En cualquier caso, prestar el ciento veinte por cien de compras de viviendas cuya valoración real sería más bien del 75 por ciento de la tasación, es más que un pequeño error.
y ahora toca reconocer el verdadero valor de los pisos cuanto antes, paso previo para comenzar a andar

Ni siquiera eso, Carlos. Aquí, somos cristianos, pero de los de a Dios rogando y con el mazo dando.

Lo que ha hecho ese tipo es copiar la actitud de algunos banqueros en Estados Unidos, que se dan un par de golpes de pecho y la gente les cree sinceramente.

Si lo que quiere es convencernos, que siga los cinco pasos para la confesión:

1 - Examen de conciencia (= a ver si he hecho algo mal...)
2 - Dolor de los pecados (= joder, es verdad, ha sido culpa nuestra, aarg!)
3 - Propósito de enmienda (=juro por lo más sagrado que jamás volveremos a hacerlo)
4 - Decir los pecados al confesor (=confieso, clientes, que he pecado)
5 - Cumplir la penitencia (= devolvemos el dinero, os compensamos y no ha pasado nada)

Este pollo se ha quedado en el punto 4, como mucho. Dudo que lo sienta de verdad, que cambie de actitud ... y sobre todo, que cumpla la penitencia.

Cuando lo hagan, comencemos a creerles. Ni un segundo antes.

Este hombre es listo, porque sabe que estamos en una cultura cristiana y aquí al pecador arrepentido se le perdona. La autoinculpación es sinónimo de acto de contricción.
Lo que no es tan católico, por decirlo de alguna manera, es el reconocimiento de que todo esto se ha liado por un concurso de "a ver quien la tiene más grande". Es decir, que los consejos de administración que han establecido la política crediticia de este país han sido controlados por la testosterona en estado puro.
Bueno. Al menos la crisis según se ve ha sentado como una patada en todas las partes blandas y ello ha permitido que se vuelva a usar la cabeza.
Vamos a ver si ese traspaso orgánico del centro de decisión comporta algo bueno a este país.
De una vez por todas.