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Siempre me ha causado indignación el ambiente de extrema tristeza en tanatorios y cementerios. Entiendo que la muerte de personas cercanas siempre es un hecho triste, claro que sí, especialmente si se trata de personas jóvenes con una vida por delante. Pero nunca me ha entrado en la cabeza, por ejemplo, ver llorar a moco tendido a los nietos de una abuela de noventa años que llevaba ya siete de ellos con diálisis y que ya no oía ni veía... ni prácticamente vivía. Aún así, cuando se trata de personas jóvenes, intento sacar lecciones valiosas, que no sea la muerte en vano. Nunca.

Lo que me pide el cuerpo en este tipo de situaciones, cuando velamos un envoltorio como es un cadáver, es sacar el álbum de fotos del finado, un par de botellas de coñac y repasar su vida junto con sus familiares y amigos. Recordar lo mucho que nos divertíamos de sus ocurrencias, de sus anécdotas, de los paseos que organizaba por la playa, de las excursiones que organizaba al campo, de lo mal que cantaba en el Karaoke y hasta reirnos de sus arrebatos de mal humor. La vida como tal había concluído para esa persona querida. Por tanto, lo mejor que cabe hacer es recordar a esa persona como se merece, mantenerla viva en nuestra memoria para sacar todo lo positivo de ella que podamos.

Esto último me pasó una vez en un cortejo fúnebre de un ser querido y se convirtió en una situación comprometida... de la que jamás me arrepentiré. La situación podría ser tildada de esperpéntica por la mayoría, pero a mí me pareció hasta lógica y natural. Imaginen la escena fúnebre, ese centenar largo de personas que acompañan a viuda, hijos, hijas y parientes del finado desfilando camino del cementerio detrás del coche fúnebre con sus roscos de flores diciendo "tus compañeros de Asesoría Gar&Cía no te olvidan", en plena ceremonia que se supone debe ser un ejercicio de tristeza colectiva, en fin. De repente alguien recuerda en voz no demasiado baja una situación graciosa del muerto, así como quien no quiere la cosa, y las primeras risas empiezan a asomar en las caras, risas que se convierten en carcajadas en decenas de personas cuando alguien añade el segundo chascarrillo. De repente empezamos a vivir una situación hilarante en la que nos empeñamos en esconder la cara para que no nos vean y sepultar las emociones y el cachondeíto, situación imposible de esconder, por el miedo al que dirán, como cuando de niño te contaban algo gracioso en clase y no sabías donde meterte porque te ponías colorado e ibas a estallar de la risa.

Que mal se pasa, ¿verdad?

Pero es que lo que te pide el cuerpo, tributar al muerto con un recuerdo amable incluso en pleno duelo, soltar las emociones que surjan, despedirlo con cariño, no con tristeza. No nos debe avergonzar ni un ápice llevar el dicho del "muerto al hoyo y el vivo al hoyo" a rajatabla, a la vez que se despide con cariño, sensatez y hasta humor al que ya no podrá corretear más por aquí.

Siempre es más duro realizar este ejercicio de despedida "amable" con personas jóvenes, no voy a negarlo. Tratar de insistir en enseñar el lado bueno de la vida a un viudo que se encuentra de repente con dos bebés mellizos porque su mujer se ha matado en un accidente de tráfico es una tarea titánica, sin duda. Pero me parece un error el animar al superviviente a aceptar la nueva situación como una pesada carga, casi como un "castigo". Lo deberías hacer por tus hijos, tira adelante, como si fuera una responsabilidad más, un enorme palo emocional y adicional a la de perder de repente a su ser más querido, a su compañera del alma. Y creo que no deba ser tratado así. ¿No es mejor para el viudo hacerle entender que ella no tuvo tanta suerte como tú, sigues vivo tío, ¡aprovecha!?

