El proceso de reestructuración del sector de la distribución alimentaria parece que empieza a acelerarse.
Dos operaciones de toma de control o de inversión, una realizada por la empresa lituana Maxima Grupé representada por su brazo inversor Agile Finance sobre los activos peninsulares de Dinosol y su línea de Cash and Carry, y otra pendiente de aprobación por la asesora de fondos MCH Private Equity sobre el Grupo Árbol pueden cambiar el mapa de nuestro sector. Ambas parece que vienen a desarrollar proyectos de largo recorrido y trabajar en la consolidación del sector (concentración).
Durante bastante tiempo se especuló en el sector un maridaje entre ambas, encajaban geográficamente, pero pudo más la oferta lituana que la del Grupo El Árbol. Había un motivo para especular la opción, y era la participación de Cajas de Ahorros en el capital de Dinosol (ya sólo HiperDino en Canarias) y El Árbol. Las Cajas querían y quieren salir de su accionariado.
Si algo hay que destacar de sus cuentas era su baja rentabilidad. En Dinosol llegaron a ser hasta pérdidas los últimos años, y en el Grupo El Árbol las bordearon.
En el plano operacional, Dinosol participada por fondos de capital riesgo (Permira) y posteriormente por entidades financieras tras el abandono de Permira era un proyecto de corto plazo, y Grupo El Árbol era un proyecto de largo recorrido guiado por un gran conocedor del sector (Juan Pascual). Por enseñas, Supersol (excluido HiperDino en Canarias) tenía al cierre de ejercicio de 2011 una cuota de superficie del 1,4% y El Árbol del 2,4%.
Hay una cosa clara, ambos grupos serán actores principales del proceso de consolidación que se nos avecina.
Hay grupos familiares que siguen aguantando y arriesgando su patrimonio, pero el consumo no va a crecer en el corto plazo, la presión de los grandes se agudizará, los plazos de pago se van a acortar, el crédito no va a fluir como antaño, y esto puede poner en riesgo inminente a muchos operadores pequeños y medianos. Tienen una salida, compartir estructuras, unirse, fusionarse, crear grupos de gestión,... pero tienen que ponerse en manos de profesionales que conozcan perfectamente el sector, no meros arribistas financieros que no son capaces de comprender y valorar adecuadamente quiénes son y lo que representan en el mercado.
Muchos de estos grupos familiares me son conocidos, sólo puedo desearles suerte y si necesitan algo ya saben donde encontrarme, estoy en "Desde mi atalaya".
Francisco Fernández Reguero