Me encanta el programa Salvados conducido por Jordi Évole, cada día me gusta más. Ya no se trata sólo de la frescura y forma socarrona de enseñarte las cosas que le ocurren a España. Además me deja con cara de gilipuertas al final de cada programa. Y me gusta quedarme con cara de gilipuertas si la causa es un soplo fresco de información, oigan.
Por ejemplo, en el programa de hoy se ponía de manifiesto como uno de los más grandes agujeros que tenemos en las cuentas públicas, las televisiones públicas estatales y autonómicas, no hacen sino servir los intereses del partido gobernante de turno. No es ningún secreto, pero contado como lo hace Jordi, que sólo se limita a elegir las preguntas adecuadas y recapitular de vez en cuando a lo largo del programa, es brillante. Vale, por decir algún fallo de Salvados, lo cuenta una televisión privada, la Sexta, que no es por tanto imparcial. Y además el programa analiza en profundidad la situación paradigmática de Telemadrid, máximo exponente de la manipulación por parte del PP con permiso de Canal Nou (Comunidad Valenciana), mientras que ignora el pufo tremendo de Canal Sur en la Andalucía siempresocialista, del que mucho, muchísimo, se podría contar.
Pero salvando estos pecados cometidos por una televisión privada marcadamente de izquierdas, creo que el programa en general cumple muy bien con su misión: hacer consciente al ciudadano de lo que realmente se hace con sus impuestos.
Pero en fin, que me enredo. Lo que yo venía a contarles viene a cuento con el programa de reposición que se emitió a continuación sobre la financiación de los partidos políticos. Resulta que existe una estructura más oscura que la financiación de los partidos en España.
Se llama agujero negro.
Chistes malos aparte, me ha llamado mucho la atención saber la cuantía aproximada de las deudas contraídas por los grandes partidos con la banca. Son sólo 200 millones de euros. ¿Sólo? Sí, no me parece mucho. Bueno, eran 200 millones en 2007, que es la fecha de la que tenemos datos más recientes gracias a la acelerada labor en pro de la transparencia de la que hace gala el Tribunal de Cuentas. Verán, entiendo que es a causa de esos 200 millones de euros por lo que la banca tiene agarradas por sus partes a gran parte de la maquinaria de los partidos. Por supuesto, habrá más razones pero creo que esta puede ser la principal. Y resulta que ese dinero acaba siendo perdonado en gran parte... ¿A cambio de qué? Pues imaginen, desde el indulto de algún alto cargo del primer banco español con posterior castración del intento de la fiscalía de revertir la situación hasta el carácter voluntario de la norma de dación en pago, como si hiciera falta decirle a la banca lo que voluntariamente debe hacer. Y no voy a mencionar casos muy sonados como los fantastillones concedidos a Bankia o el escandalazo de contar con un gobernador del Banco de España que ni siquiera ha sido imputado a pesar de haber mirado sistemáticamente a otro lado, no.
Todos estos abusos perpetrados por el sector bancario español puede que no estén respaldados por esos 200 millones de euros del año 2007, pero desde luego la condonación sistemática de la deuda adquirida por los partidos con los bancos ayuda, y mucho. Por eso les propongo un trato a ver que les parece:
Ponemos 5 euros cada español y cancelamos la deuda de los partidos con la banca a condición de que nunca más se puedan endeudar.
¿Creen que serviría para algo? ¿Podríamos aspirar a una mayor democratización de esta sociedad?