No sé que recomiendan los psicólogos profesionales en este tipo de situaciones, igual me equivoco en mis opiniones y valoraciones con respecto a sus diagnósticos profesionales. Pero intuyo de alguna manera que, salvando la necesaria estapa de duelo, imprescindible en este tipo de situaciones y que también creo que debería vivirse en compañía y también con sus dos botellas de coñac, el álbum de fotos, etc, el aferrarse a la vida como el puñetero regalo que es debería ser una de las medicinas más recomendadas para superar estos trances.

Al menos así intento hacerlo yo cada día.

 

Todos los días me monto en mi coche o en mi bici y sé que me expongo a una de las situaciones de más riesgo de morir, el tráfico. También sé que me puede tocar la china en algún viaje largo, como le pasó ayer a mucha gente que volaban de Barcelona a Düsseldorf, vuelo que he realizado yo mismo no pocas veces y que repetiré sin duda, sin dejar que me embargue el miedo o la superstición.

Aunque esté perfectamente integrado en mi rutina, sé que si por la tarde regreso a casa es sólo porque tengo suerte. La misma suerte que tuve de nacer en un país donde no se pasa hambre, ni frío ni las consecuencias de enfermedades leves pero que en otros sitios truncan una vida para siempre. En eso coincido perfectamente con lo que dice Warren Buffett en lo que él llama la lotería genética:

 

Tengo la inmensa suerte de haber ganado la lotería genética. Mis posibilidades de nacer en Estados Unidos en lugar de en cualquier otro país en 1930 eran de treinta a uno. Nacer blanco y varón allanó muchos otros obstáculos, hacerlo en una familia que me diese amor y cultura fue ganar el gordo. Por eso ahora ha llegado el momento de devolver lo conseguido.

 

Recomiendo muy mucho leer el texto original en inglés, extraído del famoso discurso que dio a un grupo de estudiantes universitarios (a partir del minuto 3)

 

Creo que la sociedad occidental, al menos aquella de la que forma parte un servidor que nació en España, no sabe tratar correctamente el tema de la muerte, y es una verdadera pena. Se mira con estupor a la gente pragmática que insiste en recordar que la vida son cuatro días y hay que vivirla sí o sí, una puñetería lotería de la que sales indemne cada día hasta que llega uno en que te borra del mapa. La mayoría del personal no asume que la vida no es una posesión, NO te pertenece, sino que es un regalo que se te da desde el mismo día en que naces y que se te arrebata cuando la suerte, la enfermedad, la estupidez o la maldad se imponen. Creo sinceramente que reconocer que estamos de prestado en este mundo, y que muy, muy probablemente no hay otra vida después, por más que insistan patéticas supersticiones que nos acompañan desde antes de haber salido de Africa, es una de las mejores medicinas que podemos tomar para alcanzar la felicidad en los días que nos quedan.

 

El universo no fue hecho a medida del hombre; tampoco le es hostil: es indiferente.

Carl Sagan.

 

Nuestro paso por este mundo es efímero, sólo podemos luchar por quedarnos retenidos en la memoria de las personas que nos quieren y, si tenemos suerte y "nos lo curramos", impregnar a la propia humanidad con nuestra obra y nuestras ideas para convertimos en una referencia para todos. Lo que los antiguos llamaban alcanzar "la gloria". Como cuerpos no somos sino polvo en el viento, dust in the wind, pero como humanos tenemos mucha más proyección de lo meramente corpóreo y material, no olvides que todos tenemos en potencia la capacidad de trascender más allá de nuestro ciclo vital.

Tu abuela no ha muerto aunque esté convertida en ceniza, porque vive en tí, en tu recuerdo, no sólo en tu código genético. Igualmente Gandhi ha trascendido y está más vivo que nunca en miles de ONGs. Incluso yo siento que una persona que vivió a 7.000 km de mi hogar, y que nunca me conoció, de alguna forma habita en mi interior y ha tenido mucho éxito "colonizando" mi cerebro, mi posesión más valiosa, para que  esparza sus ideas, sus mensajes y su amor por la vida.

