empresas que tienen derechos sobre Battletech.

Como puedes ver, los dueños de los derechos han otorgado licencias a distintas empresas, que básicamente es como alquilar derechos, a cambio de una tajada de la rentabilidad.  Pero puedes ver cómo es que un lanzamiento grande requiere poner a muchas partes de acuerdo.

Lo más irónico es que luego de disputas legales inútiles por los mecas, el único dueño es Studio Nue que no está interesado en pelear. Y todos los demás no son dueños de nada. Así, os mecas que ves en Macross y Robotech, también los verás en Battletech. 

Esa es la clase de enredos que se forman con los derechos de autor y el copyright.  ¿Cuál es la moraleja?  Que lo que hagas con los derechos de tus creaciones, tendrá repercusiones.  Debes planear bien a largo plazo que haces con los derechos.