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Entre el deseo y la realidad

La realidad es que el mercado continua fuertemente bajista, con escasa liquidez y con una economía intervenida que distorsiona la libre competencia que es la salsa de la bolsa y en la que el proteccionismo empieza a campar por sus anchas.

¿En virtud de que principio los depositos del nacionalizado Northern Rock son más seguros que los de Barclays o que los bancos que pagan más por su pasivo sean igual de seguros que los que no están tan agobiados porque han hecho una gestión más racional y eficaz?

¿Los bajos tipos de interés serán la panacea de todos los problemas, en donde los culpables no saben, no contestan o se corren juergas multimillonarias a costa de todos nosotros? ¿Seremos tan tontos de pensar que esto ha surgido por arte de birlibirloque o los mercados no recuperarán la confianza en todo el sistema empezando por las agencias de rating hasta que se haga una limpieza seria?

Y en este panorama ¿puede haber bolsa?

La noticia buena es que parecen que en los mínimos de 2002 que hemos visitado puede encontrarse un suelo aunque sea temporal, pues cuando los bancos coticen en funcion de lo que valen sus gestores y accionistas, gran parte del recorrido ya estará hecho.

Mientras tanto no compren hasta que el SP salga de la cuña bajista y supere el 875 y el Ibex el 9.000. Más vale que compren otros antes en el camino, pues las probabilidades de errar son muchas y las de ganar pocas.
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