Así que ya sabes. En tu próxima visita al tanatorio, que espero no la hagas dentro de una caja, pregúntate que puedes hacer por aprovechar el legado del finado. Como puede trascender de su mero envoltorio corpóreo y dejar tu impronta en este mundo, por modesta que sea. Pero sobre todo, te recomiendo ser absolutamente egoísta en esas situaciones, intenta aprender la lección de la vida, pregúntate a tí mismo que más puedes hacer porque merezca la pena aprovechar este regalo que te ha dado el cosmos, piensa en la de besos y abrazos que le darás a tus hijos al volver de una pieza a casa, esa llamada que tienes pendiente para reconciliarte con el capullo de tu primo, aquel con el que no tienes motivos reales para estar enfadada, que puedes hacer para que tu breve paso por este escenario haya merecido la pena. Pero de verdad.

Aprovecha, que sólo se vive una vez y mañana puedes no estar aquí. La vida es puro teatro y tú tienes la inmensa suerte de representar el papel que más te guste. Hazlo pronto, antes de que acabe la función.

 

Con cariño, para Isa.

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  1. en respuesta a Solrac
    -
    #20
    Josehga
    26/03/15 16:32

    Los psicooncólogos han demostrado que el apoyo psicológico a los enfermos de cáncer mejora su calidad de vida (básicamente por la mejora de la ansiedad), pero no altera la expectativa de vida en lo más mínimo. También se ha demostrado que los pacientes que sufren depresión tienen menos probabilidad de tener un cáncer, al contrario de lo que dice la pseudociencia. Esto es porque la depresión, igual que las demencias, la esquizofrenia, y otras enfermedades del cerebro, conlleva una tendencia a la muerte celular, mientras que el cáncer es lo contrario, un exceso de proliferación celular, procesos ambos determinados genéticamente.
    Y el apoyo psicológico a los pacientes de cáncer nada tiene que ver con la pseudopsicología positiva consistente en llevar la sonrisa puesta contra viento y marea.
    Le echaré un vistazo a ese blog. El libro del mismo título de Carl Sagan me gustó mucho.

  2. en respuesta a Josehga
    -
    Top 25
    #19
    26/03/15 15:57

    Bueno, del "buenrollismo" que emana de las pseudociencias podríamos empezar a hablar y no paramos, je, je. Pero eso es otro cantar. En el blog de "LA Ciencia y sus Demonios", uno de mis favoritos, hablan extensamente de eso mismo.

    La actitud positiva ante un cáncer hace mucho, claro que sí, aunque sólo sea para mantener a tu cuerpo en orden. De ahí a pensar que con esa actitud y las flores de Bach sirve para curar todos los casos... ¡uf!

  3. en respuesta a Ranca
    -
    Top 25
    #18
    26/03/15 15:55

    No sé que definición usas de "patético". Yo me limito a la acepción de la RAE:

    -----------------------------------------------------------------------------
    patético, ca.

    (Del lat. pathetĭcus, y este del gr. παθητικός, que impresiona, sensible).

    1. adj. Que es capaz de mover y agitar el ánimo infundiéndole afectos vehementes, y con particularidad dolor, tristeza o melancolía.
    -----------------------------------------------------------------------------

    Las supersticiones que predican que hay una vida después de la muerte, sean religiones o no, que no las he mencionado, sea la religión cristiana o no, que tampoco la he mencionado, es evidente que infunden afectos vehementes en el ánimo de los que caen en sus redes. Sentimientos. Demagogia al fin y al cabo pues en muchos casos se trata de religiones que recurren a los sentimientos, no a la razón, para ganar poder sobre las "almas". En este caso sentimientos de transcendencia tras la vida aquí. Sin una puñetera prueba, ni siquiera una prueba "espiritual" de sensación en tu interior.

    Lo único que he conocido más cercano a una prueba de "otro estado de consciencia más allá de esta vida" es el que te lleva a otro estadio de conciencia tras un acto de meditación basado en filosofías orientales. Pero no estoy seguro de que no se trata de una ilusión provocada por mi cerebro.

