En esto de los dividendos hay opiniones divididas, pero desgraciadamente muchas se quedan en el pensamiento de primer orden como menciona Howard Marks.
Efectivamente los dividendos que la empresa reparte se restan de la cotización de la acción. Es por esta razón que después de que una acción pasa la ex-dividend date el precio de la acción cae la misma cantidad que se paga por dividendo. Por eso muchos creen que no sirve de nada que te los den.
Pero está mal quedarnos con esa idea o pensamiento de primer orden. Dar dividendos va mas allá y es algo que explico en los cursos de Value Investing y en el de Moat.
Lo importante aquí es buscar
i) si ese dividendo es sostenible, es decir, que el crecimiento orgánico de la empresa y la generación de flujos sean más que suficientes para seguirlo pagando por muchos años.
ii) que las empresas que hayan estado repartiendo dividendo lo hayan hecho por muchos años, de forma ininterrumpida, sin recortes y creciente. Es aquí donde está toda la carnita de este asunto de los dividendos.
Las empresas que pueden cumplir con i) y ii) tienen algo especial porque incluso en crisis como la del COVID19 o la Crisis Financiera Global, etc no han recortado ni suspendido el dividendo y de hecho lo aumentan año con año.
Qué características tiene que tener un negocio para que pueda seguir repartiendo dividendos incluso en los peores momentos y hasta se dé el lujo de incrementarlos? Pues muy sencillo, empresas con:
A) Moat o amplias ventajas competitivas duraderas y/o
B) con negocios muy predecibles, defensivos y a prueba de crisis y/o
C) con una cultura corporativa de asignación de capital excelente y muy disciplinada.
Es cierto que el dividendo se resta del precio de la cotización y también pude indicar algunos focos rojos si es mal llevado e insostenible o financiado con deuda o capital, pero también nos dice algo importante de esas empresas que lo han podido dar por años (conocidas como los aristócratas o reyes del dividendo): que tienen algo especial y eso las hace crecer a tasas mas altas que su competencia en la mayoría de las ocasiones.
Esto no quiere decir que las aristócratas del dividendo son las únicas geniales empresas. También hay geniales empresas que no reparten dividendos. Y malas empresas que sí los reparten.