En los últimos días se ha hablado mucho acerca del “Fiscal Cliff” o “Abismo fiscal”, sobre todo después de que el pasado día 6 de noviembre saliera reelegido Obama en las elecciones de EE.UU.
¿Qué es el Abismo Fiscal?
Para entender que es el abismo fiscal nos tenemos que remontar al año 2001 cuando G.Bush aprobó la ley “Tax Relief, Unemployment Insurance Reauthorization and job Creation Act of 2010”. Esta ley reducía los impuestos e incrementaba el gasto público hasta 2010 con el fin de paliar la crisis que afectaba a EE.UU. después de los acontecimientos económicos sucedidos en 2000 y 2001 en los que las acciones de las empresas de internet se desplomaron. Sin embargo, esta ley se prorrogó hasta el 31 de Diciembre de 2012.
Además, el 31 de diciembre de 2012 entrará en vigor el “Budget Control Act of 2011” que tiene por objetivo reducir el gasto público en EE.UU.. Por ello, a partir del día 1 de diciembre de 2013 se espera un fuerte recorte del gasto público y un aumento de los impuestos que puede afectar gravemente a la economía de EE.UU. a menos que el congreso se ponga de acuerdo en ampliar el periodo de vigencia de la “Tax Relief, Unemployment Insurance Reauthorization and Job Creation Act of 2010” y/o modifique el “Budget Control Act of 2011”.
Mientras que el FMI espera un crecimiento del 2% del PIB Americano en 2013, muchos expertos afirman que de ocurrir el abismo fiscal, la economía de EE.UU. retrocedería fuertemente y su índice de referencia, el S&P500, se desplomaría. Con ello, las demás bolsas del mundo también presentarían fuertes caídas. Precisamente este escenario es el que muchos temen.
¿Qué medidas se van a tomar?
Un problema que se presenta en la economía americana tras las recientes elecciones es que mientras el Senado está controlado por el partido demócrata, la cámara de representantes está controlada por el partido republicano. Ello dificulta las negociaciones para establecer una solución ante el abismo fiscal ya que cada partido es partidario de tomar unas medidas diferentes.
Obama y el partido demócrata son partidarios de subir los impuestos, sobre todo a los ricos; medida de la que el partido republicano se posiciona en contra. Mientras que el partido republicano es partidario de reducir el gasto público. Sin embargo, ante la gravedad de la situación se espera que ambos partidos se pongan de acuerdo y afronten el abismo fiscal.
Según los Keynesianos la situación es muy grave ya que realizar un ajuste de esta magnitud perjudicaría gravemente a la economía norteamericana a corto plazo y eso podría lastrar la economía en el largo plazo. Por otro lado, los economistas neoclásicos sugieren que las medidas son necesarias para reducir el alto déficit fiscal, volver al equilibrio y seguir creciendo.
Podemos concluir que los dos partidos deberían ponerse de acuerdo para tomar una solución que suavice los efectos del abismo fiscal, como prorrogar y/o modificar el “Tax Relief, Unemployment Insurance Reauthorization and job Creation Act of 2010” y el “Budget Control Act of 2011”. Este escenario, a priori, es más probable que el de no ponerse acuerdo y que el 1 de enero de 2013 la economía de EE.UU. caiga en el abismo fiscal. Sin embargo el ajuste de una manera u otra se llevará a cabo y tanto el partido demócrata como republicano tienen el deber de hacerlo lo menos perjudicial posible para la economía nortemaricana en primer lugar, y para la economía mundial.
¿Cómo afecta el abismo fiscal al mercado de divisas?
Por el momento la incertidumbre del abismo fiscal esta apreciando al dólar, ya que se le considera como activo refugio. Pero si el problema del abismo fiscal no se resuelve pronto el dólar podría debilitarse en detrenimiento de las divisas de los países emergentes, como el peso mexicano, el won surcoerano o el dólar taiwanés, como así declaró Alan Ruskin, estratega de Deutsche Bank.
Andrew Wilkinson, jefe de estrategia económica de Miller Tabak afirma:
"El abismo fiscal está más cerca, y eso pareció golpear a los inversionistas con mucho más impacto de lo que se esperaba. El aumento del dólar seguirá adelante hasta que oigamos algo constructivo en los debates".