    No se trata de faltarle al respeto a la gente que cree en supersticiones que nos prometen una vida en el más allá (nada menos que eterna, toma ya), sino de ser conscientes de que no hay prueba alguna de que pueda ser así, porque se trata de hechos no falsables.

    Yo no puedo demostrar que no hay vida en el más allá, pero sí que puedo exigir a quien lo asegura que me lo demuestre. Surgió primero la superstición que te intenta convencer, de forma patética pues te intenta remover por dentro para que me salga el querer tenerla, de que hay vida en el más allá. La Ciencia te enseña que esto es imposible de demostrar, de hecho nadie aporta ni una prueba. No hay más.

    Por otro lado, siempre he pensado que vivir una vida eterna debe ser un soberano coñazo. Muchos años sí, pero eso de no poder "desconectar" y que te invada el cansancio... uf. Pero eso son meras elucubraciones mías.

    No he realizado un ejercicio de superioridad moral con este texto, al menos no lo he pretendido y me disculpo si se trasluce eso. Si no un ejercicio de ciencia y sentido común: "Esto es lo que hay, lo que está demostrado que hay, y es único o al menos todas las pruebas disponibles apuntan a ello... ¿te lo vas a perder mientras dure?"

    Saludos.

  4. en respuesta a Solrac
    -
    #17
    Josehga
    26/03/15 15:14

    Con esto lo que te quiero decir es que dar consejos en general me parece, aunque bienintencionado, no deseable y poco práctico. El que da un consejo aunque quiera ayudar, lo hace mirandose a sí mismo, no mirando al otro; pensando que el otro debería de actuar como uno mismo, lo que sólo sucedería si todas las personas fuéramos exactamente iguales. Lo contrario de dar consejos es ser empático: comprender al otro sin juzgarlo ni pretender cambiarlo. Si una persona sufre un duelo y le sale seguir haciendo vida normal y se repone en seguida, me parece excelente, tan excelente como aquel que se tira dos años sin salir de casa, si es eso lo que se sale. Sin presiones, con libertad, dejando los sentimientos fluir.

    Vivimos en un tiempo en que predomina mucho la pseudopsicología positiva, todo debe ser alegría y optimismo, está mal visto estar serio o triste. Y esto hace mucho daño. Se ven pacientes de cáncer que han captado el mensaje (erróneo, además) de que su tumor ha estado relacionado con una actitud negativa ante la vida, y que deben hacer un esfuerzo por sonreir pese a la enfermedad para superarla (concepto tampoco demostrado por la ciencia). Esta gente tiene doble sufrimiento, el de la enfermedad y el de la presión del entorno por sentirse "positivos". Con el duelo se ve lo mismo. Nuestra cultura, que posee grandes valores, no acepta la muerte, la enfermedad y el sufrimiento, que no por eso dejan de existir. En otros tiempos se glorificaba la muerte, la enfermedad y el sufrimiento, por influencia de la religión, y ahora hemos pasado al otro extremo. La virtud estaría en el término medio.

  5. en respuesta a Solrac
    -
    #16
    26/03/15 14:39

    Pero una cosa es no esconderlo o sentirse orgulloso, defenderlo o como quieras llamarlo, que ojo, yo también soy ateo, pero no por ello le digo a los demás que sus supersticiones de que hay un más allá son "patéticas", te estas equivocando con lo del cielo cristiano y de que hay que portarse bien, yo me refiero que hay gente que aun no siendo católica ni de ninguna religión, piensa que hay algo más. Nosotros seremos escépticos en que haya algo más, pero ellos son escépticos de que la vida solo sea este paso ¿y como voy a decirle que eso es patético si nadie lo puede demostrar? a eso es a lo que me refería, a los modos, por mucho que comprarta tu mensaje no comparto expresarlo de esa manera.

