Los españoles tenemos unas tragaderas enormes. Podemos con un yerno de monarca corrupto, incluso con una infanta lista que se hace la medio tonta y con un Rey sospechoso que pide perdón por algo que no sabemos. También hemos podido tragar con una clase política despreciable, un congreso blindado, un "que se jodan" a los parados, una Andalucía desangrada por los EREs y con que ningún corrupto va a la cárcel más de un mes desde que en 1994 Luis Roldán fue al trullo. Ni uno solo. También hemos pasado por alto los trajes de Camps a pesar de que son sólo la punta del iceberg, lo de Filesa, Naseiro, Gürtel, los seis millones de parados que van para siete y que la generación mejor formada del mundo está yéndose a Alemania. Todo lo hemos consentido, incluso que cada día haya más escándalos de lo que somos capaces de memorizar.
Hoy se publica en El País y El Mundo la supuesta contabilidad en B de Luis Bárcenas, ex-tesorero del PP, apodado el cabrón por algo. Y ese algo es porque entre él y su amigo Francisco Correa (alias Gürtel en alemán), le han dado al ventilador y la mierda está llegando hasta Estados Unidos. El dinero negro procedente de constructoras como OHL, FCC y Sacyr se redistribuyó generosamente en forma de sobresueldos en negro y donativos ilegales al partido.
Dolores de Cospedal, Rodrigo Rato, Mayor Oreja , Javier Arenas, Ángel Acebes y Álvarez Cascos niegan haber recibido los pagos. Las anotaciones reflejan entregas al presidente del Gobierno de 25.200 euros anuales durante 11 años. Mariano, como siempre, calla y se queda quietecito. Pero deberá negar que nunca ha recibido 9.100 € en trajes y que tiene más clase que Camps.
En cualquier otro país el gobierno habría dimitido en bloque hace ya algunos días. Va a ser que les tendremos que hacer dimitir.
Hasta aquí hemos llegado.