Carlos San Juan se presentaba así "Tengo 78 años y me siento apartado por los bancos".
Este médico octogenario consiguió lo que los "espías del sector financiero español" no lograron a pesar de ser su trabajo.
Carlos, te escribo porque al ser jubilado como tú, me encuentro en la misma situación que se generaliza, y cómo tu tienes la notoriedad, considero que también nos puedes echar un cable con el tema de los supermercados.
Voy a la compra con lupa pues los precios por kilo o litro no hay forma de leerlos, dado que están letra microminúscula. Vas a pagar y es más de lo que piensas por unidad tradicional al ser el paquete de 500, 700 gramos y el litro de 75-80 cl.
Pero lo más curioso es que hay tiendas que a la hora de pagar te cobran un precio que no marca el producto, pues no les da tiempo a cambiarlo según ello.
Tengo que usar una calculadora para homogeneizar precios y ver cuánto ha subido mi compra en los últimos tiempos.
De las ofertas que no son ofertas ya que te exigen una vuelta al establecimiento y condiciones para hacerlas efectivas, más vale no hablar.
En otros países las organizaciones de consumidores, sindicatos y patronales tienen unos servicios de estadísticas alternativas a las del gobierno y sirven de contraste con las oficiales.
Incluso en España había cooperativas y economatos para controlar mejor los precios.
Seguramente Walmart haga más por los consumidores que nuestras organizaciones de consumidores que podrían con las subvenciones poner autobuses flotantes al lado de los supermercados para orientarles en estos y otros aspectos (cómo ahorrar, evolución semanal de precios, etc.).
En mi larga vida únicamente he visto un inspector velando por los consumidores una vez.
Carlos, no sé si te dan información sobre el resultados de tus gestiones, pero me parece que poco hemos avanzado, a tenor de lo que uno pisa la calle. Pero siempre podríamos estar peor, que dirán algunos.
Colas, pérdidas de tiempo, incidencias varias, imposibilidad de operar a determinadas horas y por canales diversos no existían hasta que conseguiste las famosas 300.000 firmas. Tanto el Banco de España, como el oligopolio de la banca y el Ministerio no se habían enterado de que eso de cerrar oficinas para atenderle mejor no tiene mucha lógica. Rasgada de camisetas y parole, parole, parole.
Contratar a unos jovencitos, con cursillos express, para saludar y sonreír al lado de máquinas de café, parece haber servido de poco pues las colas hasta en los cajeros siguen y la pérdida de tiempo y productividad por estos eventos parece no importarle a nadie.
Carlos, ¿nos ayudas con el tema de los supermercados para que el precio por litro o kilo esté en letras grandes y legibles para los cegatos?
Este médico octogenario consiguió lo que los "espías del sector financiero español" no lograron a pesar de ser su trabajo.
Carlos, te escribo porque al ser jubilado como tú, me encuentro en la misma situación que se generaliza, y cómo tu tienes la notoriedad, considero que también nos puedes echar un cable con el tema de los supermercados.
Voy a la compra con lupa pues los precios por kilo o litro no hay forma de leerlos, dado que están letra microminúscula. Vas a pagar y es más de lo que piensas por unidad tradicional al ser el paquete de 500, 700 gramos y el litro de 75-80 cl.
Pero lo más curioso es que hay tiendas que a la hora de pagar te cobran un precio que no marca el producto, pues no les da tiempo a cambiarlo según ello.
Tengo que usar una calculadora para homogeneizar precios y ver cuánto ha subido mi compra en los últimos tiempos.
De las ofertas que no son ofertas ya que te exigen una vuelta al establecimiento y condiciones para hacerlas efectivas, más vale no hablar.
En otros países las organizaciones de consumidores, sindicatos y patronales tienen unos servicios de estadísticas alternativas a las del gobierno y sirven de contraste con las oficiales.
Incluso en España había cooperativas y economatos para controlar mejor los precios.
Seguramente Walmart haga más por los consumidores que nuestras organizaciones de consumidores que podrían con las subvenciones poner autobuses flotantes al lado de los supermercados para orientarles en estos y otros aspectos (cómo ahorrar, evolución semanal de precios, etc.).
En mi larga vida únicamente he visto un inspector velando por los consumidores una vez.
Carlos, no sé si te dan información sobre el resultados de tus gestiones, pero me parece que poco hemos avanzado, a tenor de lo que uno pisa la calle. Pero siempre podríamos estar peor, que dirán algunos.
Colas, pérdidas de tiempo, incidencias varias, imposibilidad de operar a determinadas horas y por canales diversos no existían hasta que conseguiste las famosas 300.000 firmas. Tanto el Banco de España, como el oligopolio de la banca y el Ministerio no se habían enterado de que eso de cerrar oficinas para atenderle mejor no tiene mucha lógica. Rasgada de camisetas y parole, parole, parole.
Contratar a unos jovencitos, con cursillos express, para saludar y sonreír al lado de máquinas de café, parece haber servido de poco pues las colas hasta en los cajeros siguen y la pérdida de tiempo y productividad por estos eventos parece no importarle a nadie.
Carlos, ¿nos ayudas con el tema de los supermercados para que el precio por litro o kilo esté en letras grandes y legibles para los cegatos?