    Es sólo una opinión, lo que me recuerda otra cosa, una profesora que me decía que no hay que escribir como se habla, y creo que este es el ejemplo, en una charla en persona no te diría nada por expresarte así claro está, pero no estarías ofendiendo a nadie jeje un post es diferente. A mi esas palabras me hacen pensar en la gente que conozco, se expresa así, y sé que estando en el poder pondrían las normas que ellos mismos, amparados por su superioridad moral, creyesen las acertadas, que por cierto, tampoco dista mucho de la realidad actual jaja aunque viendo que nadie protestó, y que yo por ser anarcocapitalista soy más sensible a esas expresiones, no quiero ser el engorroso, y pido disculpas por separar la atención del mensaje principal, de echo estuve apunto de no escribir nada jaja casi XD me lo apunto para las siguientes ocasiones. Saludos

  6. en respuesta a Solrac
    -
    #15
    Josehga
    26/03/15 14:07

    Pero la etapa de duelo puede ser de hasta dos años en nuestra cultura latina, eso es algo que hoy día por la influencia anglosajona no se acepta. Si alguien se tira dos años triste porque se le ha muerto alguien, se piensa que debería ir al psiquiatra porque tiene depresión. A los pocos meses ya te están presionando para seguir la vida normal y pasar página. Tan malo me parece esto como lo contrario, lo que se hacía antes y mencionas, que es forzar un duelo más intenso de lo que a veces se siente, y en lo que predomina es la apariencia más que el sentimiento verdadero. Cada persona es un mundo, la relación con el fallecido puede ser muy diversa, y esto hace que un duelo puede ser muy diferente a otro. Y lo único que verdaderamente apoya al que sufre el duelo es ver que le respetan su proceso personal. Lo que más se ve hoy día en las consultas de psiquiatría son personas que se han visto forzadas por la presión del ambiente, o la que se han hecho a sí mismos, a acortar en duración e intensidad el duelo más de lo que hubieran deseado, y esto a la larga trae consecuencias graves. Las mismas que traía antes el prolongar el duelo más de lo que se deseaba. Lo mejor es dejar que el duelo evolucione de manera adecuada a la naturaleza de cada uno.

  7. en respuesta a Ranca
    -
    Top 25
    #14
    26/03/15 13:37

    Nunca he tratado de caerle bien a un creyente con este escrito. Mi ateismo es patente y provoca rechazo, pero no pienso esconderlo ni un ápice. Es más, lo luzco orgulloso. Entre otras cosas porque la hipótesis de que hay un más allá no es falsable, por tanto un hombre de Ciencia se mantiene escéptico al respecto.

    No obstante, estoy seguro de que entraría en el "cielo" de varias religiones por como me comporto en esta vida. Por si acaso, vaya por delante mi mínima porción de superstición, "por si acaso hay un más allá, me estoy portando bien", je, je.

    Espero, no obstante que no te haya gustado, que te haya servido de algo el texto.

    Saludos.

  8. en respuesta a Josehga
    -
    Top 25
    #13
    26/03/15 13:32

    Hombre Josehga, yo he tenido la delicadeza de opinar con conocimiento de causa. No me atrevería a escribir lo que he escrito sin haber vivido en carne propia ciertas experiencias que, desgraciadamente, todos hemos de vivir alguna vez. Nadie habla de limitar la etapa de duelo, de hecho digo que es necesaria:

