¡SOMOS UNOS BORREGOS!
Enjambre, bandada, banco, manada...rebaño. En todos los idiomas tenemos nombres distintos para las acumulaciones de diferentes animales (insectos, peces, pájaros, mamíferos) que se mueven coordinados, al unísono.
Bandada de estorninos, típicas imágenes que podemos ver en Europa a principios de cada otoño (fuente: informacion.es).
Enjambre de langostas en el desierto en Sudán del Sur a principios del 2020 (fuente: La voz de Galicia).
Banco de sardinas (fuente: Wanderlass)
Da igual el tipo de animal y lo primitivo que su cerebro sea, esas aglomeraciones de animales se comportan del mismo modo: de forma irracional. Evidentemente este comportamiento nos ha proporcionado ventajas evolutivas durante millones de años, al igual que ver patrones en todo o pensar continuamente en el fin del mundo.
El ser humano (al menos algunos seres humanos) es diferente en ciertos aspectos a los insectos, a los peces o a los pájaros y, sin embargo, sigue teniendo arraigados esos comportamientos ancestrales, de los que cuesta muchísimo deshacerse para convertirse en alguien "más humano" y "menos animal".
Aglomeración de humanos en la Meca (fuente: el periodico de Aragón)
A nadie le gusta que le digan que es parte del rebaño, aunque tampoco nos gusta que nos digan que somos la oveja negra de la familia. En otras palabras: nuestra mente lucha contra la idea de ser diferentes pero al mismo tiempo quiere que seamos distintos.
Lo que nos distingue definitívamente de los insectos y de los pájaros es la capacidad de abstracción, de detenernos a pensar el porqué de las cosas. Concretamente, en el caso que nos ocupa las preguntas que debemos hacernos son las siguientes:
Da igual el tipo de animal y lo primitivo que su cerebro sea, esas aglomeraciones de animales se comportan del mismo modo: de forma irracional. Evidentemente este comportamiento nos ha proporcionado ventajas evolutivas durante millones de años, al igual que ver patrones en todo o pensar continuamente en el fin del mundo.
El ser humano (al menos algunos seres humanos) es diferente en ciertos aspectos a los insectos, a los peces o a los pájaros y, sin embargo, sigue teniendo arraigados esos comportamientos ancestrales, de los que cuesta muchísimo deshacerse para convertirse en alguien "más humano" y "menos animal".
A nadie le gusta que le digan que es parte del rebaño, aunque tampoco nos gusta que nos digan que somos la oveja negra de la familia. En otras palabras: nuestra mente lucha contra la idea de ser diferentes pero al mismo tiempo quiere que seamos distintos.
Lo que nos distingue definitívamente de los insectos y de los pájaros es la capacidad de abstracción, de detenernos a pensar el porqué de las cosas. Concretamente, en el caso que nos ocupa las preguntas que debemos hacernos son las siguientes:
- ¿Porqué ese comportamiento en grupos proporciona una ventaja evolutiva a los insectos, a los pájaros o a los peces?
Y, sobre todo,
- ¿Porqué nuestras diferencias como humanos nos proporcionan ventajas sobre el resto de animales?
Esto es lo que debemos entender para obtener ventajas sobre los que siguen al rebaño. Igual que los humanos obtienen ventaja sobre los demás animales. También en nuestras inversiones.
COMPORTAMIENTO EN REBAÑO (o en manada, según seas de sensible).
Aunque hay otras (que no me parecen relevantes aquí), el comportamiento en rebaño proporciona las siguientes ventajas que me parecen interesantes para el mundo de la inversión:
- Mayor interacción social.
- Mejor protección ante depredadores.
- Más probabilidades de alimentarse.
¿Cómo podemos usar este comportamiento irracional en nuestro beneficio en el mundo de las inversiones?.
PRIMERA VENTAJA (interacción social):
La interacción social nos permite conocer formas de invertir que desconocíamos anteriormente, es decir, nos facilita diversificar nuestras inversiones. Esto, que la mayoría de mortales conseguíamos charlando en la cena de navidad con nuestro cuñado o consultando a un asesor especializado (que para eso están), se ha multiplicado exponencialmente con el uso de internet y las redes sociales.
Pero la diversificación no siempre da lugar a ventajas. En la naturaleza la mayoría de las variaciones genéticas desaparecen (mueren) porque son peores evolutivamente. Del mismo modo la mayoría de los consejos de inversión que puedan encontrarse en las redes tampoco producirán ninguna ventaja.
En muchas ocasiones esas recomendaciones en las redes son trampas colocadas por un depredador oculto llevando al rebaño donde más le conviene. La mayoría de las recomendaciones de compra o venta que publican los bancos en periódicos y redes tienen este fin.
Como ejemplo de estas trampas, yo mencionaba aquí la valoración de Dia que hizo en febrero de 2018 Deutche Bank, repetida por Bankinter. Ahora han borrado su recomendación de "mantener", valorando la acción en 4.50 Euros. Diez meses después DIA cotizaba a 0.35 Euros por acción. Ese fué un ejemplo de manipulación de los mercados por un magnate, apoyado por algunos bancos y medios de comunicación y con la CNMV mirando a otro lado.
