Principalmente cuando la bolsa no tiene tendencia, las gestoras nos recuerdan frecuentemente la posibilidad de rentabilizar nuestras inversiones a través de sus hedge funds. Pero cuando uno intenta averiguar los fundamentos en que se basa dicha propuesta de rentabilizar los ahorros se encuentra frecuentemente con una falta de información o con una caja negra que pertenece al conocimiento, sabiduría y experiencia del gestor, que suele ser un físico, ingeniero, o matemático experto en modelos y algoritmos numéricos.
Aunque últimamente hay intentos por mejorar la información a los partícipes en áreas referentes a la solvencia y viabilidad (Propuestas de hacer públicos los métodos que se usan para determinar la valoración de productos complejos, necesidad de planes claros de gestión de riesgos incluyendo los de liquidez, determinación de una política clara para gestionar los conflictos de intereses entre inversores y gestores) parece que aún hoy en día, transparencia, información actualizada y hedge funds, son palabras incompatibles.
La necesidad de contar con un mínimo bastante elevado para invertir en este producto si no se hace a través de un fondo de fondos, excluye a muchos de los inversores de la posibilidad de ganar dinero y, tan importante como esto, de diversificar su cartera.
Creo que infravaloramos las posibilidades de construir nuestro hedge funds y les propongo dos ideas para que reflexionemos sobre las mismas y si cree que son adecuadas para su forma de ser, ponerlas en marcha.
La primera estrategia consiste en vender opciones en momentos como los actuales, en que la volatilidad es mayor, con precio de ejercicio cercano al actual, y con vencimiento cercano (como máximo los dos siguientes). Mi estrategia preferida si no tengo claro la dirección del mercado es el cono vendido que consiste en vender puts y calls del mismo precio de ejercicio, apostando de que al vencimiento el precio esté muy cercano al de ejercicio. Veamos un ejemplo.
Si vendemos la put y call 2750 vencimiento agosto del Eurostoxx, podemos percibir aproximadamente 194 puntos, por lo que, salvo que el mercado cierre por encima de 2750+194 o por debajo de 2750-194, ganaremos dinero. Ganamos si el mercado no se mueve de aquí a agosto más de un 7%.
Conocer los elementos básicos de la valoración de opciones, es más sencillo de lo que parece, y MEFF y otras entidades, ofrecen información con diverso grado de complejidad. Mi consejo es que bucee en ellos, pero que pondere principalmente la liquidez (diferencias entre precios de demanda y oferta, que en el caso del Ibex es escandaloso, y número de opciones contratadas).
Esta estrategia tiene sus riesgos considerables si el mercado cierra muy alejado de ambas bandas, pero si lo necesita, puede limitar su riesgo a costa de disminuir los beneficios comprando por ejemplo calls 3000 a 11 y put 2450 a 29.
Aquí tienen un gráfico histórico de la rentabilidad mensual del etf sobre Eurostoxx, para que vean que a largo plazo estrategias de este tipo son favorables para el vendedor de opciones.
Personalmente, como de aquí a septiembre soy bajista por temas estacionales, mi estrategia será vender calls 2750 y vender puts 2650. Lo que se conoce como strangle vendido.
Si hemos vendido opciones y hay un movimiento rápido y brusco, podemos plantearnos recomprar las opciones si las compramos un 75% por debajo del precio que las hemos vendido, ya que la ganancia es sustancial y el mercado puede darse la vuelta.
Otra herramienta que podemos utilizar es hacer estrategias, relativas o comparativas. Supongamos que tenemos un buen fondo de valor de gestión activa cuya rentabilidad bate normalmente al mercado y que, ante las expectativas a corto plazo del mercado en general más bien mediocres, y también, aunque no tanto del fondo, decidimos reducir temporalmente nuestra exposición al mismo sin pagar comisión de reembolso. Lo podemos hacer bien vendiendo calls sobre un índice amplio y líquido, comprando ETFs inversos sobre índices o vendiendo futuros. En todos los casos mantenemos nuestra inversión en el fondo.
En este último caso, si el fondo por la composición de su cartera (normalmente los fondos de valor no suelen tener bancos ni otras entidades financieras) baja menos que el índice con el que cubrimos nuestra cartera, ganamos o perdemos menos que si dejamos a nuestras inversiones seguir al mercado.
Lo mismo podemos decir de índices comparativos. Por ejemplo, estar comprado (largo) de Dax y vendido de Eurostoxx o Ibex, o bien largo de Eurostoxx y corto (vendido) de Ibex. Para implementar este tipo de estrategias, bien a través de futuros o de ETFs, la ayuda del análisis técnico a través de los índices de fuerza relativa para calibrar los momentos de entradas o salidas y el riesgo de pérdida es fundamental.
Mi opinión es que lograr rentabilidades superiores al plazo fijo que nos ofrecen los bancos, y más ahora que parece que nuestros políticos intentan capar la remuneración del pasivo, no es una tarea ardua si adquirimos ciertos conocimientos que en principio parecen difíciles, pero que no lo son tanto, nos informamos y formamos, empezamos paulatinamente, y controlamos el riesgo.
Haciendo esto, sabremos en todo momento dónde está invertido nuestro dinero, el riesgo que corremos, y tendremos una visión global de nuestras inversiones. La fe que nos demandan muchos hedge funds queda para otros ámbitos.