    Pero intuyo de alguna manera que, salvando la necesaria estapa de duelo, imprescindible en este tipo de situaciones y que también creo que debería vivirse en compañía y también con sus dos botellas de coñac, el álbum de fotos, etc, el aferrarse a la vida como el puñetero regalo que es debería ser una de las medicinas más recomendadas para superar estos trances.
    Lo que reivindico es que no se adorne con más dolor del necesario y que, en cambio, la sociedad occidental se despoje de toda la hipocresía que suele llevar aparejada una de estas situaciones. En parte ya lo hemos hecho. Por ejemplo, no se mira mal a las personas que acuden al funeral si no van de luto (hace algunos años, eso era impensable). ¿Qué me dices de las viudas de los pueblos, obligadas a ser "muertas en vida" aunque perdieran a su marido con 35 años? (¡¡¡En Las Alpujarras las viudas hasta hace poco ni podían salir de casa!!!) Eso está afortunadamente superado en gran parte del territorio español, pero hay muchas otras actitudes que nos acompañan que son auténticas barbaridades y atentados contra el sentido común. Por ejemplo, a mí me parece una salvajada que se recomiende a las personas afectadas que se relajen, que hagan menos cosas y que cambien su rutina diaria. Afortunadamente cada vez se recomienda más que intentes hacer tu vida diaria y lo que te pide el cuerpo, así como te encierres a llorar dos horas seguidas si eso es lo que necesitas, pero he oído no pocas veces "¿Y ahora que vas a hacer, Paquita, ahora que Pepito no está aquí y era el que te traía y te llevaba en coche a la playa? Afortunadamente, no pocas viudas empiezan a responder: "¿Qué voy a hacer? Pues echarle mucho de menos a cada momento, mientras me saco el carnet de conducir a mis sesenta años, ¿sabes? Es que no pienso renunciar a seguir yendo a la playa, con o sin Pepito."
  9. en respuesta a désolé
    -
    Top 25
    #12
    26/03/15 13:22

    Nadie quiere verse en esa situación terrible, pero estoy seguro de que el viudo, tras asumir la pérdida, si es que es capaz algún día de hacerlo, no encuentra mayor tesoro que sus propios hijos. ¿Qué puede hacer? ¿Renunciar a seguir a pesar de ellos, que son la máxima expresión del amor que tenía con su compañera?

    Lo que trato de decir es que no se debe ver la fase post-mortem como una etapa de dolor obligado para siempre, y que tras el necesario duelo, que nunca he negado que deba existir, nace una nueva fase en la que el superviviente (y aquí viene mi opinión) no puede ni debe verse cargado con la "obligación" de vivir por sus hijos. El típico "ánimo, tienes que seguir adelante, hazlo por ellos que son pequeños" salvo en casos extremos. Intento cantar la suerte de seguir vivos y poder seguir amando a esos niños, no como una pesada carga, sino como una más que digna oportunidad de hacer lo que tu pareja ya no es capaz de hacer, entre ellas, "ver pintar un dibujo, o saltar, o comer solos".

    Y sólo por eso, la vida debería seguir mereciendo la pena.

  10. en respuesta a theveritas
    -
    Top 25
    #11
    26/03/15 13:15

    Yo también tuve una experiencia muy renacentista con el David, theveritas. El renacimiento de hecho es situar al humano en el centro y como medida de todo. Pero eso no significa que la muerte de un individuo sea el final de la experiencia.

    Yo veo a nuestra especie como el medio que tiene el Universo de intentar entenderse a sí mismo. En ese sentido la época que estamos viviendo, tratando de explorar, reconocer, escudriñar y hasta entender cada faceta del Universo, tanto microscópico como como macroscópico, podría considerarse como una especie de "renacimiento ampliado", donde la medida humana sale de su envoltorio físico y se extiende al resto del Universo.

    Intentar que estés de acuerdo conmigo al 100% en un post en el que mezclo temas tan dispares y límbicos (o incluso reptilianos, en el sentido de la pulsión original que provoca en nuestros cerebros) el final de la vida, el acontecimiento más importante de una persona después de su nacimiento, los sentimientos, el dolor, el instinto de supervivencia y el afán de vivir, es una tarea inútil, je, je. Lo normal es que no se esté de acuerdo conmigo en este escrito.
    Pero si ha servido para aportar otro punto de vista y dotar de esperanza a alguien, esperanza de verdad, la de amar la vida, no la vana esperanza de la vida en el más allá, pues me doy por más que satisfecho.

    Saludos.

