Un lector que disimula utilizando el seudónimo de “novato” dice lo siguiente:
La prohibición de los cortos en valores financieros está creando ya unos efectos colaterales nefastos.
Los "market makers" en el mercado de derivados necesitan tener acceso a las ventas en corto de las acciones de los bancos para cubrir los desequilibrios en la emisión de opciones no solo en esos bancos sino también en las opciones basadas en subyacentes más generales como los índices principales que contienen bancos.
Entre esto y el miedo de los market makers a que la prohibición de los cortos se extienda el día menos pensado a más subyacentes ha hecho que las horquillas en el mercado de derivados se hayan expandido hasta valores astronómicos (Aunque menores que los del Meff, eso sí. Todavía los americanos tienen que aprender de nuestro cortijo)
Como consecuencia de esta expansión de las horquillas, las pérdidas en las carteras de derivados han sido ingentes. Tanto en las put como en las call porque las posiciones largas en opciones se tragan la mitad de esta expansión de horquillas y las cortas la otra mitad.
El mercado de opciones americano es un mercado de 1,2 billones (europeos, millones de millones) de dólares y se rumorea que el lunes podría no abrir.
Otra consecuencia de este cierre de cortos decretado desde el poder es que dejará da haber cortos que actúen como colchón de seguridad en caso de desplome. Por debajo del precio de un valor con problemas está la demanda latente de acciones que suponen los cierres de los cortos que hacen beneficios. Muy por debajo de estos están acechando los cazadores de gangas que ofertan precios irrisorios.
Si se suprimen por decreto las posiciones cortas se suprime esta demanda latente y se crea, debajo del precio, una gran burbuja de vacío. Si el valor se desploma no habrá cortos que compren acciones para cerrar sus posiciones y amortigüen la caída. Podemos esperar ver a ciertos valores en descenso "saltar" gaps de un 10% en un minuto cuando, a ciertos precios, debe simplemente de haber órdenes de compra.
En cuanto a si los contribuyentes aceptarán cargar con estas pérdidas o se rebelarán, podemos estar seguros que se rebelarán. No haciendo manifestaciones o cambiando el voto sino a través de sus hábitos económicos. Y es que "el contribuyente" y "el consumidor" son, en realidad, el mismo. La economía americana (como la española) ha dependido del consumo a crédito del consumidor facilitado por un crédito abundante y barato y por unos productos asiáticos asequibles.
Si se cargan sobre los contribuyentes todas esas pérdidas habrá que subir los impuestos y el consumo bajará. También puede aumentarse la deuda federal pero entonces el dólar bajará y aumentará el déficit comercial y el precio de los productos de importación.
En una economía que depende por completo del consumidor no es una buena idea debilitar al consumidor
En el artículo Recomendaciones sobre Danone, Deutsche Post y Thyssenkrupp decía lo siguiente: Ha confirmado un gran doble techo con el que ha entrado en tendencia primaria bajista. Los posibles rebotes a la zona 51 - 53 euros deben ser aprovechados para sacar el valor de cartera, o mejor todavía, ponerse cortos en el valor durante un par de añitos.
Como se puede ver, se podía haber vendido estos días.
Te saludo especulador bajista