Hola Pau...
Coincido en buena medida con la primera parte de tu exposición. Eso si, no te creas que los directores de la vieja escuela eran mejores que los nuevos. Su deficit en riesgos se debía otros motivos, pero también existia. Creo que entre la generación de los 80 y la este siglo, justo en el medio estuvo la virtud, por distintos motivos (formación, no masificación de oficinas, ambición vs dificl mercado laboral, etc...)
Pau, en cuanto a las garantias discrepo con tu discrepancia ; )
1. Se me olvido colocar en el post que mi reflexión se centra en Banca de Empresas. Y ahí es mucho más ajustada a la realidad, aunque también lo sea para Banca de Particulares. Cuando fuerzas tus garantías en manos de una entidad financiera, si ésta te corta el grifo es muy difícil dar entrada a otra, pues la primera te tiene comprometido.
2. El compromiso familiar suele funcionar, lo se. Pero cada vez menos. Tus tres últimos años han sido buenos años. Estadísticamente no son representativos. Y el problema es, que me da que la sociedad ha mutado y los lazos familiares se han debilitado. Evidentemente algo es mejor que nada, pero las buenas operaciones se sostienen por si mismas. Y si sucede un imprevisto, la familia debería estar ahí, no por el banco, si no por ellos.
Respecto a las atribuciones,también disiento. En general los centros hipotecarios a nivel de riesgo no me gustan, como apoyo técnico si. Las atribuciones dependen del modelo de banco, del perfil de los directores, de cada producto concreto, de mil variables...
Un tema en que creo que se ha hecho menos hincapié de lo que le corresponde.
Ha fallado el análisis de riesgo. Tanto por la insuficiente capacidad de análisis de los bancarios encargados de la primera línea (los directores jóvenes actuales no tiene ni el tiempo ni la capacidad de prever la calidad crediticia del cliente por encima de la documentación aportada) como de la propia estructura de análisis de la entidad en su conjunto: si se establecen Departamentos de Riesgo fuera de plaza, no son ni lo suficientemente ágiles ni pueden valorar la parte subjetiva del cliente, que al final pesa muchísimo. Si están establecidos cara al público, son demasiado influenciables por los clientes o por los intermediarios.
En cuanto al tema de aportar garantías, debo discrepar un poco de tu enfoque. Por práctica, llevo 3 años aportando operaciones "complicadas" por ingresos pero muy avaladas por la familia a una entidad concreta que acepta este tipo de operaciones. Durante todo este tiempo, no se ha incidentado ninguna. Mi criterio de riesgos, que coincide con ese Centro Hipotecario, es que si la familia se involucra en el préstamo, pocas veces deja que se impague. El problema es dar hipotecas demasiado altas a una pareja, sin aval de ningún tipo. Y las razones son variadas (desde que una de ellas puede dejar de trabajar hasta el típico divorcio problemático).
El futuro, para mi, del análisis de riesgos implica que dejen de tomar decisiones de este tipo bancarios demasiado comerciales y poco técnicos. Las atribuciones que se han dado a muchos directores de oficinas han sido un error. Lo ideal, para mi, son Centros Hipotecarios en plaza que supervisen las sanciones de los directores de sucursal. Y dotar a estos Centros de profesionales de primera línea, no de jovencitos apabullados por mucho trabajo y poco tiempo.