Esta semana me he pasado algún rato mirando la cotización de una empresa del Ibex, que está en el Ibex porque ya no quedan 35 buenas empresas en España consecuencia de que algunas se fusionan, otras son compradas y retiradas, al final acaban teniendo que llenar el hueco con lo que queda, y una de las que quedan es PharmaMar.
Verán los inversores tienen dos caminos, por un lado el aburrido y lento camino por el cual el enriquecimiento llega de un modo pausado, se trata de esperar que elefantes heridos vengan a un precio decente, adquirirlos esperar a que la causa exógena (¿coronavirus?) pase y la realidad se imponga y las cosas vuelvan a su sitio, usando como ejemplo valores de ese índice, que en absoluto es el único que hay que mirar, hablamos de comprar ACS a 11, Repsol a 6, Gamesa a 9, en fin ejemplos hay muchísimos.
Pero existe otro camino el camino de los descubridores, a los inversores les gusta ser el descubridor de ese valor que pasa del cero al infinito, los inversores quieren ser el Cristóbal Colón de los mercados y multiplicar por 10 o por 20 la inversión inicial y ser recordados como los que supieron elegir ardillas en el mercado de ardillas baratas.
Cristóbal Colón que seguramente no era ningún loco, ni ningún descubridor sino alguien que había estudiado conocimientos antiguos, es de sobra conocido que los antiguos egipcios sabían que la tierra era redondo en base a que los obeliscos de sus ciudades a lo largo del rio Nilo no tenían la misma sombra a pesar de tener la misma altura. Siempre me ha molestado que los partidarios de la teoría de los alienígenas ancestrales digan que las pirámides las hicieron extraterrestres pues faltan al respeto al género humano y creen que su civilización es superior a las anteriores cuando simplemente puede que solo tengamos mejor tecnología.
Las pirámides las hicieron unos hombres sabios que vivieron en el pasado, el Derecho Romano es el germen del actual, el arte griego en escultura aún no ha sido superado, para nada los hombres que vivieron en el pasado eran tontos o inferiores a nosotros, quizá lo contrario.
El tema es que Cristóbal Colón no era un iluminado, simplemente tenía conocimiento de lo que egipcios, griegos y vikingos ya sabían, pero que una época oscura, la Edad Media, de algún modo había ocultado con una mezcla de ignorancia y fanatismo religioso terraplanista. Así pues Colón, se lanzó a descubrir y tuvo como éxito encontrar América cuando buscaba China, y pasó a la historia como un triunfador que defendió su idea contra el paradigma establecido.
Independientemente de que erró en sus cálculos y pasó a la historia por descubrir algo que no quería, el hombre es un descubridor, y muchos inversores intentan ser los nuevos descubridores, y se afanan en encontrar entre las colillas tiradas por el suelo la empresa que florecerá y les dará enormes frutos. Algunos lo consiguen y nos muestran sus frutos, pero vemos a esos consecuencia del sesgo de supervivencia.
Y en esas esta semana viré mis ojos sobre esa empresa que nos hace creer que va a encontrar la cura del coronavirus con su medicamento estrella el Aplidin.
Vamos por partes, la vacuna ni está ni se la espera a corto plazo, desde luego nunca tantas empresas se habían puesto como locas a buscar la solución a una enfermedad, pero esta vez esa enfermedad condiciona nuestro día a día y por eso tenemos tanto interés en resolverla. Además los estados están subvencionando y ayudando a que estas investigaciones avancen, y puede que lo consigan pero los que conocemos las farmas del Nasdaq desde hace tiempo con un fin no tan noble como el de resolver una enfermedad sino para lucrarnos conocemos lo que suele tardar una vacuna en salir al mercado, hablamos de años, no se puede sacar al mercado algo inseguro y dar munición a los locos de los antivacunas. Es cierto que rusos y chinos ya tienen una vacuna, claro allí los ciudadanos son ganado y no importa si enferman o no, las dictaduras tratan de ganar la batalla propagandística aunque sea a costa de la salud de los suyos.
El tema es que a pesar los avances con la vacuna de Astrazeneca, o la de Moderna o la de Novavax o cualquier otra, el asunto aún está lejos, diga lo que diga Trump, que el pobre que va a decir si tiene las elecciones perdidas.
Si a eso le añaden el confinamiento de Madrid tras el estado de alarma, la situación de Navarra también para confinar, y los rebrotes por toda Europa, y aún no ha empezado el frío, nos queda como evidencia que desgraciadamente el virus está ahí y no se va, y como no hay vacuna, la guerra se traslada a los antivirales que hagan que los que enfermen se curen y por eso hay que mirar el coctel de fármacos que aplicaron a Trump. A Trump le han puesto Remdesivir de Gilead, Dexametasona fuera de patente y Regeneron de REGN, téngalas en la cabeza, pero no vamos a hablar de eso, vamos a hablar de Aplidin y PharmaMar porque lo que trato de explicar es que si intentamos ser Cristóbal Colón podemos acabar como Amelia Earhart.
