Es muy sabido por todos que los Bancos siempre tratan de “engañarnos” o decir verdades a medias para vendernos algún producto o engancharnos con algún tipo de crédito. Aunque yo soy partidario de que quien se deja engañar, ya sea por ignorancia o por avaricia, es en parte culpable y totalmente responsable (cuidado!!! culpable y responsable no es lo mismo, aunque muchos no sepan la diferencia), este post no va de eso sino de dar a conocer una estrategia que yo y algunos amigos ocupamos varias veces durante la Universidad.
Quienes hayan tenido la oportunidad de vivir la vida universitaria y no sólo de estudiar, sabrán que la mayoría de las veces la paga de nuestros padres (que merecen todo nuestro respeto y agradecimiento por brindarnos la oportunidad) es “insuficiente” para cubrir todas las necesidades sociales y fisiológicas de nosotros los jóvenes inmaduros, imprudentes y revoltosos. Como bien cita un adagio, la necesidad es la madre de la invención.
Tras pasar los primeros años aprendiendo la ciencia de cómo estirar el bajo presupuesto de nuestra paga, llegamos a un gran descubrimiento que si bien no nos dio mas dinero sí nos enseño el arte del rollover de nuestros gastos sin necesidad de pagar intereses. Digo ciencia porque realmente uno de estudiante se las arregla para sufragar una infinidad de gastos con muy poco dinero.
Mi descubrimiento, tal y como el Eureka de Arquímedes fue fortuito. Estábamos en nuestro bar de costumbre en el Raval terminando las últimas cañas y esperando al dueño que nos debía una apuesta de la semana anterior. Parecía que el señor estaba rehuyendo a su honor de saldar el compromiso, así que decidimos pagar la cuenta indignados e irnos diciendo pestes del tío. Cuando íbamos saliendo encontramos al susodicho entrando y con gran angustia nos pidió perdón por el retraso y decidió abonarnos lo que habíamos pagado por las cervezas, además cumplir con la apuesta, de la cual no menciono mas porque no creo que Rankia sea el tipo de foro para sacar a relucir ese tipo de aberraciones jeje.
Pedimos que el dinero se abonara a dos tarjetas de crédito: la mía y de un amigo, pero por un error abonaron todo a la mía y decidimos que la siguiente vez yo volvería invitar la parte correspondiente. Claro, sí tenía “dinero” para cervezas pero no para pagar el saldo. Precisamente una de las pequeñas causas que llevaron a muchos españoles a vivir mas allá de sus posibilidades. La casualidad fue que el día del abono era precisamente un día antes a mi fecha límite de pago, el cual por supuesto no había realizado, tal vez esperando una especie de milagro.
Al día siguiente después de registrar todos los sillones de la casa en busca de algunos euros perdidos entre los cojines sin mucho éxito, decidí ir al banco a ver si podía prorrogar, por primera vez en mi historial, el pago unos días hasta que me depositaran mi paga. Al llegar con mi ejecutivo y después de teclear algo en el ordenador, me dijo que no había necesidad de prorroga porque ya se había realizado un pago. Pregunté una sola vez mas para asegurarme y me fui. No sabía con certeza que había pasado hasta que llegué a casa y vi el statement de mi tarjeta por internet.
El abono que me realizaron en el bar la noche anterior había sido tomado por el sistema como un pago, el cual había cubierto casi exactamente lo que yo debía. El problema era que en la siguiente fecha de corte el sistema iba a saldar ese pago con el gasto correspondiente y seguiría debiendo la misma cantidad. La ventaja fue que esta casualidad me había comprado un mes para poner en orden mis finanzas y pagar el capital sin necesidad de incurrir en intereses, es decir, una prorroga gratis.
El “éxito” de este truco es que los abonos que se registren después de la fecha de corte del Mes1 y antes de la fecha límite de pago, son registrados como pagos para ese mes, dado que casi nadie paga el saldo antes de la fecha de corte sino después de ésta. Esto hasta hace un par de años que dejé de utilizar esta técnica, supongo que no ha cambiado.
Tomemos como ejemplo una devolución en carrefour. Debemos €100 a la tarjeta del Mes1 y ya ha pasado la fecha de corte, es decir, los gastos de ahora en adelante deberán de ser pagados para el Mes2. Compramos una batidora entre la fecha de corte y la fecha límite del Mes1, pero al momento de que la pagamos vamos a Atención a Cliente y la devolvemos. Ellos abonaran la cantidad que hemos pagado y el sistema bancario tomará el gasto de la batidora para ser pagado después de la fecha de corte del Mes2, pero el abono se registrara como un pago después del corte, ya que esta dentro del rango del corte y el límite. No estamos borrando la deuda, sólo estamos haciendo un rollover.
Quiero aclarar que esto no es de ninguna manera un escape a las deudas, es simplemente comprar tiempo para saldar el pago correspondiente en la siguiente fecha de corte. Es posible que al difundirse este truco de manera masiva los bancos tomen medidas, pero mientras tanto podrá ser útil o eso espero ya que a mi me sirvió varios años y creo que en la situación actual puede ser una buena herramienta para la gestión de las finanzas personales.