PRIMERA CONCLUSIÓN:
La manada puede darnos pistas acerca de nuevas inversiones que desconocíamos.
SEGUNDA CONCLUSIÓN:
No debemos seguir a la manada hasta entender completamente la situación. La manada puede estar equivocada, o un depredador/magnate/banco puede haber preparado una trampa para los incautos pequeños inversores.
SEGUNDA VENTAJA (protección ante depredadores):
Hoy en día, los mercados (inversores) se comportan más como bancos de peces acorralados por una manada de delfines, donde los peces somos nosotros, los pequeños inversores, y los delfines son el 10% de los inversores que poseen el 90% de las acciones del mercado.
En ese ejemplo, los depredadores (magnates/bancos) devoran todos y cada uno de los peces (ahorradores/pequeños inversores) tras llevarles a la zona que les interesa. En este caso no nos conviene seguir el comportamiento del rebaño en las inversiones. Es más, lo que nos interesa es saber cómo pescan los magnates/bancos/fondos y adelantarnos a ellos.
Es típico ver al rebaño invertir en función de las modas, o cayendo alegres, cual lemmings, en las trampas colocadas por bancos y grandes inversores. Al observar este tipo de comportamientos debemos investigarlos, y huir si huele a trampa (sobre todo cuando estemos en un fin del mundo, donde los depredadores intentarán colocarte su basura con grandes e insistentes anuncios). Como ya comenté en otro artículo, cuando te ofrezcan beneficios del 20% anual asegurados, sin esfuerzo, ni riesgo, desconfía mucho más.
Básicamente se trata de "pensar fuera de la caja", salirse de las modas.
Básicamente se trata de "pensar fuera de la caja", salirse de las modas.
En estos casos lo recomendable es esperar, observar al rebaño, estudiar su comportamiento y, en la mayor parte de las ocasiones, pensar en hacer justo lo contrario (lo que algunos llaman inversion contrarian). Alguien en Rankia incluso consideró, hace tiempo, utilizar el número de comentarios positivos (o negativos) que se publican en los foros sobre un cierto valor en bolsa, para ponerse corto (o largo).
TERCERA CONCLUSIÓN:
Cuando veas al rebaño lanzarse a invertir en un bien determinado desconfía (sean apartamentos en la playa, o acciones de Terra o de Tesla).
Como ejemplo: el lunes siguiente a la votación del Brexit el IBEX35 cayó un 12% en la apertura. Obviamente el Brexit iba a tener consecuencias económicas a largo plazo, pero no el día después. Comprar ese 24 de junio de 2016 casi cualquier empresa del IBEX, supuso una ganancia de un 20% en menos de un mes y un 40% en menos de 1 año.
Por poner otro ejemplo, cuando tu cuñado y todos los promotores inmobiliarios te decían en 2005 que el precio de la vivienda jamás bajaría... quizá era hora de salirte de ese mercado.
Seguir al rebaño puede ser beneficioso en ocasiones, sobre todo si somos de los primeros del rebaño en movernos en cierto sentido. Pero en muchas otras ocasiones puede ser perjudicial. Hay que estar atentos a cuándo conviene seguir al rebaño y cuándo conviene ir en sentido contrario.
Del mismo modo, cuando te recomienden invertir en cualquier cosa, aunque sea el asesor de tu banco "que es como de la familia", desconfía y piensa en hacer justo lo contrario. Ese asesor tiene sus propios intereses y casi nunca coinciden con los tuyos ni con el resto del rebaño.
TERCERA VENTAJA (encontrar alimento):
El primer estornino se comerá al mosquito que persigue, pero toda la bandada le seguirá con la esperanza de que haya un enorme enjambre de mosquitos detrás.
Lo mismo sucede con las inversiones y depende de lo grande que sea el negocio. No es lo mismo invertir en un chicharro tipo Terra que en todo el mercado inmobiliario de Estados Unidos. En el primer caso es altamente probable que cuando queramos seguir a la manada ya quede poca subida del valor en bolsa y en el segundo de los casos, pueden quedar muchos años de subidas. Pero en ese último caso el problema es que nos hagamos totalmente dependientes de este tipo de inversión (en nuestra analogía, nos acostumbramos a comer solo de ese enjambre de insectos) y cuando ya no haya nadie más interesado en invertir en ese activo (cuando se acabe el enjambre) acabemos por morir de hambre.
Es decir, el rebaño puede producir un efecto en el precio de las cosas, pero cuando tú te des cuenta puede ser ya tarde para invertir tu dinero.
CUARTA CONCLUSIÓN:
En algunas ocasiones seguir al rebaño puede proporcionar cierta ventaja durante un tiempo limitado. Pero no debemos depender totalmente de esa inversión y además debemos estar muy pendientes de cuándo se produce el final de la subida.