  11. #10
    26/03/15 12:57

    La verdad, me ha parecido mal este post, para mi te pierden las palabras, la narrativa. Cosas como al principio el ejemplo de la abuela de 90 años que no ve ni oye, que no es que vaya a ser lo habitual, pero empiezas "me ha causado indignación", la gente que sea como quiera mientras no haga daño a nadie, eso es querer la superioridad moral, o cuando dices lo de las patéticas supersticiones de si hay otra vida después, podrás criticar una secta o lo que sea, pero no una superstición, porque el hecho de que tu creas que no hay nada "después" implica también una superstición, no moriste y volviste a escribir este post para contarnos que no hay nada "después"... y no lo digo porque yo crea nada, pero es que cada uno crea lo que quiera, ¡no decir que son patéticas! critica a la iglesia etc. como institución (de la iglesia siempre digo que es la empresa más antigua) pero no el simple echo de pensar si hay algo en el más allá o no, o si tienen que ser los velatorios a tu manera o a lo de los demás... no sé y alguna cosa más que me hace pensar en superioridad moral y totalitarismo (pero no quiero alargarme con la critica), por eso me da pena, que pudiendo poner solo opinión, o el mensaje que quieres transmitir, -que hasta lo comparto evidentemente-, en mi opinión lo jodas todo por expresiones de ese tipo ¿donde está lo del pulgar abajo? jaja

    Saludos

  12. en respuesta a désolé
    -
    #9
    26/03/15 12:35

    … pierde sentido… si te martirizas pensando en lo que se pierde… si te mortificas pensando en lo que ya no tienes… si te obsesionas en preguntarte el porqué de los que se van… en vez de centrarte y luchar por los que se quedan… Sería fácil decir por falta de fe… pero en el fondo sí lo es, falta de fe en ti mismo… en los que te rodean… en los que te quieren… Los que se quedan se merecen y necesitan de toda tu sabiduría… todo tu esfuerzo… toda tu bondad… todo tu amor… no les prives de ello… ¡no te prives de ello!… que seguro es lo que desean para ti los que se han ido…

  13. #8
    Josehga
    26/03/15 12:25

    Los psicólogos profesionales lo que dicen es que en un caso de duelo hay que respetar el proceso normal del duelo, que incluye para la gran mayoría de los mortales sufrir dolor. El dolor es parte esencial de la vida, en la moderna cultura occidental pretendemos vivir en un mundo sin dolor, sólo alegría, y eso es irreal, la vida se compone tanto de la tristeza como de la alegría. Por eso en nuestra moderna cultura occidental se tiende a limitar el duelo, en intensidad y tiempo, y eso está demostrado que a larga genera problemas psiquiátricos graves, duelos patológicos, depresiones tardías por la culpa que el familiar siente por no haber sentido dolor cuando le tocaba sentirlo. Dar consejos, en general, suele ser muy poco afortunado pues el que da consejos parte de sí mismo, no del otro, no hay empatía alguna en dar consejos. La empatía consiste en escuchar, comprender y acompañar, sin pretender cambiar la reacción del otro aunque no nos guste. Decirle a alguien que ha perdido un ser querido que se anime me parece una profunda falta de respeto.

  14. Top 25
    #7
    26/03/15 00:43

    No conozco a Isa pero un beso muy fuerte para ella, mucho ánimo y hay que seguir luchando.

    PD pon la última frase un poquito más grande, Isa se lo merece!

  15. #6
    stone22
    26/03/15 00:32

    Están muy bien estos posts "filosóficos". Me has recordado este fragmento de los "Sueños" de Kurosawa:

    https://www.youtube.com/watch?v=yYbvOJjc0IE

  16. #5
    25/03/15 23:03

    "ella no tuvo tanta suerte como tú, sigues vivo tío"

    A mi ese pensamiento me martiriza.
    Para ese viudo, ¿Donde está el lado positivo de la vida? Cómo va a mirar a sus hijos pensando que van a crecer sin madre? Que no la van a conocer? Que la mejor persona del mundo, la que más nos quería, nunca las va a ver pintar un dibujo, o saltar, o comer solos?
    Hace ya tiempo que mi vida, y hablo exclusivamente de la mia, dejó de ser un regalo.
    Os aseguro que no solo las banalidades, sino las cosas importantes, pierden el sentido.