PharmaMar, la antigua Zeltia (algún pillado creo que quedará por ahí que de casta le viene a la galga), cotizaba muy abajo hace no tanto y tuvo un Contrasplit innecesario pues cotizaba a 10 euros ya hace poco. Verán yo si soy amigo de las apuestas convexas, meter un poquito y ver si sale y si sale muy bien pues compensamos otros errores, pero no baso en ellas la mayoría de la cartera, lo que vengo a decir es que ya llegamos tarde para una apuesta convexa, y aunque lo hubiéramos hecho antes que no podemos confiar en ser los Cristóbal Colón de PharmaMar.
PharmaMar cerró el viernes a 120.60 y probablemente la veamos más arriba, claro que pueden intentar metesacas de esos intradías y sacarle 8 euros por acción, pero se pueden encontrar 30 euros por debajo en tres sesiones y entonces no nos cuenten que la bolsa está manipulada y que solo se pierde dinero en ella. Vean la gráfica de tres años, pero una gráfica buena que en muchas webs no han ajustado el contrasplit y da números raros:
Como pueden ver ya llegamos tarde a la apuesta convexa, si queríamos meter unos dinerillos por si suena la flauta, llegamos muy tarde, ahora se han descontado muchas expectativas positivas, y corremos el riesgo de quemarnos, por supuesto puede que el Aplidin sea la cura al coronavirus y que los resultados de la empresa se lancen al infinito y que la lleven al Nasdaq a cotizar con un ADR, y que la vean a 300 euros, pero también puede ser que las cosas salgan mal porque para final de mes, el 28 de octubre le toca presentar resultados, y también tienen que anunciar los resultados de la Fase I y II del Aplidin, que como ustedes saben de otros episodios del blog, son la parte normalmente dulce del proceso donde la acción sube, después viene la fase III y te hace un Novavax septiembre de 2016 o sea un una apertura de un -90% respecto al cierre de ayer al fallar esa fase.
Estamos en un momento crítico para ese valor, le puede quedar subida y puede que tras ese binario de final de Octubre aun suba más y las cosas vayan genial, pero ¿justifica el riesgo?, yo creo que ya no. Quizá la apuesta convexa se debió hacer, pero llegados a este punto no debemos intentar ser los descubridores de la cura del virus chino, porque puede que Aplidin falle ahora o después y el desastre sea antológico, y si están intentando sacarse unos eurillos intradía, piensen que hay cosas más seguras que aunque bajen, vuelven, esto como le dé por hundirse…
Y en eso llegamos a Amelia Earhart. Por cada Cristóbal Colón, por cada triunfador, aunque fuera encontrando una cosa distinta a la que buscaba hay mil Amelias Earhart, Amelia Earhart fue una mujer de verdad, no de esas que piden cuotas, sino una de esas que demuestra que la mujer es tan capaz como el hombre, simplemente trabajando. El caso es que era una aviadora nacida en Kansas que cruzó el Atlántico en avión, y después se embarcó en otra odisea, en este caso una vuelta al mundo, y su avión se perdió en un punto remoto del Pacífico, en esencia se estrelló.
Recuerdan Amper, hace tiempo luché denodadamente para hacer ver a ciertos foreros que Amper no era la joya de la Corona, veía en los foros la misma euforia que hoy veo con PharmaMar, era harto conocido el eslogan “amper a un euro”, aquella es una historia muy interesante de como unos minoristas se agruparon y alcanzaron el poder de una cotizada, o eso nos hicieron creer algunos, quizá algún día se la cuente, pero el tema no es ese, el famoso Stay , Clemente Fernández ya no es presidente y ha sido sustituido por un ex ministro (oh las puertas giratorias), Pedro Morenes, el tema es que los que compraron por encima de 0.30, esperando que toda la ola optimista les llevara al euro, andan pudriéndose por el 0.18
Así pues “cuidado”, a ver si su PharmaMar/Cristóbal Colón se convierte en una Amper/Amelia Earhart, recuerden aquella escena de Match Point, como el éxito o el fracaso pueden depender de que el anillo caiga dentro o fuera. ¿De verdad quieren eso para su cartera?
Disclaimer
La cartera de largo plazo sigue su camino, recibí preguntas al respecto de si voy a vender o he vendido las Repsol, pues no sigo en ellas, y ahora parece que son muy buenas tras una semana subiendo, y todo eso, pues ni una cosa ni la otra, no hay que estar mirándolas así, el objetivo está más allá. El tema es que cuídense de esas grandes oportunidades que ven en los foros, recuerden Amper.