Otro ejemplo, más reciente, más rápido y más claro, lo constituye la evolución de los precios de Gamestop en el momento en que el rebaño de Reddit alteró los precios. De 5 $ a 120 $ en 15 días y vuelta a 12 $ en otros 12 días.
Este comportamiento de rebaño es también lo que observamos con el uso del análisis técnico, de los dobles suelos o techos, tendencias, cruces de medias, retornos a la media, velas, series de Fibonacci, bandas de Bollinger, etc. Todas esas técnicas pueden funcionar durante un cierto tiempo, mientras consigamos más miembros del rebaño que se unan a esa misma estrategia. Si conseguimos convencer a un rebaño lo suficientemente grande de que nuestro método tiene sentido, podremos influir en los precios y por lo tanto los primeros pueden ganar mucho dinero. Pero todas las veces esa influencia acabará. Más rapidamente cuanto menor sea la base del bien en el que invertimos.
Así pués, si decidimos entrar con el rebaño en un valor en alza (o a la baja), lo mejor es que nos aseguremos de ser de los primeros (esto generalmente sólo podremos hacerlo teniendo información privilegiada) y claro, salirnos antes de que vuelva a caer, o asegurarnos de que hay ALGO detrás de esa inversión.
Un activo inmobiliario, por ejemplo, mantendrá casi siempre algún valor. Entrar en el mercado inmobiliario en España entre el 2005 y el 2008 pudo producir un 50% de pérdidas de media, pero el activo seguirá existiendo (y cuidado, también produciendo gastos) y podríamos obtener ciertas rentas alquilándolo, si es que hicimos una compra de calidad.
Del mismo modo, una empresa que produce un bien demandado por muchas personas, que sea fuerte, y esté bien gestionada y diversificada, será probablemente capaz de generar algún beneficio en el futuro.
Entrar en Repsol en 2015, tras la compra de Talismán y con el barril de petróleo hundiéndose hasta los 25$ parecía cosa de locos (véanse los comentarios de la época en el foro de Rankia). Sin embargo entrar en Repsol, una empresa potente a nivel internacional, bien gestionada y diversificada, en torno a 10 Euros por acción, con dividendos anuales de unos 0.5 - 0.8 Euros por acción desde hace años, no parece ya tan mala idea.
CONCLUSIONES (Aprovechándonos del comportamiento de rebaño).
Otra vez, la mente humana tiende a seguir el comportamiento animal, irracional, reptiliano, que nos ha dado cierta ventaja evolutiva sobre los caracoles. Sin embargo el ser humano racional tiene ventajas sobre otros animales, y debemos aprovecharnos de ellas.
Podemos extraer algunas conclusiones:
- Es importante estudiar lo que hacen otros inversores. Nos pueden dar ideas de inversión que desconocíamos.
- Debemos ver lo que hace la muchedumbre y estudiar muy bien su comportamiento. En ocasiones nos interesará seguir al rebaño pero en muchas otras será más interesante hacer lo contrario.
- Ser de los primeros en entrar en uno de esos mercados afectados por el comportamiento de rebaño puede ser MUY beneficioso durante algún tiempo (a veces mucho tiempo).
- Pero ¡cuidado! entrar en un mercado afectado por el comportamiento de rebaño puede implicar entrar tarde, con lo que tendremos pérdidas, y también hacernos dependientes. Es importante en ambos casos, para minimizar pérdidas, diversificar.
- Hay que estar prevenidos contra aquellos que intentan convencer a una gran cantidad de pequeños inversores (el rebaño) sobre las bondades de métodos de inversión que utilizan patrones de los mercados.
Y a modo de oda al comportamiento de rebaño hoy os dejo una canción de la banda sonora de esa fantástica película de 2016 de DREAMWORKS llamada TROLLS (sí, de esa empresa que compite con la todopoderosa Disney de tú a tú y que aún no cotiza en bolsa):
Todos juntos, bailaremos como uno. Uouoo.
EPÍLOGO
Esta es la tercera y última entrada de la serie que quería escribir sobre el comportamiento humano irracional.
- La primera de ellas trató sobre el problema de que nuestra mente primitiva esté siempre preparándose para "El fin del mundo".
- La segunda trató sobre nuestra incapacidad para entender las evoluciones aleatorias, "buscando patrones en todo", de nuevo por culpa de nuestro cerebro reptiliano.
- Y en esta tercera he tratado sobre nuestro comportamiento, también irracional, que nos hace comportarnos como bancos de boquerones o rebaños de ñus.
Aunque en realidad son cuestiones muy básicas, me he encontrado que mucha gente las desconoce y tampoco es fácil encontrar información al respecto.
Utilizando estas bases (y algunas otras cosas) describiré posibles estrategias de inversión que pueden utilizarse para aprovechar que somos humanos, y no animales y que espero sean utiles para esos ahorradores, pequeños inversores, cuya máxima debe ser esa famosa frase del oráculo de Omaha:
La regla No. 1 es no perder nunca dinero. La regla No. 2 es no olvidar nunca la regla No. 1 .