  17. Top 25
    #4
    25/03/15 22:29

    No te conozco, jamás he mantenido una conversación contigo, pero tus escritos muestran una claridad que te hacen reflexionar, en realidad consigues generar una sensación de cercanía, parece que quien te habla sea un amigo con el que intercambias opiniones a menudo, por eso consigues hacerme pensar, debe ser el estilo de escritura pues no es solo este post, la verdad este blog es de lo mejor de rankia.
    Por lo demás me recuerda tu mensaje al del final de la película "la vida de bryan"

    Dicho esto puntualizaría, carl salgan era un genio, pero yo como individualista acérrimo que cree que lo más importante es cada individuo, no me siento del todo de acuerdo con eso de lo pequeños que somos en comparacion con el universo, porque yo ni miro hacia fuera es que no habría ido a la luna teniendo tanto por arreglar aquí. Un día delante del David de Miguel Ángel en Florencia comprendí que el hombre es la medida de todas las cosas y que esa escultura es muy superior a los anillos de Saturno (que por otra parte son intrancesdentes). El ser humano lo es todo y es capaz de todo somos tan grandes como queramos ser y ni el cielo es el limite.
    Cada ser humano perdido es una tragedia, por eso a mi el fin de la vida me entristece, si hay que ser positivos y recordar lo mejor pero eso implica que no lo volveremos a vivir por eso es triste, la vida es finita y hay que aprovecharla, cuando llega la tragedia es inevitable estar mal sufrir y pasarlo como se pueda, pero se pasa y se sigue adelante porque siempre podemos. Pero si veo triste una situación como la que describes y a pesar de ser muy practico no estoy al 100% contigo.
    La vida es nuestra es lo único que realmente tenemos, lo prestado es lo demas por eso hay que cuidarla aprivecharla y sacarle partido pero con la mentalidad de que el mundo la naturaleza lo que nos rodea es nuestro y le vamos s sacar partido para ser lo mas felices que podamos, pero sin cortapisas y sin condicionamientos sociales ni prejuicios morales
    No creo que esto sea una loteria creo que la estadística es la medida de nuestra ignorancia, todo pasa por algo tenemos que conducir bien fijarnos en cada cruce con la bici ser perfeccionistas tenerlo todo bajo control, hacernos chequeos médicos, no afectarnos por chorradas cuidar nuestra maquina, porque la suerte (la lotería) como dijo churchill tan solo es el cuidado de los detalles

    Buenas noches y enhorabuena una vez mas por tus escritos con los que aprendo tanto como discrepo en alguna ocasión

  18. #3
    25/03/15 21:58

    Las lecciones del tanatorio suelen durar muy poco, al menos en mi caso personal, por desgracia hace poco mas de un año enterré a un hermano de un accidente laboral, una operación que había repetido mas de 10.000 veces en los últimos 20 años al final le costo muy cara, la vida, aun así y después de todo lo ocurrido a los pocos días seguía en mi día a día,con las mismas preocupaciones nimias y banales por cosas sin la mas mínima importancia.

    Gracias por el post,Saludos.

  19. #2
    25/03/15 21:08

    Hola Solrac,

    Gracias por este regalo que nos has dado.

    Me has recordado algo que obviamos todos los días inmersos en "problemas" muchos menores.

    Un saludo

  20. Top 100
    #1
    25/03/15 13:57

    Me temo que por el muerto no se pude hacer nada, dicen que cada día mueren mas o menos 160.000 personas, lo bonito seria que el día que te toca, te metan en la misma habitación que a los otros "afortunados", ya sabes que mal de muchos consuelo de tontos,jaja.
    Abrazo